Richard Ashcroft: "Me querían muerto de sobredosis a los 28"

El ex cantante de The Verve no sólo regresó a las bateas con el flamante "These People", que presentará este sábado en el Personal Fest y el lunes con un show solista en el Gran Rex, sino, también, con una personalidad más calma y reflexiva acerca de sus clichés de rockero que apuntaban a una pronta muerte por excesos.

21 OCT 2016 - 17:53 | Actualizado

Alto, espigado, vestido con un saco celeste de dos botones y una remera blanca a rayas negras, Ashcroft, uno de los más destacados hacedores de canciones británico de los '90, ingresa a un hotel de Recoleta con gafas negras y todo el glam de un artista de rock para esta entrevista con Télam.

El autor de exitosos clásicos como "Bitter Sweet Symphony" o "Lucky Man" saluda con un apretón de manos en su primera vista al país, se sienta en un sillón victoriano, se saca los anteojos y sostiene: "Hoy toco donde quiero. Yo pedí Argentina, nadie me invitó. Y cuando vi el festival, pedí hacer un show más íntimo para mis fans".

Según explicó, hoy se encuentra en un momento en el que nadie le dice cómo se tiene que vestir, cómo tiene que sonar, qué tiene que decir o cuán largas tienen que ser sus canciones, por lo que las fechas de las giras las elige él y no una empresa que lo lleva y lo trae sin consultarlo.

A éste nivel de consciencia llegó, dijo, luego de separar a The Verve, conocer a su esposa Kate y tener dos hijos, gracias a los cuales este rockstar ex adicto y alcohólico abandonó "los clichés del rock" y se le plantó a la industria.

"Yo admiro a Radiohead, es un banda increíble, pero no importa si el último disco es un loop interminable, el stablishment se siente cómodo con ellos porque son de la misma clase social, mientras que a mí me querían muerto de sobredosis en un cuarto de hotel a los 28 para vender mis discos", sostuvo Ashcroft.

"Pero yo me casé -continuó-, tuve hijos y en Inglaterra ellos odian eso. Ahora tengo empatía con el resto de los padres del mundo y me preguntan si eso afectó en forma negativa mi carrera. ¿Cómo pueden pensar eso? Lo hacen porque odian lo que conseguí. Ellos querían escribir mi guión, pero al final lo hice yo".

Ashcroft criado en Wigan y fanático de Manchester United siempre reivindica, al igual que The Stone Roses u Oasis, su origen en la clase trabajadora, pero, afirmó, en su tierra natal los que salen de ahí "tienen que ser unos reventados porque así lo marca la historia" o "trabajar en una fábrica, como sus padres o hijos".

"Keith Richards e Iggy Pop tuvieron suerte en llegar, pero el 90 por ciento de esos músicos, que siguieron los clichés, están muertos", sostuvo quien volvió al negocio discográfico tras seis años, con una placa que suena moderna, pero con esos inconfundibles acordes llenos de éxito.

"El rock sale de la guitarra como en 'Smels like teen Spirit', 'Johnny B Good' o 'Gimme Shelter'. Pero ahora estamos 2016 y ¿qué hubiera hecho John Lennon? ¿Crees que hubiera rechazado la tecnología? Por supuesto que no, él inventó el flanger. Y el rock tiene que reflejar la actualidad. No estamos en 1976 rodeados de hippies. Estamos en 2016 y hay que experimentar", afirmó sobre el sonido de su nueva placa.

Télam: ¿Cuál es la marca que decís que dejaste en la música?

Richard Ashcroft: Yo soy un outsider. Soy un rebelde, no soy un tipo del mainstream y mi rol es el de mostrar que se puede ser exitoso siendo como uno quiere ser. Desde hace años se pasa en la radio música del mainstream, que parece cool, que tiene lindas melodías y que uno cree que es lo que está bueno, pero cuando uno le presta atención se da cuenta de que las letras no dicen nada. Yo quiero subvertir a través de lindas melodías. Cuando me muera, quiero haber dejado algo con significado y positivo. Algo que mis nietos digan, "huau, esto hizo mi abuelo" y que se sientan orgullosos.

T: Siempre reivindicás tus orígenes en la clase obrera. ¿Cómo hacés para que tus hijos sientan eso, cuando su origen es diferente?

RA: A veces es difícil porque se supone que este no era ni mi destino ni el de ellos. Las clases en Inglaterra están bien definidas y cuando uno puede salir de su clase se encuentra con que la sociedad se enfrenta con sus propios miedos y demonios. Yo salí de un lugar como del que salió Diego Maradona y eso es algo que la "parte intelectual" de la cultura rechaza. Les gusta cuando les va bien a The Stone Roses o a Oasis, pero sólo por un tiempo. Después dicen: "Ok, ya está, no crean que son más inteligente que nosotros". Ellos deciden qué es lo bueno y lo malo de la cultura, y cuando ellos dicen que vos sos lo malo, te quieren muerto. Por eso, yo fui el que marcó el camino que mi vida iba tomar. Y eso les enseño a mis hijos que tienen que hacer su propria historia, sin importar lo que los demás digan.

T: ¿Cómo te sentís en este regreso a los primeros planos desde el sótano de tu casa, donde compusiste "These People"?

RA: Fantástico. La gente me reconoce en la calle y me di cuenta cuán conectado estoy con esta ciudad, por ejemplo. A pesar de los kilómetros que nos separan, somos muy similares. En realidad, bueno, es que todos estamos muy conectados y somos muy parecidos. Las divisiones que existen entre las personas son ficticias y fueron inventadas por personas que nos quieren divididos. En la música no hay divisiones, la música es algo que nos une y fabrica lazos.

T: ¿Cómo juega tu rol de músico en esto?

RA: Yo no me creo un líder que le dice que la gente lo que tiene que hacer porque yo no sé nada, y odio a ese tipo de personas. Lo único que sé es que estoy envuelto en algo poderoso. No sé por qué esto me toca a mí, pero es así, y mi pequeño rol en este gran escenario es hacer que suceda. Se trata del futuro y de los lugares que cada uno ocupa en el mundo y eso es lo que marcará el futuro, vivas en Inglaterra, Rusia, Irán o Argentina.

21 OCT 2016 - 17:53

Alto, espigado, vestido con un saco celeste de dos botones y una remera blanca a rayas negras, Ashcroft, uno de los más destacados hacedores de canciones británico de los '90, ingresa a un hotel de Recoleta con gafas negras y todo el glam de un artista de rock para esta entrevista con Télam.

El autor de exitosos clásicos como "Bitter Sweet Symphony" o "Lucky Man" saluda con un apretón de manos en su primera vista al país, se sienta en un sillón victoriano, se saca los anteojos y sostiene: "Hoy toco donde quiero. Yo pedí Argentina, nadie me invitó. Y cuando vi el festival, pedí hacer un show más íntimo para mis fans".

Según explicó, hoy se encuentra en un momento en el que nadie le dice cómo se tiene que vestir, cómo tiene que sonar, qué tiene que decir o cuán largas tienen que ser sus canciones, por lo que las fechas de las giras las elige él y no una empresa que lo lleva y lo trae sin consultarlo.

A éste nivel de consciencia llegó, dijo, luego de separar a The Verve, conocer a su esposa Kate y tener dos hijos, gracias a los cuales este rockstar ex adicto y alcohólico abandonó "los clichés del rock" y se le plantó a la industria.

"Yo admiro a Radiohead, es un banda increíble, pero no importa si el último disco es un loop interminable, el stablishment se siente cómodo con ellos porque son de la misma clase social, mientras que a mí me querían muerto de sobredosis en un cuarto de hotel a los 28 para vender mis discos", sostuvo Ashcroft.

"Pero yo me casé -continuó-, tuve hijos y en Inglaterra ellos odian eso. Ahora tengo empatía con el resto de los padres del mundo y me preguntan si eso afectó en forma negativa mi carrera. ¿Cómo pueden pensar eso? Lo hacen porque odian lo que conseguí. Ellos querían escribir mi guión, pero al final lo hice yo".

Ashcroft criado en Wigan y fanático de Manchester United siempre reivindica, al igual que The Stone Roses u Oasis, su origen en la clase trabajadora, pero, afirmó, en su tierra natal los que salen de ahí "tienen que ser unos reventados porque así lo marca la historia" o "trabajar en una fábrica, como sus padres o hijos".

"Keith Richards e Iggy Pop tuvieron suerte en llegar, pero el 90 por ciento de esos músicos, que siguieron los clichés, están muertos", sostuvo quien volvió al negocio discográfico tras seis años, con una placa que suena moderna, pero con esos inconfundibles acordes llenos de éxito.

"El rock sale de la guitarra como en 'Smels like teen Spirit', 'Johnny B Good' o 'Gimme Shelter'. Pero ahora estamos 2016 y ¿qué hubiera hecho John Lennon? ¿Crees que hubiera rechazado la tecnología? Por supuesto que no, él inventó el flanger. Y el rock tiene que reflejar la actualidad. No estamos en 1976 rodeados de hippies. Estamos en 2016 y hay que experimentar", afirmó sobre el sonido de su nueva placa.

Télam: ¿Cuál es la marca que decís que dejaste en la música?

Richard Ashcroft: Yo soy un outsider. Soy un rebelde, no soy un tipo del mainstream y mi rol es el de mostrar que se puede ser exitoso siendo como uno quiere ser. Desde hace años se pasa en la radio música del mainstream, que parece cool, que tiene lindas melodías y que uno cree que es lo que está bueno, pero cuando uno le presta atención se da cuenta de que las letras no dicen nada. Yo quiero subvertir a través de lindas melodías. Cuando me muera, quiero haber dejado algo con significado y positivo. Algo que mis nietos digan, "huau, esto hizo mi abuelo" y que se sientan orgullosos.

T: Siempre reivindicás tus orígenes en la clase obrera. ¿Cómo hacés para que tus hijos sientan eso, cuando su origen es diferente?

RA: A veces es difícil porque se supone que este no era ni mi destino ni el de ellos. Las clases en Inglaterra están bien definidas y cuando uno puede salir de su clase se encuentra con que la sociedad se enfrenta con sus propios miedos y demonios. Yo salí de un lugar como del que salió Diego Maradona y eso es algo que la "parte intelectual" de la cultura rechaza. Les gusta cuando les va bien a The Stone Roses o a Oasis, pero sólo por un tiempo. Después dicen: "Ok, ya está, no crean que son más inteligente que nosotros". Ellos deciden qué es lo bueno y lo malo de la cultura, y cuando ellos dicen que vos sos lo malo, te quieren muerto. Por eso, yo fui el que marcó el camino que mi vida iba tomar. Y eso les enseño a mis hijos que tienen que hacer su propria historia, sin importar lo que los demás digan.

T: ¿Cómo te sentís en este regreso a los primeros planos desde el sótano de tu casa, donde compusiste "These People"?

RA: Fantástico. La gente me reconoce en la calle y me di cuenta cuán conectado estoy con esta ciudad, por ejemplo. A pesar de los kilómetros que nos separan, somos muy similares. En realidad, bueno, es que todos estamos muy conectados y somos muy parecidos. Las divisiones que existen entre las personas son ficticias y fueron inventadas por personas que nos quieren divididos. En la música no hay divisiones, la música es algo que nos une y fabrica lazos.

T: ¿Cómo juega tu rol de músico en esto?

RA: Yo no me creo un líder que le dice que la gente lo que tiene que hacer porque yo no sé nada, y odio a ese tipo de personas. Lo único que sé es que estoy envuelto en algo poderoso. No sé por qué esto me toca a mí, pero es así, y mi pequeño rol en este gran escenario es hacer que suceda. Se trata del futuro y de los lugares que cada uno ocupa en el mundo y eso es lo que marcará el futuro, vivas en Inglaterra, Rusia, Irán o Argentina.


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