Según un estudio, la expectativa de vida de los trans no supera los 40 años

La cantidad de personas trans que estudian se triplicó en los últimos diez años y las que controlan periódicamente su salud paso de un 58 a un 87 por ciento aseguró el Ministerio Público de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires, aunque detalló que la expectativa de vida de este colectivo no llega a los 40 años.

31 OCT 2016 - 20:49 | Actualizado

Expertos en gerontología convocados por el Ministerio coincidieron en asegurar que la triste realidad de que la expectativa de vida de los trans no supere los 40 años "no permite ver las personas trans que sí llegaron a la vejez y que están afuera de las agendas y los discursos"
La educación y la salud arrojaron las cifras más significativas de la investigación que impulsó del Ministerio junto al primer Bachillerato Popular Mocha Celis, al comparar sus datos con lo de un estudio que la Asociación Lucha por la Identidad Travesti realizó en el 2005. 
Josefina Fernández, a cargo del Programa Género y Diversidad Sexual del Ministerio aseguró que "si en el 2005 estaba estudiando sólo el 10 por ciento del colectivo trans, este año lo hacía el 26 por ciento". 
Sostuvo además que el grupo que fue encuestado "estimó que con posterioridad a la sanción de la Ley de Identidad de Género el trato de los y las compañeras y del equipo docente mejoró"
Según las cifras preliminares del informe, "también aumentó el deseo de completar los estudios respecto a 2005 ya que ese índice paso del 72 por ciento al 79 por ciento; mientras que cambiaron totalmente las razones de las personas trans que hoy no están estudiando: mientras en el 2005 la razón era el miedo a la discriminación, este año fue la falta de dinero y tiempo. 
"Claro que la discriminación no terminó pero sí el miedo a sufrirla", aclaró Fernández. 
Contrariamente a los avances en educación, el estudio arrojó una nula mejoría respecto al acceso a la vivienda: aumentó la cantidad de trans y travestis que alquilan piezas en hoteles y casas particulares. El 25 por ciento vive hacinado, compartiendo el cuarto con dos o tres personas más. 
Según el informe, "el 82 por ciento de las travestis y trans gastan entre 3000 y 7000 pesos sólo en resolver su situación habitacional y los servicios y es un hecho conocido que la sola condición de ser travesti aumenta le precio de la renta de una pieza de hotel". 
"Del total de quienes alquilan vivienda (22 por ciento) más de la mitad no tiene contrato a su nombre, cifra que se mantiene desde el 2005. Y las razones no sólo se limitan al rechazo a la identidad travesti por parte del propietario sino a la imposibilidad de presentar recibos de sueldo o garantías", señaló la coordinadora del programa.
durante una jornada que hizo el Ministerio de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de Octubre, el Mes del Trato Igualitario. 
Mientras el 89 por ciento de las encuestadas refirió en 2005 haber "generado ingresos con la prostitución", ese porcentaje bajó a 71 por ciento este año, y el 87 por ciento de las encuestadas que dijo vivir de la prostitución manifestó que "la dejaría de tener un empleo formal". 
"Quienes no viven de la prostitución, realizan trabajos informales y de alta precariedad; en tanto, sólo un 9 por ciento dijo tener un empleo formal, situación inédita diez años atrás", sostiene el estudio. 
Sebastián Amaro, sociólogo especializado en gerontología, dijo a Télam que "si bien hoy la expectativa de vida del colectivo trans no supera los 40 años, hay una parte de esas personas que ha sobrevivido a esa vergonzante realidad y hoy están invisibilizadas. No están ni en los discursos, ni en las agendas". 
"Los viejos del colectivo trans son los que han luchado por los derechos de la diversidad. A ellos les debemos los derechos y las condiciones de vida que en algunos aspectos han mejorado y hoy son parte de las cifras alentadoras que arroja la encuesta", afirmó Amaro. 
"Los viejos y las viejas del colectivo trans han levantado el orgullo como bandera. No podemos dejar que la edad no sea también motivo de orgullo", completó.
 

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31 OCT 2016 - 20:49

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La educación y la salud arrojaron las cifras más significativas de la investigación que impulsó del Ministerio junto al primer Bachillerato Popular Mocha Celis, al comparar sus datos con lo de un estudio que la Asociación Lucha por la Identidad Travesti realizó en el 2005. 
Josefina Fernández, a cargo del Programa Género y Diversidad Sexual del Ministerio aseguró que "si en el 2005 estaba estudiando sólo el 10 por ciento del colectivo trans, este año lo hacía el 26 por ciento". 
Sostuvo además que el grupo que fue encuestado "estimó que con posterioridad a la sanción de la Ley de Identidad de Género el trato de los y las compañeras y del equipo docente mejoró"
Según las cifras preliminares del informe, "también aumentó el deseo de completar los estudios respecto a 2005 ya que ese índice paso del 72 por ciento al 79 por ciento; mientras que cambiaron totalmente las razones de las personas trans que hoy no están estudiando: mientras en el 2005 la razón era el miedo a la discriminación, este año fue la falta de dinero y tiempo. 
"Claro que la discriminación no terminó pero sí el miedo a sufrirla", aclaró Fernández. 
Contrariamente a los avances en educación, el estudio arrojó una nula mejoría respecto al acceso a la vivienda: aumentó la cantidad de trans y travestis que alquilan piezas en hoteles y casas particulares. El 25 por ciento vive hacinado, compartiendo el cuarto con dos o tres personas más. 
Según el informe, "el 82 por ciento de las travestis y trans gastan entre 3000 y 7000 pesos sólo en resolver su situación habitacional y los servicios y es un hecho conocido que la sola condición de ser travesti aumenta le precio de la renta de una pieza de hotel". 
"Del total de quienes alquilan vivienda (22 por ciento) más de la mitad no tiene contrato a su nombre, cifra que se mantiene desde el 2005. Y las razones no sólo se limitan al rechazo a la identidad travesti por parte del propietario sino a la imposibilidad de presentar recibos de sueldo o garantías", señaló la coordinadora del programa.
durante una jornada que hizo el Ministerio de la Defensa de la Ciudad de Buenos Aires en el marco de Octubre, el Mes del Trato Igualitario. 
Mientras el 89 por ciento de las encuestadas refirió en 2005 haber "generado ingresos con la prostitución", ese porcentaje bajó a 71 por ciento este año, y el 87 por ciento de las encuestadas que dijo vivir de la prostitución manifestó que "la dejaría de tener un empleo formal". 
"Quienes no viven de la prostitución, realizan trabajos informales y de alta precariedad; en tanto, sólo un 9 por ciento dijo tener un empleo formal, situación inédita diez años atrás", sostiene el estudio. 
Sebastián Amaro, sociólogo especializado en gerontología, dijo a Télam que "si bien hoy la expectativa de vida del colectivo trans no supera los 40 años, hay una parte de esas personas que ha sobrevivido a esa vergonzante realidad y hoy están invisibilizadas. No están ni en los discursos, ni en las agendas". 
"Los viejos del colectivo trans son los que han luchado por los derechos de la diversidad. A ellos les debemos los derechos y las condiciones de vida que en algunos aspectos han mejorado y hoy son parte de las cifras alentadoras que arroja la encuesta", afirmó Amaro. 
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