Se trata de Germán Andrés Sáenz, quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata por el homicidio de Catalina López, en un hecho ocurrido el 2 de septiembre de 2012 en una casa de las calles 30 y 169, en Berisso.
El Tribunal, integrado por las juezas Carmen Palacios Arias, María Isabel Martiarena y Blanca Lazca, hizo lugar al pedido de pena de la fiscalía, que acusó al joven de 22 años del delito de “homicidio doblemente agravado, por alevosía y criminis causa”, es decir el que se comete para ocultar otro delito, en este caso el robo.
El 2 de septiembre del 2012, la anciana fue sorprendida en su casa por un hombre que había ingresado tras forzar la puerta y atacó a la mujer, a quien golpeó utilizando una varilla de hierro con la que la mujer trababa la puerta de su casa.
La mujer murió como consecuencia de la golpiza y el hombre escapó del lugar, aunque finalmente fue detenido, dijeron fuentes policiales.
El imputado, al hacer uso de la palabra antes de escuchar la sentencia, reconoció haber estado en la casa y cometido el robo, pero acusó a un cómplice del crimen de la anciana.
El Tribunal desestimó esa posibilidad en base a las huellas de ADN del imputado encontradas en la varilla con la que mató a la mujer.
Se trata de Germán Andrés Sáenz, quien fue condenado por el Tribunal Oral en lo Criminal V de La Plata por el homicidio de Catalina López, en un hecho ocurrido el 2 de septiembre de 2012 en una casa de las calles 30 y 169, en Berisso.
El Tribunal, integrado por las juezas Carmen Palacios Arias, María Isabel Martiarena y Blanca Lazca, hizo lugar al pedido de pena de la fiscalía, que acusó al joven de 22 años del delito de “homicidio doblemente agravado, por alevosía y criminis causa”, es decir el que se comete para ocultar otro delito, en este caso el robo.
El 2 de septiembre del 2012, la anciana fue sorprendida en su casa por un hombre que había ingresado tras forzar la puerta y atacó a la mujer, a quien golpeó utilizando una varilla de hierro con la que la mujer trababa la puerta de su casa.
La mujer murió como consecuencia de la golpiza y el hombre escapó del lugar, aunque finalmente fue detenido, dijeron fuentes policiales.
El imputado, al hacer uso de la palabra antes de escuchar la sentencia, reconoció haber estado en la casa y cometido el robo, pero acusó a un cómplice del crimen de la anciana.
El Tribunal desestimó esa posibilidad en base a las huellas de ADN del imputado encontradas en la varilla con la que mató a la mujer.