El Isis resigna posiciones en Sirte, Libia

El barrio Al Yazira, uno de los dos que quedaban en poder de los yihadistas en la ciudad de Sirte, en la costa centro de Libia, fue recapturado hoy por la alianza de milicias del oeste del país asestándole un nuevo golpe a los fundamentalistas de ISIS.

07 NOV 2016 - 10:19 | Actualizado

Durante estas operaciones de estabilización de posiciones y limpieza de explosivos y trampas de la citada zona los milicianos libios encontraron a 14 civiles de familias que vivían junto a los fanáticos.

"La mayoría son mujeres y niños, familiares de los yihadistas. Una de ellas era la esposa de uno de los líderes de la ciudad y seis de ellas eran de origen africano (subsahariano)", detalló una fuente militar a la agencia de noticias EFE.

El coronel Mohamad Guenana, uno de los portavoces de la alianza, confirmó, por su parte, que la aviación estadounidense interrumpió los bombardeos sobre Sirte iniciados el pasado 1 de agosto.

"Su misión se limita ahora a la vigilancia y rastreo aéreo", afirmó el oficial, antes de indicar que el progreso de las fuerzas terrestres libias hace que el riesgo de bajas colaterales por fuego amigo haya crecido.

Fuentes de la citada alianza, que controla la ciudad de Misurata, revelaron que apenas queda un área de 700 metros por rastrear en la que podría haber aún presencia de algún francotirador afín a la rama libia de la organización fundamentalista Estado Islámico (EI).

En cuanto a las bajas, el coronel Mohamad Algbar, otro de los portavoces de la alianza, aseguró que su número superó los 650 soldados muertos desde que comenzara la ofensiva para recuperar la ciudad, el pasado mes de mayo.

"En las últimas horas han muerto otros dos milicianos y otros 22 resultaron heridos", señaló.

El oficial se quejó, asimismo, del descenso del apoyo que proporcionaba a la alianza el llamado gobierno de unidad nacional, establecido en Trípoli y apoyado por la ONU pese a carecer de legitimidad internacional y local.

"Los mecanismos de ayuda eran muchos al inicio de la ofensiva, pero ahora es muy débil. La mayor parte de las armas y municiones proviene de la ciudad de Misurata", subrayó.

Las milicias del oeste de Libia, lideradas por la ciudad de Misurata, emprendieron una ofensiva militar para recuperar el control de Sirte, conquistada por los yihadistas en febrero de 2015.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que hace cinco años la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde en Bengazi y contribuyera militarmente a la caída de Muammar Kaddafi .

Cinco años después, dos gobiernos, uno en Trípoli (oeste) y otro en Tobruk (este) luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando.

De la situación se han beneficiado grupos yihadistas como la rama libia del Estado Islámico, Boko Haram o la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que han penetrado y extendido su influencia en el país.

07 NOV 2016 - 10:19

Durante estas operaciones de estabilización de posiciones y limpieza de explosivos y trampas de la citada zona los milicianos libios encontraron a 14 civiles de familias que vivían junto a los fanáticos.

"La mayoría son mujeres y niños, familiares de los yihadistas. Una de ellas era la esposa de uno de los líderes de la ciudad y seis de ellas eran de origen africano (subsahariano)", detalló una fuente militar a la agencia de noticias EFE.

El coronel Mohamad Guenana, uno de los portavoces de la alianza, confirmó, por su parte, que la aviación estadounidense interrumpió los bombardeos sobre Sirte iniciados el pasado 1 de agosto.

"Su misión se limita ahora a la vigilancia y rastreo aéreo", afirmó el oficial, antes de indicar que el progreso de las fuerzas terrestres libias hace que el riesgo de bajas colaterales por fuego amigo haya crecido.

Fuentes de la citada alianza, que controla la ciudad de Misurata, revelaron que apenas queda un área de 700 metros por rastrear en la que podría haber aún presencia de algún francotirador afín a la rama libia de la organización fundamentalista Estado Islámico (EI).

En cuanto a las bajas, el coronel Mohamad Algbar, otro de los portavoces de la alianza, aseguró que su número superó los 650 soldados muertos desde que comenzara la ofensiva para recuperar la ciudad, el pasado mes de mayo.

"En las últimas horas han muerto otros dos milicianos y otros 22 resultaron heridos", señaló.

El oficial se quejó, asimismo, del descenso del apoyo que proporcionaba a la alianza el llamado gobierno de unidad nacional, establecido en Trípoli y apoyado por la ONU pese a carecer de legitimidad internacional y local.

"Los mecanismos de ayuda eran muchos al inicio de la ofensiva, pero ahora es muy débil. La mayor parte de las armas y municiones proviene de la ciudad de Misurata", subrayó.

Las milicias del oeste de Libia, lideradas por la ciudad de Misurata, emprendieron una ofensiva militar para recuperar el control de Sirte, conquistada por los yihadistas en febrero de 2015.

Libia es un estado fallido, víctima del caos y la guerra civil, desde que hace cinco años la comunidad internacional apoyara el alzamiento rebelde en Bengazi y contribuyera militarmente a la caída de Muammar Kaddafi .

Cinco años después, dos gobiernos, uno en Trípoli (oeste) y otro en Tobruk (este) luchan por hacerse con el poder y el control de los recursos petroleros con ayuda de decenas milicias que cambian a menudo de bando.

De la situación se han beneficiado grupos yihadistas como la rama libia del Estado Islámico, Boko Haram o la organización de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI) que han penetrado y extendido su influencia en el país.


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