Profesor y payaso fue denunciado por “violento”

El hombre fue denunciado por violencia de género por su expareja y madre de su hijo. El pasado 1 de noviembre la Justicia hizo lugar a una orden de restricción de acercamiento y suspensión de visitas al menor, pero por la fuerza intentó encontrarse con el pequeño, relató la víctima. Intervino Fiscalía.

10 NOV 2016 - 21:07 | Actualizado

El pasado 27 de octubre Yael Matos Güimil decidió “no aguantar ni ocultar más” su situación, sentía miedo y a su vez valor. El miedo de no saber hasta dónde podía llegar su ex pareja en un ataque de violencia y valor porque sabía que él estaba de viaje y era la oportunidad para denunciarlo. El caso lo reveló el diario El Patagónico.

Los caminos elegidos fueron dos: ante la Justicia - con exposiciones en la Seccional Policial Primera y en la Comisaría de la Mujer- y a través de su cuenta personal de Facebook. En la red social, su descargo daba cuenta de una historia de violencia que comenzó cuando aún estaba en pareja con un hombre al cual la víctima identifica como Leandro Sánchez Araúz.

“Hoy hablo porque después de un tiempo de tranquilidad en el que hubo intentos por tener una comunicación positiva y él había dejado de violentarse volvió a empezar todo, los agravios a mi casa, las amenazas de muerte, de prenderme fuego, de destruir mi casa y de llevarse a mi hijo a otro país”, posteó la joven.

Para Yael, Leandro no representa un peligro sólo para ella y su hijo, sino también los entornos que frecuenta donde cumple rol como “profe, coordinador, animador, payaso y actor”, porque según sus dichos “es un violento y no diferencia, ni siquiera es un caso de violencia de género porque puede actuar en contra de cualquiera”. Hay denuncias en la Comisaría Segunda de Comodoro, en Rada Tilly y hasta en Gaiman.

Según el relato de Yael, Sánchez trabajó en colonias de vacaciones coordinando grupos e incluso como apoyo de recreación en instituciones que atienden a chicos con discapacidad.

Cómplices

“Quiero decir que mientras su círculo de trabajo, amigos y familiares lo sigan aceptando, conteniendo, entendiendo y justificando se convierten en cómplices de las atrocidades que él hace”. El 1 de noviembre después de las denuncias realizadas, la Justicia hizo lugar a una restricción de acercamiento y la suspensión del régimen de visitas que tenía con su pequeño hijo. Esto sólo empeoró la situación para la joven, que ayer volvió a usar la red social para denunciar que Sánchez volvió a agredirla, por tres meses debía permanecer 600 metros lejos de su exmujer e hijo, “pero volvió a aparecer, se cuelga de la ventana tratando de agarrarme del cuello, me insulta, arranca la cortina, el caño y los ganchos de la ventana, me amenaza con que retire los cargos porque si no se me termina todo. Agarra un vidrio de afuera y me lo tira a las piernas. Amenaza con matar a la persona que está conmigo y se va”, escribió.

Esto motivó a Yael a llevar su pedido de defensa y justicia a Fiscalía donde radicó la denuncia este mediodía. “Aviso para que sepan que si algo más me pasa, él y el sistema son los responsables”, advirtió la joven madre y cuestionó el rol de los efectivos policiales que al ser llamados para que hagan cumplir la restricción de acercamiento se molestaron por el horario de la llamada, cortaron la comunicación telefónica con ella y no devolvieron la llamada. “Llamé diez veces más y nadie me atendió”, describió aludiendo a una situación de total abandono.

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10 NOV 2016 - 21:07

El pasado 27 de octubre Yael Matos Güimil decidió “no aguantar ni ocultar más” su situación, sentía miedo y a su vez valor. El miedo de no saber hasta dónde podía llegar su ex pareja en un ataque de violencia y valor porque sabía que él estaba de viaje y era la oportunidad para denunciarlo. El caso lo reveló el diario El Patagónico.

Los caminos elegidos fueron dos: ante la Justicia - con exposiciones en la Seccional Policial Primera y en la Comisaría de la Mujer- y a través de su cuenta personal de Facebook. En la red social, su descargo daba cuenta de una historia de violencia que comenzó cuando aún estaba en pareja con un hombre al cual la víctima identifica como Leandro Sánchez Araúz.

“Hoy hablo porque después de un tiempo de tranquilidad en el que hubo intentos por tener una comunicación positiva y él había dejado de violentarse volvió a empezar todo, los agravios a mi casa, las amenazas de muerte, de prenderme fuego, de destruir mi casa y de llevarse a mi hijo a otro país”, posteó la joven.

Para Yael, Leandro no representa un peligro sólo para ella y su hijo, sino también los entornos que frecuenta donde cumple rol como “profe, coordinador, animador, payaso y actor”, porque según sus dichos “es un violento y no diferencia, ni siquiera es un caso de violencia de género porque puede actuar en contra de cualquiera”. Hay denuncias en la Comisaría Segunda de Comodoro, en Rada Tilly y hasta en Gaiman.

Según el relato de Yael, Sánchez trabajó en colonias de vacaciones coordinando grupos e incluso como apoyo de recreación en instituciones que atienden a chicos con discapacidad.

Cómplices

“Quiero decir que mientras su círculo de trabajo, amigos y familiares lo sigan aceptando, conteniendo, entendiendo y justificando se convierten en cómplices de las atrocidades que él hace”. El 1 de noviembre después de las denuncias realizadas, la Justicia hizo lugar a una restricción de acercamiento y la suspensión del régimen de visitas que tenía con su pequeño hijo. Esto sólo empeoró la situación para la joven, que ayer volvió a usar la red social para denunciar que Sánchez volvió a agredirla, por tres meses debía permanecer 600 metros lejos de su exmujer e hijo, “pero volvió a aparecer, se cuelga de la ventana tratando de agarrarme del cuello, me insulta, arranca la cortina, el caño y los ganchos de la ventana, me amenaza con que retire los cargos porque si no se me termina todo. Agarra un vidrio de afuera y me lo tira a las piernas. Amenaza con matar a la persona que está conmigo y se va”, escribió.

Esto motivó a Yael a llevar su pedido de defensa y justicia a Fiscalía donde radicó la denuncia este mediodía. “Aviso para que sepan que si algo más me pasa, él y el sistema son los responsables”, advirtió la joven madre y cuestionó el rol de los efectivos policiales que al ser llamados para que hagan cumplir la restricción de acercamiento se molestaron por el horario de la llamada, cortaron la comunicación telefónica con ella y no devolvieron la llamada. “Llamé diez veces más y nadie me atendió”, describió aludiendo a una situación de total abandono.


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