Todo empezó con el peor dramatismo. Ya no el de la necesidad de Estrella Norte para obtener un resultado salvador. Con apenas 3’ el volante Gustavo Heredia presionó la salida del arquero Giacone con el peor final. El jugador visitante quedó en el césped envuelto en dolor y con la postal menos deseada: grave lesión, ambulancia en cancha y la preocupación de propios y extraños.
Después del receso obligado costó enfocarse en lo futbolístico. Huracán fue el que administró la pelota, festejó la “vuelta” de Asencio y se asoció con criterio ofensivo.
Sarati y Soloaga gozaron de libertades para manejar el medio frente a un rival que se replegó más de la cuenta y acusó el efecto de la lesión imprevista. En las bandas tampoco hubo cerraduras y tanto Barrera como Calfú treparon con plenos poderes.
Trámite sencillo
El gol pareció ser una cuestión de tiempo. Sarati tiró un buscapié que terminó en los pies de Bustos. El “Chaca” apareció liberado por el fondo para corregir y vencer al arquero Chaile en el 1-0 a los 23 minutos de la etapa inicial.
El grito descomprimió y le dio todavía más libertades al juego del Globo. Con Asencio en llamas, aparecieron los espacios y los pases entre líneas. También los foules al borde del área, convirtiéndose en un acertijo para el ya desconcertado Estrella. Por eso gritó el segundo a los 29’ por un testazo de Esteban Selpa tras un centro telescópico de Nicolás Barrera.
Huracán pudo aumentar con otra sutileza de Asencio para Selpa que salvó el arquero caletense y por otra entrada del imparable Jeremías, obstruído por un defensor.
Y hubo una más para cerrar el primer tiempo, una bocha de Villarroel que Asencio -de nuevo- no pudo empujar a la red después de sacarse de encima a Chaile. Un 2-0 parecido a una tromba. Un dominador pleno que nunca levantó el pie del acelerador. Y un rival subordinado que entendió que no era su tarde.
El partido nunca cambió en su concepción. Estrella agotó las reservas que le quedaban, sufrió otra variante por lesión y lo peor, nunca le pudo cortar el circuito a un Huracán que perdió profundidad, con cierto conformismo.
D’Auggero y Ayrton Rojas fueron habitantes de una isla solitaria. Y el equipo caletense optó por transitar así, con dignidad, sus últimos minutos en el Federal B sabiendo que la batalla estaba perdida.
Ahora, Germinal
Al “Globo” comodorense le sobró el penal de “Piojo” López y ya piensa en lo que viene, sabiendo que tiene encima el peso de la historia sin importar su armado express y la incertidumbre inicial.
En el “César Muñóz” siempre se pide más. Y se juega un plus. Como si no importaran los nombres, ni las circunstancias. La obligación y el protagonismo siempre estarán como una demanda presente.#
Todo empezó con el peor dramatismo. Ya no el de la necesidad de Estrella Norte para obtener un resultado salvador. Con apenas 3’ el volante Gustavo Heredia presionó la salida del arquero Giacone con el peor final. El jugador visitante quedó en el césped envuelto en dolor y con la postal menos deseada: grave lesión, ambulancia en cancha y la preocupación de propios y extraños.
Después del receso obligado costó enfocarse en lo futbolístico. Huracán fue el que administró la pelota, festejó la “vuelta” de Asencio y se asoció con criterio ofensivo.
Sarati y Soloaga gozaron de libertades para manejar el medio frente a un rival que se replegó más de la cuenta y acusó el efecto de la lesión imprevista. En las bandas tampoco hubo cerraduras y tanto Barrera como Calfú treparon con plenos poderes.
Trámite sencillo
El gol pareció ser una cuestión de tiempo. Sarati tiró un buscapié que terminó en los pies de Bustos. El “Chaca” apareció liberado por el fondo para corregir y vencer al arquero Chaile en el 1-0 a los 23 minutos de la etapa inicial.
El grito descomprimió y le dio todavía más libertades al juego del Globo. Con Asencio en llamas, aparecieron los espacios y los pases entre líneas. También los foules al borde del área, convirtiéndose en un acertijo para el ya desconcertado Estrella. Por eso gritó el segundo a los 29’ por un testazo de Esteban Selpa tras un centro telescópico de Nicolás Barrera.
Huracán pudo aumentar con otra sutileza de Asencio para Selpa que salvó el arquero caletense y por otra entrada del imparable Jeremías, obstruído por un defensor.
Y hubo una más para cerrar el primer tiempo, una bocha de Villarroel que Asencio -de nuevo- no pudo empujar a la red después de sacarse de encima a Chaile. Un 2-0 parecido a una tromba. Un dominador pleno que nunca levantó el pie del acelerador. Y un rival subordinado que entendió que no era su tarde.
El partido nunca cambió en su concepción. Estrella agotó las reservas que le quedaban, sufrió otra variante por lesión y lo peor, nunca le pudo cortar el circuito a un Huracán que perdió profundidad, con cierto conformismo.
D’Auggero y Ayrton Rojas fueron habitantes de una isla solitaria. Y el equipo caletense optó por transitar así, con dignidad, sus últimos minutos en el Federal B sabiendo que la batalla estaba perdida.
Ahora, Germinal
Al “Globo” comodorense le sobró el penal de “Piojo” López y ya piensa en lo que viene, sabiendo que tiene encima el peso de la historia sin importar su armado express y la incertidumbre inicial.
En el “César Muñóz” siempre se pide más. Y se juega un plus. Como si no importaran los nombres, ni las circunstancias. La obligación y el protagonismo siempre estarán como una demanda presente.#