Los desastres naturales por el cambio climático generan más pobreza

Los desastres naturales causados por los fenómenos meteorológicos extremos, agravados por el cambio climático, causan un daño económico de más de trescientos mil millones de dólares al año y arrastran a 26 millones de personas a la pobreza, según un informe del Banco Mundial y del Fondo Mundial para la Reducción de los Desastres y la Recuperación (GFDRR), presentado hoy en la cumbre del clima de Marrakech (COP22).

14 NOV 2016 - 10:26 | Actualizado

El documento cuantifica los impactos humanos y económicos de este tipo de desastres, poniendo de manifiesto que son mucho más devastadores de lo que se pensaba.

Asimismo, el informe reveló que América Latina y el Caribe son las regiones del mundo más afectadas por las inundaciones o sequías cuya frecuencia e intensidad está aumentando el cambio climático.

En esta región, las pérdidas provocadas por estos eventos extremos alcanzan un promedio de 84.000 millones de dólares al año.

En la mayoría de los países centroamericanos, la pobreza de las poblaciones afectadas por huracanes se incrementó en hasta un 14 por ciento, consignó un despacho de la agencia EFE.

Según el documento, durante 2015 las aseguradoras desembolsaron 92.000 millones de dólares por costes asociados a los eventos meteorológicos extremos.

Sin embargo, la estimación de los daños causados por inundaciones, sequías o huracanes ascendió el pasado año a trescientos mil millones de dólares, ya que la mayoría de ellos se produjeron en países pobres y en áreas no cubiertas por las aseguradoras, explicó la economista que dirigió el estudio, Stephane Hallegatte.

"Las personas pobres y en situación de exclusión sufrieron las mayores pérdidas ya que sus medios de vida dependen de menos activos, su consumo está más cerca de los niveles de subsistencia, y no pueden recurrir a unos ahorros para suavizar las consecuencias de los desastres", señaló la especialista.

Para la realización del estudio se “evaluaron los impactos de las iniciativas llevadas a cabo por los países para generar resiliencia frente a estos desastres, como los sistemas de alerta temprana, o las pólizas de seguros y los sistemas de protección social", explicó Hallegatte.

En este sentido, remarcó que “la conclusión” fue que “la combinación de esas medidas permitiría a los países y las comunidades ahorrar cien mil millones de dólares y reducir en un 20 por ciento el impacto total de los desastres sobre el bienestar".

Por su parte, Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, señaló que “los eventos climáticos de gran envergadura ponen en peligro décadas de avances en la lucha contra la pobreza" y remarcó que “generar resiliencia frente a estos eventos extremos no es solo un objetivo razonable desde el punto de vista económico, es también un imperativo moral".

14 NOV 2016 - 10:26

El documento cuantifica los impactos humanos y económicos de este tipo de desastres, poniendo de manifiesto que son mucho más devastadores de lo que se pensaba.

Asimismo, el informe reveló que América Latina y el Caribe son las regiones del mundo más afectadas por las inundaciones o sequías cuya frecuencia e intensidad está aumentando el cambio climático.

En esta región, las pérdidas provocadas por estos eventos extremos alcanzan un promedio de 84.000 millones de dólares al año.

En la mayoría de los países centroamericanos, la pobreza de las poblaciones afectadas por huracanes se incrementó en hasta un 14 por ciento, consignó un despacho de la agencia EFE.

Según el documento, durante 2015 las aseguradoras desembolsaron 92.000 millones de dólares por costes asociados a los eventos meteorológicos extremos.

Sin embargo, la estimación de los daños causados por inundaciones, sequías o huracanes ascendió el pasado año a trescientos mil millones de dólares, ya que la mayoría de ellos se produjeron en países pobres y en áreas no cubiertas por las aseguradoras, explicó la economista que dirigió el estudio, Stephane Hallegatte.

"Las personas pobres y en situación de exclusión sufrieron las mayores pérdidas ya que sus medios de vida dependen de menos activos, su consumo está más cerca de los niveles de subsistencia, y no pueden recurrir a unos ahorros para suavizar las consecuencias de los desastres", señaló la especialista.

Para la realización del estudio se “evaluaron los impactos de las iniciativas llevadas a cabo por los países para generar resiliencia frente a estos desastres, como los sistemas de alerta temprana, o las pólizas de seguros y los sistemas de protección social", explicó Hallegatte.

En este sentido, remarcó que “la conclusión” fue que “la combinación de esas medidas permitiría a los países y las comunidades ahorrar cien mil millones de dólares y reducir en un 20 por ciento el impacto total de los desastres sobre el bienestar".

Por su parte, Jim Yong Kim, presidente del Banco Mundial, señaló que “los eventos climáticos de gran envergadura ponen en peligro décadas de avances en la lucha contra la pobreza" y remarcó que “generar resiliencia frente a estos eventos extremos no es solo un objetivo razonable desde el punto de vista económico, es también un imperativo moral".


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