Cecilia Glanzmann, la Poeta de la Corona

Entrevista con la ganadora de la máxima distinción del Eisteddfod del Chubut 2016.

Cecilia Glanzmann coronada por el poema titulado “Parición” que fue elegido por el jurado como el mejor poema del Eisteddfod 2016.
19 NOV 2016 - 21:49 | Actualizado

El ámbito cultural de la ciudad de Trelew tiene protagonistas de enorme valor por su historia personal y su aporte al desarrollo de distintas las actividades que confluyen en la identidad como comunidad (ver recuadro).

Cecilia Glanzmann es una de esas personas que, destinadas a ser protagonistas de su arte, han conseguido superar el test del tiempo, y no sólo son referentes del pasado sino protagonistas del presente en un ámbito como la literatura, siempre distinguido por su calidad en nuestra región.

Cecilia Glanzmann fue premiada con la Corona del Poeta en la última jornada de competencias del Eisteddfod del Chubut realizada el mes pasado en Trelew.

La poeta se presentó con el seudónimo de Eithnne con el poema titulado “Parición” que fue elegido por el jurado como el mejor poema de la competencia. Jornada dialogó con la poeta y en una extensa charla se refirió a los principales momentos de larga trayectoria, su escritura y su compromiso con la literatura y con la vida .

-Felicitaciones por la Corona del Poeta ganada en el Eisteddfod en el poema “Parición”. ¿Usted ya había participado en ediciones anteriores?

-Muchas gracias. Y sí, ya había participado. Hacía 14 años de la anterior participación. Mi historia con el Eisteddfod comenzó cuando me vine a vivir acá. Cuando viví el Primer Eisteddfod me maravilló.

A partir de ese año no dejé de ir a ningún Eisteddfod.

En 1995 participé con una trilogía se llamaba “Juglares del silencio” en el Eistedffod de Trevelin. Allí obtuve el primer premio. Ellos no le llamaban Corona del Poeta así que obtuve el equivalente a la Corona del Poeta. Al año siguiente mandé al Eisteddfod de Chubut que se hizo en el Salón San David, “Un espacio para tu sed” y el otro poema de la trilogía que obtuvieron una mención.

Volví a participar en 2002 con el poema “Persistir” y en 2004 con otra participación que recibió una mención. Desde entonces hasta ahora no había participado, aunque sigo vinculada de alguna manera ya que soy parte del Círculo bárdico.

Este año tenía cosas nuevas y decidí mandar. Envié “Parición” y fue elegido como el mejor poema de verso libre del Eisteddfod.

-¿Cómo fue crear un poema como “Parición”?

-Sin querer, adentro de un libro encontré el borrador de Parición. Allí estaban esas líneas que retomé y empecé a trabajar hasta que salió el poema. Y en este caso este poema habla de lo que ocurre en el acto de creación. Lo que ocurre con la palabra pero lo podemos trasladar a cualquier otra disciplina artística. Yo escribo otras cosas, otros géneros, pero con la poesía sucede algo muy particular e íntimo. Intervienen mucho los sentimientos, las emociones, a veces el inconsciente y el subconsciente. La poesía nos desnuda y nos sorprende a los mismos que la escribimos.

-Escuchar la lectura de Sandra Jones nos brindó la posibilidad de apreciar la gran musicalidad de los versos de “Parición”.

-Sí. La poesía tiene que tener musicalidad. Uno a veces no se da cuenta pero está en la pausa versal que uno hace, con mayúsculas, sin mayúsculas, con los signos de puntuación que pone o que no pone. Todo va fluyendo porque la poesía tiene que tener algo de eso que la conecta con la música.

-¿Cuándo comenzó a asistir a congresos y cuál le dejó el mejor de los recuerdos?

-Antes de recibirme de maestra ya estaba haciendo cursos de perfeccionamiento. Siempre me ha gustado capacitarme y me sigue gustando. Primero eran educativos, y luego fueron congresos de lingüística y literatura y después ya fueron Simposios de literatura. En ocasión de la presentación de Hilanderos de la luz, en 1998, en el Centro Cultural Borges me hablan de llevar ese libro al Simposio Internacional que se iba a hacer en Guatemala al año siguiente. Fue un simposio maravilloso que estuvo dedicado a Borges y a Asturias y la verdad es que fue un Simposio que me trae un hermoso recuerdo.

-De su amplia producción. ¿Qué obras le han dado más satisfacciones?

-Uno tiene que querer lo que hace, así que siempre las quiero a todas. Todas me han dado muchas satisfacciones. Uno ha escuchado a tantos escritores, empezando por Borges que han dicho esto no lo hubiera publicado, o le cambiaría tal cosa. Y es que uno va cambiando y es por eso que tiene que aceptar el momento histórico de lo que, como ser humano, hace. No para justificarlo sino para entenderlo y cambiarlo si corresponde. Nos soy una escritora regionalista. Y recuerdo algo que decía Virgilio Zampini, en relación a que si uno pone una sola palabra en un texto, digamos piquillín, o meseta, la referencia está. “Bocas del silencio” , es el único texto que tengo dedicado a la Patagonia.

“Juglares del Silencio” tiene una relación con los pueblos originarios; “Amor de remolacha” es un texto que se sigue leyendo a pesar de sus años. Y el año pasado presenté en la Escuela Nueva y en “Amor de remolacha” en un texto se trata el tema de drogas y de violencia familiar y a partir de allí se pudo dialogar con los chicos de esos temas. Fue una manera de ayudarlos a tomar conciencia. Fue un momento precioso. Y de mi último libro “Cuando amar es vertiente”, escuché que me encontraban como distinta. Hay una evolución de la que uno no se da cuenta, pero quienes lo leen sí lo perciben.

-Cecilia Glanzmann como escritora ¿ha escrito todo lo que ha deseado? 0 ¿sigue buscando más?

-Yo dejo que fluya todo en mi vida. Sí, tal vez, estoy en una especie de alto en el camino. Estoy tratando de ver cosas que ya están agotadas, estoy tratando de recopilar y lo que se hizo hasta ahora para que salga. Y, debo decir que es bastante complicado. Pero uno sigue escribiendo. A mí me gusta escribir para niños también y allí si bien hay poesía, hay mucho más cuentos. Participo regularmente de Congresos donde expongo no sólo sobre mis libros, también presento libros de otros escritores. En el último Congreso en el que participé semanas atrás, estuve en una mesa de narrativa, hablé de mi última producción que pronto se va a presentar acá. Es un poemario que llama “Cuando amar es vertiente” es una oda al amor de pareja. Soy muy inquieta y estoy en muchas cosas. No le pongo moño a nada.

Me gusta la vida. Amo la vida. Disfruto de viajar, de disfrutar una planta, una flor. Y todo eso tiene que ver con la poesía porque hay una sensibilidad con respecto al otro y al mundo, en general. A través de la poesía lo puedo decir, porque mi compromiso es con los valores, con una conciencia más abierta, más espiritual más solidaria. Y uno tiene la esperanza de que hay gente de bien que trabaja y hace las cosas buenas. En este sentido, todos los que podemos hacer algo debemos hacerlo. #

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Cecilia Glanzmann coronada por el poema titulado “Parición” que fue elegido por el jurado como el mejor poema del Eisteddfod 2016.
19 NOV 2016 - 21:49

El ámbito cultural de la ciudad de Trelew tiene protagonistas de enorme valor por su historia personal y su aporte al desarrollo de distintas las actividades que confluyen en la identidad como comunidad (ver recuadro).

Cecilia Glanzmann es una de esas personas que, destinadas a ser protagonistas de su arte, han conseguido superar el test del tiempo, y no sólo son referentes del pasado sino protagonistas del presente en un ámbito como la literatura, siempre distinguido por su calidad en nuestra región.

Cecilia Glanzmann fue premiada con la Corona del Poeta en la última jornada de competencias del Eisteddfod del Chubut realizada el mes pasado en Trelew.

La poeta se presentó con el seudónimo de Eithnne con el poema titulado “Parición” que fue elegido por el jurado como el mejor poema de la competencia. Jornada dialogó con la poeta y en una extensa charla se refirió a los principales momentos de larga trayectoria, su escritura y su compromiso con la literatura y con la vida .

-Felicitaciones por la Corona del Poeta ganada en el Eisteddfod en el poema “Parición”. ¿Usted ya había participado en ediciones anteriores?

-Muchas gracias. Y sí, ya había participado. Hacía 14 años de la anterior participación. Mi historia con el Eisteddfod comenzó cuando me vine a vivir acá. Cuando viví el Primer Eisteddfod me maravilló.

A partir de ese año no dejé de ir a ningún Eisteddfod.

En 1995 participé con una trilogía se llamaba “Juglares del silencio” en el Eistedffod de Trevelin. Allí obtuve el primer premio. Ellos no le llamaban Corona del Poeta así que obtuve el equivalente a la Corona del Poeta. Al año siguiente mandé al Eisteddfod de Chubut que se hizo en el Salón San David, “Un espacio para tu sed” y el otro poema de la trilogía que obtuvieron una mención.

Volví a participar en 2002 con el poema “Persistir” y en 2004 con otra participación que recibió una mención. Desde entonces hasta ahora no había participado, aunque sigo vinculada de alguna manera ya que soy parte del Círculo bárdico.

Este año tenía cosas nuevas y decidí mandar. Envié “Parición” y fue elegido como el mejor poema de verso libre del Eisteddfod.

-¿Cómo fue crear un poema como “Parición”?

-Sin querer, adentro de un libro encontré el borrador de Parición. Allí estaban esas líneas que retomé y empecé a trabajar hasta que salió el poema. Y en este caso este poema habla de lo que ocurre en el acto de creación. Lo que ocurre con la palabra pero lo podemos trasladar a cualquier otra disciplina artística. Yo escribo otras cosas, otros géneros, pero con la poesía sucede algo muy particular e íntimo. Intervienen mucho los sentimientos, las emociones, a veces el inconsciente y el subconsciente. La poesía nos desnuda y nos sorprende a los mismos que la escribimos.

-Escuchar la lectura de Sandra Jones nos brindó la posibilidad de apreciar la gran musicalidad de los versos de “Parición”.

-Sí. La poesía tiene que tener musicalidad. Uno a veces no se da cuenta pero está en la pausa versal que uno hace, con mayúsculas, sin mayúsculas, con los signos de puntuación que pone o que no pone. Todo va fluyendo porque la poesía tiene que tener algo de eso que la conecta con la música.

-¿Cuándo comenzó a asistir a congresos y cuál le dejó el mejor de los recuerdos?

-Antes de recibirme de maestra ya estaba haciendo cursos de perfeccionamiento. Siempre me ha gustado capacitarme y me sigue gustando. Primero eran educativos, y luego fueron congresos de lingüística y literatura y después ya fueron Simposios de literatura. En ocasión de la presentación de Hilanderos de la luz, en 1998, en el Centro Cultural Borges me hablan de llevar ese libro al Simposio Internacional que se iba a hacer en Guatemala al año siguiente. Fue un simposio maravilloso que estuvo dedicado a Borges y a Asturias y la verdad es que fue un Simposio que me trae un hermoso recuerdo.

-De su amplia producción. ¿Qué obras le han dado más satisfacciones?

-Uno tiene que querer lo que hace, así que siempre las quiero a todas. Todas me han dado muchas satisfacciones. Uno ha escuchado a tantos escritores, empezando por Borges que han dicho esto no lo hubiera publicado, o le cambiaría tal cosa. Y es que uno va cambiando y es por eso que tiene que aceptar el momento histórico de lo que, como ser humano, hace. No para justificarlo sino para entenderlo y cambiarlo si corresponde. Nos soy una escritora regionalista. Y recuerdo algo que decía Virgilio Zampini, en relación a que si uno pone una sola palabra en un texto, digamos piquillín, o meseta, la referencia está. “Bocas del silencio” , es el único texto que tengo dedicado a la Patagonia.

“Juglares del Silencio” tiene una relación con los pueblos originarios; “Amor de remolacha” es un texto que se sigue leyendo a pesar de sus años. Y el año pasado presenté en la Escuela Nueva y en “Amor de remolacha” en un texto se trata el tema de drogas y de violencia familiar y a partir de allí se pudo dialogar con los chicos de esos temas. Fue una manera de ayudarlos a tomar conciencia. Fue un momento precioso. Y de mi último libro “Cuando amar es vertiente”, escuché que me encontraban como distinta. Hay una evolución de la que uno no se da cuenta, pero quienes lo leen sí lo perciben.

-Cecilia Glanzmann como escritora ¿ha escrito todo lo que ha deseado? 0 ¿sigue buscando más?

-Yo dejo que fluya todo en mi vida. Sí, tal vez, estoy en una especie de alto en el camino. Estoy tratando de ver cosas que ya están agotadas, estoy tratando de recopilar y lo que se hizo hasta ahora para que salga. Y, debo decir que es bastante complicado. Pero uno sigue escribiendo. A mí me gusta escribir para niños también y allí si bien hay poesía, hay mucho más cuentos. Participo regularmente de Congresos donde expongo no sólo sobre mis libros, también presento libros de otros escritores. En el último Congreso en el que participé semanas atrás, estuve en una mesa de narrativa, hablé de mi última producción que pronto se va a presentar acá. Es un poemario que llama “Cuando amar es vertiente” es una oda al amor de pareja. Soy muy inquieta y estoy en muchas cosas. No le pongo moño a nada.

Me gusta la vida. Amo la vida. Disfruto de viajar, de disfrutar una planta, una flor. Y todo eso tiene que ver con la poesía porque hay una sensibilidad con respecto al otro y al mundo, en general. A través de la poesía lo puedo decir, porque mi compromiso es con los valores, con una conciencia más abierta, más espiritual más solidaria. Y uno tiene la esperanza de que hay gente de bien que trabaja y hace las cosas buenas. En este sentido, todos los que podemos hacer algo debemos hacerlo. #


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