Media sanción a la ley de cannabis medicinal: el INTA podrá cultivarla

La Cámara de Diputados aprobó en general por 221 votos y giró al Senado el proyecto de ley que autoriza al Estado a importar y distribuir en forma gratuita el aceite para tratar determinadas enfermedades, pero sin permitir el monocultivo.Se habilita al INTA a cultivarla en el marco de proyectos de investigación científica.

23 NOV 2016 - 17:57 | Actualizado

Con 221 votos a favor y una sola abstención, la Cámara Baja avaló la iniciativa que faculta al Estado, a través del Ministerio de Salud, a proporcionar de manera gratuita el medicamento para aliviar los síntomas de los pacientes con epilepsia refractaria, fibromialgia y otras patologías graves.
La normativa, sin embargo, no avanza en la legalización del autocultivo, tal como pretendían organizaciones de familiares y la bancada kirchnerista.
"Con este proyecto, quienes se incorporen al programa van a tener un cuidado integral de su salud, van a tener un Estado que les va a proporcionar el aceite de cannabis, se va a hacer docencia a los médicos", anunció el miembro informante del oficialismo, el radical Luis Petri.
En un primer momento, el Estado se haría responsable de la importación del aceite de cannabis a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para abastecer de manera gratuita a aquellos pacientes que lo requieran contra prescripción médica.
Más allá de que la regla general será la importación del aceite cannábico, en el tratamiento en particular se lograron incorporar modificaciones para que los laboratorios públicos puedan producir localmente.
Además, se agregó un artículo que habilita al INTA a cultivar en el marco de proyectos de investigación científica, para indagar sobre las propiedades terapéuticas de la sustancia.
El uso de cannabis con finalidad medicinal ya está legalizada en países como Canadá, Alemania, Israel, Colombia, México, Chile, Uruguay, Colombia y 25 estados de Estados Unidos.
La iniciativa, que ahora deberá ser refrendada en el Senado, crea un registro nacional voluntario y confidencial de pacientes y familiares de pacientes que acrediten algunas de las patologías incluidas en la reglamentación del programa, a quienes se les permitirá la importación gratuita.
"Tuvimos durante todo este tiempo un Estado ausente en lo que tiene que ver con políticas públicas a partir de la elaboración de cannabis. Si el Estado hubiera estado presente, tendríamos en nuestro poder estudios que acreditaran los efectos positivos de la utilización del cannabis para todas y cada una de las patologías", lamentó Petri, que hizo hincapié en la falta de voluntad política de gobiernos anteriores de hacerse cargo de la problemática.
La diputada kirchnerista Carolina Gaillard saludó que finalmente el tema haya llegado al recinto, pero lamentó que en el dictamen de mayoría suscripto por el oficialismo, parte del Frente Renovador y el bloque Justicialista no esté presente la habilitación del autocultivo.
Advirtió que el aceite que se importa "sólo sirve para algunos casos" y para algunas patologías, por lo que insistió en darle prioridad al dictamen de minoría del Frente para la Victoria y otros bloques de la oposición.
"Este dictamen que hoy vamos a tratar requiere necesariamente que nosotros contemplemos la autorización para que estas madres y los miles de pacientes de todo el país puedan hacerlo sin estar expuestos", dijo.
La diputada del FpV-PJ advirtió que la ley de estupefacientes vigente "penaliza" y "criminaliza" a las madres que "si no fuera por el autocultivo no tendrían cómo garantizarles a sus hijos" el medicamento para paliar los dolores.
Al respecto, precisó que una madre que cultiva cannabis tiene una pena de entre 4 y 15 años de prisión, mientras que instó a dejar a atrás el paradigma que obliga a los consumidores a "recurrir al mercado negro".
"No podemos ser hipócritas porque muchas madres que no cultivan acceden al aceite gracias a los cultivadores que están penalizados", concluyó.
Por su parte, Felipe Solá (Frente Renovador) planteó dar curso a una "transición" que les de vía libre a los usuarios y familiares para que puedan producir hasta tanto el Estado esté en condiciones de producir el aceite a través de los laboratorios públicos, pero en la votación en particular su propuesta fue desechada.
En esta línea, propuso la creación de un registro de personas que realizan autocultivo, de manera tal que la marihuana no se convierta en un "gran cultivo" en la Argentina.
"Yo les digo, por haber sido secretario de Agricultura, que no hay nada más difícil de controlar que el crecimiento de un gran cultivo", advirtió el diputado massista.
El proyecto, que obtuvo dictamen a fines de octubre en un plenario de las comisiones de Seguridad Interior, Salud y Legislación Penal, seguirá su curso en el Senado, donde su aprobación definitiva es una incógnita ya que la semana que viene expira el período de sesiones ordinarias y el tema, por ahora, no está en agenda.
 

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23 NOV 2016 - 17:57

Con 221 votos a favor y una sola abstención, la Cámara Baja avaló la iniciativa que faculta al Estado, a través del Ministerio de Salud, a proporcionar de manera gratuita el medicamento para aliviar los síntomas de los pacientes con epilepsia refractaria, fibromialgia y otras patologías graves.
La normativa, sin embargo, no avanza en la legalización del autocultivo, tal como pretendían organizaciones de familiares y la bancada kirchnerista.
"Con este proyecto, quienes se incorporen al programa van a tener un cuidado integral de su salud, van a tener un Estado que les va a proporcionar el aceite de cannabis, se va a hacer docencia a los médicos", anunció el miembro informante del oficialismo, el radical Luis Petri.
En un primer momento, el Estado se haría responsable de la importación del aceite de cannabis a través de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT) para abastecer de manera gratuita a aquellos pacientes que lo requieran contra prescripción médica.
Más allá de que la regla general será la importación del aceite cannábico, en el tratamiento en particular se lograron incorporar modificaciones para que los laboratorios públicos puedan producir localmente.
Además, se agregó un artículo que habilita al INTA a cultivar en el marco de proyectos de investigación científica, para indagar sobre las propiedades terapéuticas de la sustancia.
El uso de cannabis con finalidad medicinal ya está legalizada en países como Canadá, Alemania, Israel, Colombia, México, Chile, Uruguay, Colombia y 25 estados de Estados Unidos.
La iniciativa, que ahora deberá ser refrendada en el Senado, crea un registro nacional voluntario y confidencial de pacientes y familiares de pacientes que acrediten algunas de las patologías incluidas en la reglamentación del programa, a quienes se les permitirá la importación gratuita.
"Tuvimos durante todo este tiempo un Estado ausente en lo que tiene que ver con políticas públicas a partir de la elaboración de cannabis. Si el Estado hubiera estado presente, tendríamos en nuestro poder estudios que acreditaran los efectos positivos de la utilización del cannabis para todas y cada una de las patologías", lamentó Petri, que hizo hincapié en la falta de voluntad política de gobiernos anteriores de hacerse cargo de la problemática.
La diputada kirchnerista Carolina Gaillard saludó que finalmente el tema haya llegado al recinto, pero lamentó que en el dictamen de mayoría suscripto por el oficialismo, parte del Frente Renovador y el bloque Justicialista no esté presente la habilitación del autocultivo.
Advirtió que el aceite que se importa "sólo sirve para algunos casos" y para algunas patologías, por lo que insistió en darle prioridad al dictamen de minoría del Frente para la Victoria y otros bloques de la oposición.
"Este dictamen que hoy vamos a tratar requiere necesariamente que nosotros contemplemos la autorización para que estas madres y los miles de pacientes de todo el país puedan hacerlo sin estar expuestos", dijo.
La diputada del FpV-PJ advirtió que la ley de estupefacientes vigente "penaliza" y "criminaliza" a las madres que "si no fuera por el autocultivo no tendrían cómo garantizarles a sus hijos" el medicamento para paliar los dolores.
Al respecto, precisó que una madre que cultiva cannabis tiene una pena de entre 4 y 15 años de prisión, mientras que instó a dejar a atrás el paradigma que obliga a los consumidores a "recurrir al mercado negro".
"No podemos ser hipócritas porque muchas madres que no cultivan acceden al aceite gracias a los cultivadores que están penalizados", concluyó.
Por su parte, Felipe Solá (Frente Renovador) planteó dar curso a una "transición" que les de vía libre a los usuarios y familiares para que puedan producir hasta tanto el Estado esté en condiciones de producir el aceite a través de los laboratorios públicos, pero en la votación en particular su propuesta fue desechada.
En esta línea, propuso la creación de un registro de personas que realizan autocultivo, de manera tal que la marihuana no se convierta en un "gran cultivo" en la Argentina.
"Yo les digo, por haber sido secretario de Agricultura, que no hay nada más difícil de controlar que el crecimiento de un gran cultivo", advirtió el diputado massista.
El proyecto, que obtuvo dictamen a fines de octubre en un plenario de las comisiones de Seguridad Interior, Salud y Legislación Penal, seguirá su curso en el Senado, donde su aprobación definitiva es una incógnita ya que la semana que viene expira el período de sesiones ordinarias y el tema, por ahora, no está en agenda.
 


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