El Lobo lo remontó y ganó el partido de ida
Newbery lo empató dos veces y lo terminó ganando. Germinal sufrió el segundo tiempo donde acusó cansancio y confusión. Villegas por dos, Lasso y Erro para el “Aeronauta”. Paranao y Macarof, los tantos del visitante. La final patagónica se definirá en Rawson.
El trámite se cumplió con eficiencia. Sellado, en tiempo y forma. Jorge Newbery tiró abajo todas las especulaciones ganando 4 a 2 la primera final de la zona sur dando vuelta el trámite y golpeando a un Germinal shockeado. Y ahora, obligado.
Videla arrancó siendo un Fórmula Uno, sin pisar el freno y Mauro Villegas, otro buen sprinter, tuvo en sus pies la primera a los 2 minutos de juego. El punta quedó mano a mano pero falló en la definición, pateando al cuerpo de Matías López que zafó después de varios rebotes.
Diego Flamenco y Arancibia no ganaron para sustos. El “Lobo” apostó al ataque, al achique explosivo en el medio y al manejo de Nieto y Loncón para alimentar a los de arriba.
Germinal se tomó un tiempo para digerir la adversidad. Ni Matías Paranao ni Agustín Segundo gravitaron por afuera. Y Darío Zampini no pudo con su soledad.
El local se complicó solo en un par de salidas en falso: el debutante Alvarez se enredó en la confusión y casi lo paga caro.
En una acción colectiva, Blas Sosa asistió a Darío Pellejero quien la punteó cerca del palo encendiendo todas las alarmas. Por eso a los 20 minutos Murúa quemó un cambio, advirtiendo los nervios del debutante y mandando a la cancha a Leandro Velázquez para soldar la grieta. La visita advirtió el detalle y se adelantó ya más liberado, respirando por sus propios medios, poniendo el juego en el freezer.
Los primeros goles
Jorge Newbery dejó enfriar su mejor momento, extrañó ausencias claves y terminó perdiendo presencia en el área.
Las pelotas detenidas le dieron pista a Bravo González que renovó la confianza y tuvo premio: Flamenco la peleó en posición de delantero y Paranao la aguantó en el área para definir de media vuelta, abajo, al rincón lejano de Tula.
El local tuvo alivio rápido porque un remate de Videla encontró la mano de Flamenco y ésto derivó en un penal pitado por el árbitro Ramundo. Villegas no falló desde los doce pasos y le dió algún crédito a la lógica para el 1-1 con polémica y un cierre algo más optimista para un Newbery que sin jugar mejor, hizo el gasto.
Hizo la diferencia
Apenas abrió el complemento lo desperdició Videla tras un centro de Villegas con defensores en frío pero el gol estuvo enfrente. Tras un mal despeje, Nicolás Macarof ejecutó un misil que estalló en la red para el 2-1. Newbery optó por arriesgar, defender con tres e instalar a Erro y Lasso en la zona de fuego aunque la obsesión no terminó siendo la mejor consejera. Loncón no pudo conectar luego de un pase de Villegas y el “Lobo” aún con sus limitaciones, mostró las garras para ser una tromba en 8 minutos. Primero Villegas rompió el arco; Jorge Lasso resolvió con clase tras asistencia de Benites -eje del segundo tiempo- y después Franco Erro tocó a la altura del punto penal gritando el 4-2 cuando Germinal ya lo sufría física y mentalmente. Aunque nada parezca ser definitivo, Newbery pegó primero y con la autoridad de un favorito. Sin acusar los golpes, empujado por su gente y aún sin ser un muestrario futbolístico. La diferencia está firmada pero no archivada.
El trámite se cumplió con eficiencia. Sellado, en tiempo y forma. Jorge Newbery tiró abajo todas las especulaciones ganando 4 a 2 la primera final de la zona sur dando vuelta el trámite y golpeando a un Germinal shockeado. Y ahora, obligado.
Videla arrancó siendo un Fórmula Uno, sin pisar el freno y Mauro Villegas, otro buen sprinter, tuvo en sus pies la primera a los 2 minutos de juego. El punta quedó mano a mano pero falló en la definición, pateando al cuerpo de Matías López que zafó después de varios rebotes.
Diego Flamenco y Arancibia no ganaron para sustos. El “Lobo” apostó al ataque, al achique explosivo en el medio y al manejo de Nieto y Loncón para alimentar a los de arriba.
Germinal se tomó un tiempo para digerir la adversidad. Ni Matías Paranao ni Agustín Segundo gravitaron por afuera. Y Darío Zampini no pudo con su soledad.
El local se complicó solo en un par de salidas en falso: el debutante Alvarez se enredó en la confusión y casi lo paga caro.
En una acción colectiva, Blas Sosa asistió a Darío Pellejero quien la punteó cerca del palo encendiendo todas las alarmas. Por eso a los 20 minutos Murúa quemó un cambio, advirtiendo los nervios del debutante y mandando a la cancha a Leandro Velázquez para soldar la grieta. La visita advirtió el detalle y se adelantó ya más liberado, respirando por sus propios medios, poniendo el juego en el freezer.
Los primeros goles
Jorge Newbery dejó enfriar su mejor momento, extrañó ausencias claves y terminó perdiendo presencia en el área.
Las pelotas detenidas le dieron pista a Bravo González que renovó la confianza y tuvo premio: Flamenco la peleó en posición de delantero y Paranao la aguantó en el área para definir de media vuelta, abajo, al rincón lejano de Tula.
El local tuvo alivio rápido porque un remate de Videla encontró la mano de Flamenco y ésto derivó en un penal pitado por el árbitro Ramundo. Villegas no falló desde los doce pasos y le dió algún crédito a la lógica para el 1-1 con polémica y un cierre algo más optimista para un Newbery que sin jugar mejor, hizo el gasto.
Hizo la diferencia
Apenas abrió el complemento lo desperdició Videla tras un centro de Villegas con defensores en frío pero el gol estuvo enfrente. Tras un mal despeje, Nicolás Macarof ejecutó un misil que estalló en la red para el 2-1. Newbery optó por arriesgar, defender con tres e instalar a Erro y Lasso en la zona de fuego aunque la obsesión no terminó siendo la mejor consejera. Loncón no pudo conectar luego de un pase de Villegas y el “Lobo” aún con sus limitaciones, mostró las garras para ser una tromba en 8 minutos. Primero Villegas rompió el arco; Jorge Lasso resolvió con clase tras asistencia de Benites -eje del segundo tiempo- y después Franco Erro tocó a la altura del punto penal gritando el 4-2 cuando Germinal ya lo sufría física y mentalmente. Aunque nada parezca ser definitivo, Newbery pegó primero y con la autoridad de un favorito. Sin acusar los golpes, empujado por su gente y aún sin ser un muestrario futbolístico. La diferencia está firmada pero no archivada.