Prisión perpetua para el asesino de una mujer de Madryn descuartizada en Tierra del Fuego

Es Guillermo Daniel Díaz Guerra, condenado por masacrar a su tía Julia Mónica Guerra, en enero pasado. La víctima fue dueña durante muchos años de un conocido videoclub de la ciudad portuaria.

30 NOV 2016 - 20:16 | Actualizado

Guillermo Daniel Díaz Guerra (38) fue condenado este miércoles a prisión perpetua por asesinar a puñaladas y descuartizar a su tía Julia Mónica Guerra (58), en un sangriento hecho ocurrido  en enero pasado en una casa de la ciudad fueguina de Ushuaia. El Tribunal que lo juzgó descartó que fuese "inimputable" como lo manifestó su defensa debido a sus problemas de salud mental, y lo halló culpable del "homicidio agravado por alevosía" de su tía, por lo que seguirá alojado en el pabellón psiquiátrico del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.

El caso causó conmoción en Chubut porque la víctima era una reconocida vecina de Puerto Madryn, quien durante muchos años había estado al frente del videoclub "Sala 1" de la ciudad portuaria y al momento de su asesinato se encontraba radicada en Ushuaia. Julia había tomado el año pasado la decisión de vender su comercio y radicarse en la capital fueguina junto a su hermana Graciela, donde nunca imaginó encontrar tan dramático final.

En su fallo de este miércoles por la tarde, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Ushuaia resolvió que el ahora condenado permanezca en dicha unidad "bajo tratamiento y hasta que los profesionales médicos ordenen que está apto para ser alojado en una cárcel común".

Si bien los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla dieron por acreditados los problemas de salud mental que padece Díaz Guerra, rechazaron el pedido del defensor oficial Gustavo Ariznabarreta de que fuese declarado "inimputable", y por ende, absuelto.

En ese sentido, Ariznabarreta dijo este miércoles a la prensa que una vez que se difundan los fundamentos de la sentencia el 7 de diciembre próximo, analizará si apela el fallo ante el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego.

"Entendemos que la decisión (de los jueces) es contraria a la propuesta exhibida por esta parte. Para nosotros se trata de una persona enferma y rescatamos que seguirá siendo atendida y transitando una evolución de su enfermedad", indicó el defensor.

La audiencia de había comenzado con las "últimas palabras" del Díaz Guerra, quien por primera vez en todo el proceso judicial, decidió hablar. "Me torturaron psicológicamente y este fue el resultado. Mi tía estaba mal de la cabeza. No era lo que se dice un ejemplo de mujer. Andaba en sectas junto a mi tío. Son personas que no son de confianza. Lobos disfrazados de cordero", señaló el hombre y agregó que el crimen fue "en defensa de su madre y del resto de la familia".

Por su parte, el fiscal de juicio Fernando Ballester Bidau había solicitado en su alegato de este martes que Díaz Guerra fuese condenado a prisión perpetua pero por el delito de "homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía, y por mediar violencia de género", calificación que no fue compartida por el tribunal.

Para el fiscal, el ahora condenado degolló a su tía con un cuchillo, luego descuartizó el cuerpo en tres partes y lo dejó en el baño de la vivienda de la víctima, situada en la calle Las Águilas 1476, del barrio Andino, en la capital fueguina.

De acuerdo a la acusación, el cadáver de Julia fue hallado horas después por su ex pareja, quien en el debate oral contó, entre lágrimas, que la relación entre el acusado y su tía "no era buena" y que éste "ya había amenazado tanto a su madre como a su tía con un cuchillo".

Sobre la salud mental de Díaz Guerra declararon durante el juicio una decena de psicólogos y psiquiatras que trataron al hombre en distintos momentos de su vida y que no lograron ponerse de acuerdo acerca de si es capaz o no de comprender la criminalidad de sus actos.

Mientras que varios familiares de la víctima y del supuesto victimario sí coincidieron en que este último sufre esquizofrenia y trastorno de bipolaridad "desde hace años", y que hasta el momento del crimen no había tenido actitudes violentas ni peligrosas para terceros.

Sin embargo, a través de diversos testimonios se reconstruyeron en el juicio varios "brotes psicóticos", en uno de los cuales Díaz Guerra golpeó a una mujer policía durante un incidente ocurrido en los tribunales de la provincia de Córdoba. Estos testigos relataron, al igual que la ex pareja de la víctima, que la relación entre el acusado y la víctima no era buena y que ésta le había pedido, días antes de su homicidio, que se fuera de la casa donde ella convivía con la madre de él.

A su turno, el padre de Díaz Guerra declaró: "Pido perdón por lo que hizo mi hijo. La mochila que llevo es no haber estado con él y con mis otros hijos en momentos en que me necesitaban. Yo no creo que él sea un femicida".

En tanto, la actual pareja del padre de Díaz Guerra, quien compartió su crianza durante años, explicó que el acusado "odiaba los medicamentos", que se los tenían que suministrar disimulados con alimentos, y que cuando fue a vivir a Ushuaia, meses antes del crimen, se evaluaba la posibilidad de una internación.

El hecho ventilado en el debate fue cometido el 3 de enero último, en la mencionada vivienda de la calle Las Águilas, y el acusado fue detenido al día siguiente por personal de Gendarmería cuando deambulaba solo por el Parque Nacional Tierra Tierra del Fuego.

(Fuente: Crónica)
 

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30 NOV 2016 - 20:16

Guillermo Daniel Díaz Guerra (38) fue condenado este miércoles a prisión perpetua por asesinar a puñaladas y descuartizar a su tía Julia Mónica Guerra (58), en un sangriento hecho ocurrido  en enero pasado en una casa de la ciudad fueguina de Ushuaia. El Tribunal que lo juzgó descartó que fuese "inimputable" como lo manifestó su defensa debido a sus problemas de salud mental, y lo halló culpable del "homicidio agravado por alevosía" de su tía, por lo que seguirá alojado en el pabellón psiquiátrico del Complejo Penitenciario Federal de Ezeiza.

El caso causó conmoción en Chubut porque la víctima era una reconocida vecina de Puerto Madryn, quien durante muchos años había estado al frente del videoclub "Sala 1" de la ciudad portuaria y al momento de su asesinato se encontraba radicada en Ushuaia. Julia había tomado el año pasado la decisión de vender su comercio y radicarse en la capital fueguina junto a su hermana Graciela, donde nunca imaginó encontrar tan dramático final.

En su fallo de este miércoles por la tarde, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Ushuaia resolvió que el ahora condenado permanezca en dicha unidad "bajo tratamiento y hasta que los profesionales médicos ordenen que está apto para ser alojado en una cárcel común".

Si bien los jueces Alejandro Pagano Zavalía, Maximiliano García Arpón y Rodolfo Bembihy Videla dieron por acreditados los problemas de salud mental que padece Díaz Guerra, rechazaron el pedido del defensor oficial Gustavo Ariznabarreta de que fuese declarado "inimputable", y por ende, absuelto.

En ese sentido, Ariznabarreta dijo este miércoles a la prensa que una vez que se difundan los fundamentos de la sentencia el 7 de diciembre próximo, analizará si apela el fallo ante el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego.

"Entendemos que la decisión (de los jueces) es contraria a la propuesta exhibida por esta parte. Para nosotros se trata de una persona enferma y rescatamos que seguirá siendo atendida y transitando una evolución de su enfermedad", indicó el defensor.

La audiencia de había comenzado con las "últimas palabras" del Díaz Guerra, quien por primera vez en todo el proceso judicial, decidió hablar. "Me torturaron psicológicamente y este fue el resultado. Mi tía estaba mal de la cabeza. No era lo que se dice un ejemplo de mujer. Andaba en sectas junto a mi tío. Son personas que no son de confianza. Lobos disfrazados de cordero", señaló el hombre y agregó que el crimen fue "en defensa de su madre y del resto de la familia".

Por su parte, el fiscal de juicio Fernando Ballester Bidau había solicitado en su alegato de este martes que Díaz Guerra fuese condenado a prisión perpetua pero por el delito de "homicidio doblemente agravado por ensañamiento y alevosía, y por mediar violencia de género", calificación que no fue compartida por el tribunal.

Para el fiscal, el ahora condenado degolló a su tía con un cuchillo, luego descuartizó el cuerpo en tres partes y lo dejó en el baño de la vivienda de la víctima, situada en la calle Las Águilas 1476, del barrio Andino, en la capital fueguina.

De acuerdo a la acusación, el cadáver de Julia fue hallado horas después por su ex pareja, quien en el debate oral contó, entre lágrimas, que la relación entre el acusado y su tía "no era buena" y que éste "ya había amenazado tanto a su madre como a su tía con un cuchillo".

Sobre la salud mental de Díaz Guerra declararon durante el juicio una decena de psicólogos y psiquiatras que trataron al hombre en distintos momentos de su vida y que no lograron ponerse de acuerdo acerca de si es capaz o no de comprender la criminalidad de sus actos.

Mientras que varios familiares de la víctima y del supuesto victimario sí coincidieron en que este último sufre esquizofrenia y trastorno de bipolaridad "desde hace años", y que hasta el momento del crimen no había tenido actitudes violentas ni peligrosas para terceros.

Sin embargo, a través de diversos testimonios se reconstruyeron en el juicio varios "brotes psicóticos", en uno de los cuales Díaz Guerra golpeó a una mujer policía durante un incidente ocurrido en los tribunales de la provincia de Córdoba. Estos testigos relataron, al igual que la ex pareja de la víctima, que la relación entre el acusado y la víctima no era buena y que ésta le había pedido, días antes de su homicidio, que se fuera de la casa donde ella convivía con la madre de él.

A su turno, el padre de Díaz Guerra declaró: "Pido perdón por lo que hizo mi hijo. La mochila que llevo es no haber estado con él y con mis otros hijos en momentos en que me necesitaban. Yo no creo que él sea un femicida".

En tanto, la actual pareja del padre de Díaz Guerra, quien compartió su crianza durante años, explicó que el acusado "odiaba los medicamentos", que se los tenían que suministrar disimulados con alimentos, y que cuando fue a vivir a Ushuaia, meses antes del crimen, se evaluaba la posibilidad de una internación.

El hecho ventilado en el debate fue cometido el 3 de enero último, en la mencionada vivienda de la calle Las Águilas, y el acusado fue detenido al día siguiente por personal de Gendarmería cuando deambulaba solo por el Parque Nacional Tierra Tierra del Fuego.

(Fuente: Crónica)
 


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