Decenas de muertos y heridos en ataque a catedral copta en El Cairo

Al menos 25 personas murieron y otras 49 resultaron heridas en un atentado con bomba contra el complejo eclesiástico donde se encuentra la catedral ortodoxa copta de San Marcos, en El Cairo, el ataque más grave en el país contra un lugar de culto cristiano en décadas.

11 DIC 2016 - 15:57 | Actualizado

El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sissi declaró tres días de duelo oficial por el atentado, que calificó de "vil ataque de terrorismo" que apuntaba a "la nación, tanto a coptos como a musulmanes".

"Egipto, como siempre, tan sólo ganará en fuerza y unidad al enfrentarse a esas situaciones", dijo en un comunicado emitido por la presidencia poco después del ataque, que no fue reivindicado por ningún grupo.

Fuentes de seguridad citadas por los medios locales dijeron que el atentado fue perpetrado con una bomba colocada en la puerta de la Iglesia de San Pedro, situada junto a la Catedral copta de San Marcos y la sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II, en el barrio de Al Abasiya.

La explosión tuvo lugar durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles, según la fuente, que explicó que la entrada de la iglesia donde se colocó el explosivo, da a la transitada calle Ramsis y no al interior del complejo catedralicio.

Las fuerzas de seguridad impusieron un cordón en torno a la zona, adonde acudieron numerosas ambulancias.

El diario egipcio Youm al Sabaa mostró imágenes del interior de un templo ortodoxo en el que se podían ver los destrozos causados por la explosión y manchas de sangre en el suelo.

Decenas de personas, algunos airados, otros con el rostro sombrío, se amontonaron en torno a la zona acordonada por los agentes.

"¡El ministro del Interior debe marcharse!", gritaban algunos criticando que las fuerzas de seguridad no previeran el ataque, informó la agencia de noticias DPA.

"Me siento triste, No puedo imaginarme que algo así ocurra mientras la gente reza en la iglesia", dijo Badi, un ingeniero cristiano que contemplaba la escena desde el otro lado de la calle.

El primer ministro, Sherif Ismail, y el titular de Interior, Magdy Abdel-Ghaffar, se acercaron al lugar del ataque, mostró la TV estatal egipcia.

En las imágenes de televisión se veía sangre y escombros sobre el suelo de la iglesia.

También las autoridades islámicas condenaron el ataque, cuyos autores fueron calificados de "enemigos" del profeta Mahoma.

La explosión tuvo lugar en un día festivo que marca el nacimiento de Mahoma y tras una noche de oración entre los cristianos por el inicio del mes de kihak en el calendario copto.

Los egipcios deben "mantenerse unidos contra la negrura del terrorismo, que busca sembrar la discordia entre musulmanes y cristianos", dijo el gran mufti Shawqi Allam.

Se calcula que en torno a un 10% de la población egipcia son cristianos coptos. La convivencia con la mayoría musulmana del país es normalmente pacífica, aunque se han producido tensiones aisladas.

El último ataque grave con bomba contra un templo egipcio tuvo lugar en Alejandría la noche de San Silvestre de 2010 y causó 23 muertos.

Este atentado se produce dos días después de la muerte de seis policías en otro ataque con bomba cerca de las Pirámides de Guiza, en el oeste de El Cairo, que fue asumido el casi desconocido grupo Movimiento de los Brazos de Egipto-Hasam, que negó su participación en el atentado de hoy.

Las fuerzas de seguridad egipcias hacen frente a recurrentes atentados, especialmente en la península del Sinaí, desde julio de 2013, cuando Al Sisi derrocó su antecesor, el presidente Mohamed Mursi, de la islamista Hermandad Musulmana.

La Hermandad, que desde entonces ha sido ilegalizada como "grupo terrorista" y que es frecuentemente acusada de instigar los atentados en el Sinaí, condenó "con fuerza" la explosión contra la catedral cristiana copta de El Cairo y responsabilizó al gobierno egipcio por el hecho.

En un comunicado emitido a través de las redes sociales, el grupo islamista condenó "cualquier acción contra los hijos del pueblo egipcio", sean estos cristianos o musulmanes.

"El derramamiento de sangre de todos los egipcios está prohibido por el islam, ya sean musulmanes o cristianos, especialmente si estos estaban rezando o desarmados", detalló la nota.

Al mismo tiempo, el ex grupo gobernante acusó a Al Sisi y a "sus bandas criminales" de lo ocurrido.

Según la nota, el gobierno de al Sisi emplea la sangre de los cristianos como "combustible para alimentar el miedo, especialmente respecto a una guerra sectaria" en Egipto.

Por su parte, el partido Al Nur, el único islamista con representación en el Parlamento egipcio, también condenó el atentado en un comunicado publicado en su página de Facebook.

El ataque llegó horas después de que un grupo separatista kurdo matara a 38 personas e hiriera a 166 más en Estambul, Turquía, con un doble ataque con coche bomba cerca de un estadio de fútbol.

El papa Francisco condenó hoy los ataques en Turquía y Egipto y consideró que frente a la "violencia que siembra muerte y destrucción" solo cabe una respuesta: "unidad en los valores humanos y civiles".

El papa Francisco realizó estas reflexiones tras el rezo del Ángelus dominical y desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano.

Jorge Bergoglio pidió a los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro del Vaticano que rezaran por "las víctimas de algunos ataques terroristas que en las ultimas horas han golpeado distintos países".

"Diversos son los lugares, pero por desgracia única es la violencia que siembra muerte y destrucción y única es también la respuesta: unidad en los valores humanos y civiles", dijo.

El ataque contra la catedral copta también fue condenado por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Arabia Saudita y el Líbano, entre otros.

11 DIC 2016 - 15:57

El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sissi declaró tres días de duelo oficial por el atentado, que calificó de "vil ataque de terrorismo" que apuntaba a "la nación, tanto a coptos como a musulmanes".

"Egipto, como siempre, tan sólo ganará en fuerza y unidad al enfrentarse a esas situaciones", dijo en un comunicado emitido por la presidencia poco después del ataque, que no fue reivindicado por ningún grupo.

Fuentes de seguridad citadas por los medios locales dijeron que el atentado fue perpetrado con una bomba colocada en la puerta de la Iglesia de San Pedro, situada junto a la Catedral copta de San Marcos y la sede del patriarca de la Iglesia Ortodoxa Copta, Teodoro II, en el barrio de Al Abasiya.

La explosión tuvo lugar durante el transcurso de una misa en la que participaba un gran número de fieles, según la fuente, que explicó que la entrada de la iglesia donde se colocó el explosivo, da a la transitada calle Ramsis y no al interior del complejo catedralicio.

Las fuerzas de seguridad impusieron un cordón en torno a la zona, adonde acudieron numerosas ambulancias.

El diario egipcio Youm al Sabaa mostró imágenes del interior de un templo ortodoxo en el que se podían ver los destrozos causados por la explosión y manchas de sangre en el suelo.

Decenas de personas, algunos airados, otros con el rostro sombrío, se amontonaron en torno a la zona acordonada por los agentes.

"¡El ministro del Interior debe marcharse!", gritaban algunos criticando que las fuerzas de seguridad no previeran el ataque, informó la agencia de noticias DPA.

"Me siento triste, No puedo imaginarme que algo así ocurra mientras la gente reza en la iglesia", dijo Badi, un ingeniero cristiano que contemplaba la escena desde el otro lado de la calle.

El primer ministro, Sherif Ismail, y el titular de Interior, Magdy Abdel-Ghaffar, se acercaron al lugar del ataque, mostró la TV estatal egipcia.

En las imágenes de televisión se veía sangre y escombros sobre el suelo de la iglesia.

También las autoridades islámicas condenaron el ataque, cuyos autores fueron calificados de "enemigos" del profeta Mahoma.

La explosión tuvo lugar en un día festivo que marca el nacimiento de Mahoma y tras una noche de oración entre los cristianos por el inicio del mes de kihak en el calendario copto.

Los egipcios deben "mantenerse unidos contra la negrura del terrorismo, que busca sembrar la discordia entre musulmanes y cristianos", dijo el gran mufti Shawqi Allam.

Se calcula que en torno a un 10% de la población egipcia son cristianos coptos. La convivencia con la mayoría musulmana del país es normalmente pacífica, aunque se han producido tensiones aisladas.

El último ataque grave con bomba contra un templo egipcio tuvo lugar en Alejandría la noche de San Silvestre de 2010 y causó 23 muertos.

Este atentado se produce dos días después de la muerte de seis policías en otro ataque con bomba cerca de las Pirámides de Guiza, en el oeste de El Cairo, que fue asumido el casi desconocido grupo Movimiento de los Brazos de Egipto-Hasam, que negó su participación en el atentado de hoy.

Las fuerzas de seguridad egipcias hacen frente a recurrentes atentados, especialmente en la península del Sinaí, desde julio de 2013, cuando Al Sisi derrocó su antecesor, el presidente Mohamed Mursi, de la islamista Hermandad Musulmana.

La Hermandad, que desde entonces ha sido ilegalizada como "grupo terrorista" y que es frecuentemente acusada de instigar los atentados en el Sinaí, condenó "con fuerza" la explosión contra la catedral cristiana copta de El Cairo y responsabilizó al gobierno egipcio por el hecho.

En un comunicado emitido a través de las redes sociales, el grupo islamista condenó "cualquier acción contra los hijos del pueblo egipcio", sean estos cristianos o musulmanes.

"El derramamiento de sangre de todos los egipcios está prohibido por el islam, ya sean musulmanes o cristianos, especialmente si estos estaban rezando o desarmados", detalló la nota.

Al mismo tiempo, el ex grupo gobernante acusó a Al Sisi y a "sus bandas criminales" de lo ocurrido.

Según la nota, el gobierno de al Sisi emplea la sangre de los cristianos como "combustible para alimentar el miedo, especialmente respecto a una guerra sectaria" en Egipto.

Por su parte, el partido Al Nur, el único islamista con representación en el Parlamento egipcio, también condenó el atentado en un comunicado publicado en su página de Facebook.

El ataque llegó horas después de que un grupo separatista kurdo matara a 38 personas e hiriera a 166 más en Estambul, Turquía, con un doble ataque con coche bomba cerca de un estadio de fútbol.

El papa Francisco condenó hoy los ataques en Turquía y Egipto y consideró que frente a la "violencia que siembra muerte y destrucción" solo cabe una respuesta: "unidad en los valores humanos y civiles".

El papa Francisco realizó estas reflexiones tras el rezo del Ángelus dominical y desde la ventana del palacio apostólico del Vaticano.

Jorge Bergoglio pidió a los peregrinos presentes en la Plaza de San Pedro del Vaticano que rezaran por "las víctimas de algunos ataques terroristas que en las ultimas horas han golpeado distintos países".

"Diversos son los lugares, pero por desgracia única es la violencia que siembra muerte y destrucción y única es también la respuesta: unidad en los valores humanos y civiles", dijo.

El ataque contra la catedral copta también fue condenado por Estados Unidos, la Unión Europea (UE), Arabia Saudita y el Líbano, entre otros.


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