Tsipras rechaza los "chantajes" de los acreedores y Hollande lo respalda

El primer ministro griego, Alexis Tsipras, declaró hoy que cree posible lograr "un avance" sobre el desacuerdo entre Atenas y el resto de la eurozona sobre la deuda de su país, pero, ante la presión de las autoridades financieras europeas, advirtió que este deberá producirse "sin chantajes y con respeto a la soberanía" nacional.

15 DIC 2016 - 10:27 | Actualizado

"Creo que ahora es el momento de lograr un avance. Tendré oportunidad de discutir con muchos de mis colegas. Creo que podremos avanzar sin chantajes y con respeto a la soberanía de cada país", declaró el jefe del Ejecutivo heleno a su llegada a la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) de este año, informó la agencia de noticias EFE.

En el mismo sentido se expresó, al llegar a la cumbre, el presidente de Francia, Francois Hollande, pidió hoy que la eurozona respete las "decisiones soberanas" de Grecia y abogó por un mayor alivio a la deuda helena, que aportaría estabilidad al país y al conjunto de la Unión Europea (UE).

"No se le puede pedir esfuerzos suplementarios a Grecia o impedirle que tome un cierto número de decisiones soberanas que respetan los compromisos adquiridos aquí mismo, en Bruselas, para encontrar una solución por el bien de Grecia", declaró el mandatario francés.

Estos pronunciamientos responden a las entidades acreedoras de la Unión Europea (UE), que decidieron ayer anular su ayuda para aliviar la pesada deuda externa griega, luego de que el gobierno anunciara que utilizará parte del superávit alcanzado este año para subir jubilaciones y bajar el IVA.

Pese a esta abierta presión a través el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), Tsipras decidió continuar con sus propuestas redistributivas y llamó a su bancada a someter los proyectos de ley hoy en el Parlamento.

Toda la oposición, incluido el partido conservador Nueva Democracia, se pronunció a favor de los proyectos del oficialismo.

La semana pasada Tsipras había informado que el país terminaba el año con un superávit primario de 1.900 millones de euros, es decir, 1.000 millones más de lo esperado. Por tanto, anunció que se utilizaría parte de ese dinero -menos de 620 millones- para aumentar las jubilaciones mínimas, de 850 euros.

Desde que comenzó la crisis en Grecia, las jubilaciones no hicieron más que bajar y en la actualidad ya acumulan una reducción del 45%.

Además, Tsipras decidió suspender el aumento del IVA en varias islas del Mar Egeo, acordado con sus acreedores europeos y el FMI, en reconocimiento de la pesada carga que tienen con los 16.000 refugiados e inmigrantes que quedaron allí, luego de que el resto de los países de la UE cerraran sus fronteras y les prohibieran la entrada.

Tsipras se ve cara a cara en la Cumbre de Bruselas con quienes le bajaron el pulgar luego de repetidas promesas de iniciar la reestructuración de una deuda externa que la mayoría de los economistas renombrados del mundo coinciden es impagable.

15 DIC 2016 - 10:27

"Creo que ahora es el momento de lograr un avance. Tendré oportunidad de discutir con muchos de mis colegas. Creo que podremos avanzar sin chantajes y con respeto a la soberanía de cada país", declaró el jefe del Ejecutivo heleno a su llegada a la última cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea (UE) de este año, informó la agencia de noticias EFE.

En el mismo sentido se expresó, al llegar a la cumbre, el presidente de Francia, Francois Hollande, pidió hoy que la eurozona respete las "decisiones soberanas" de Grecia y abogó por un mayor alivio a la deuda helena, que aportaría estabilidad al país y al conjunto de la Unión Europea (UE).

"No se le puede pedir esfuerzos suplementarios a Grecia o impedirle que tome un cierto número de decisiones soberanas que respetan los compromisos adquiridos aquí mismo, en Bruselas, para encontrar una solución por el bien de Grecia", declaró el mandatario francés.

Estos pronunciamientos responden a las entidades acreedoras de la Unión Europea (UE), que decidieron ayer anular su ayuda para aliviar la pesada deuda externa griega, luego de que el gobierno anunciara que utilizará parte del superávit alcanzado este año para subir jubilaciones y bajar el IVA.

Pese a esta abierta presión a través el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE) y el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera (FEEF), Tsipras decidió continuar con sus propuestas redistributivas y llamó a su bancada a someter los proyectos de ley hoy en el Parlamento.

Toda la oposición, incluido el partido conservador Nueva Democracia, se pronunció a favor de los proyectos del oficialismo.

La semana pasada Tsipras había informado que el país terminaba el año con un superávit primario de 1.900 millones de euros, es decir, 1.000 millones más de lo esperado. Por tanto, anunció que se utilizaría parte de ese dinero -menos de 620 millones- para aumentar las jubilaciones mínimas, de 850 euros.

Desde que comenzó la crisis en Grecia, las jubilaciones no hicieron más que bajar y en la actualidad ya acumulan una reducción del 45%.

Además, Tsipras decidió suspender el aumento del IVA en varias islas del Mar Egeo, acordado con sus acreedores europeos y el FMI, en reconocimiento de la pesada carga que tienen con los 16.000 refugiados e inmigrantes que quedaron allí, luego de que el resto de los países de la UE cerraran sus fronteras y les prohibieran la entrada.

Tsipras se ve cara a cara en la Cumbre de Bruselas con quienes le bajaron el pulgar luego de repetidas promesas de iniciar la reestructuración de una deuda externa que la mayoría de los economistas renombrados del mundo coinciden es impagable.


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