Hay preocupación por los casos de Zika en Argentina

Si bien la Argentina atravesó a principios de 2016 la epidemia de dengue "más grande de su historia", con 41.207 casos "confirmados o probables autóctonos" -contra 26.644 de 2009-, autoridades nacionales afirmaron que el trabajo de prevención que se hizo durante el invierno fue "muy fuerte", por lo que se esperan este verano menos casos de esa enfermedad pero más de zika, que ya se extendió a 76 países y es transmitida por el mismo mosquito vector.

25 DIC 2016 - 17:02 | Actualizado

"Trabajamos durante todo el invierno junto a las provincias enviando fondos, materiales y concientizando sobre la importancia del descacharrado, la fumigación, el uso de repelentes y el diagnóstico temprano, por lo que esperamos que este verano haya un menor número de casos posibles", afirmó a Télam el ministro de Salud, Jorge Lemus.

El funcionario explicó que la epidemia de dengue que afectó entre enero y mayo de este año a unas 15 provincias, "la más grande de la historia cercana del país", está relacionada con "factores temporales y la falta de una campaña de prevención activa durante el invierno anterior".

"Nuestra gran preocupación ahora es el zika, epidemia que ya se extendió a 76 países en el mundo y que en la Argentina tuvo este año un pequeño brote de 25 casos en Tucumán, algunos aislados y otros importados, mientras que también se registraron dos casos de recién nacidos con manifestaciones neurológicas por estar la embarazada afectada por la virosis", comentó Lemus.

Transmitidas por el mismo mosquito vector, el Aedes Aegypti, el dengue, el zika y la fiebre chikungunya son enfermedades infecciosas que causan síntomas gripales y cuadros febriles.

En el caso del dengue, del que se conocen cuatro serotipos -DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4-, en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal, llamado "dengue grave o hemorrágico", mientras que en el caso del zika, que también puede traer síntomas como conjuntivitis, es posible la transmisión sexual "y se están investigando otros modos de contagio, como las transfusiones de sangre", precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, hay un consenso científico sobre la relación causal entre el virus de zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré, al tiempo que continúan las investigaciones sobre su relación con otras complicaciones neurológicas.

En el caso de la fiebre chikungunya, de la que se registraron durante la primera mitad del año 329 casos en Salta y nueve en Jujuy, mientras que a partir de mayo no hubo nuevos casos autóctonos, el cuadro puede presentar además erupciones cutáneas, aunque suele confundirse con el dengue por la similitud de los síntomas.

"Aunque las últimas epidemias de 2009 y 2016 de dengue en Argentina fueron del serotipo DEN1, la circulación viral de los otros serotipos en la región de Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia) hace que los períodos o ciclos epidémicos se puedan modificar, aunque por el momento tuvimos brotes epidémicos focalizados en las regiones noreste y noroeste", explicó a Télam Gonzalo Basile, coordinador regional de Médicos del Mundo para América Latina y el Caribe.

El especialista precisó que aunque el zika y la chikungunya "ya pasaron los periodos epidémicos de mayor tasa de ataque e incidencia en Centroamérica, el Caribe y algunos países de Sudamérica, el caso del Cono Sur continúa siendo un potencial escenario epidémico".

"En particular, el escenario de zika es una realidad por su circulación en Argentina ya confirmada en la provincia de Tucumán, como aún en baja intensidad en el resto de América Latina y el Caribe, en especial Brasil o Paraguay, con cuadros clínicos inespecíficos pero con eventos asociados como el síndrome de Guillain Barré y microcefalia en gestantes, que implican graves problemas epidemiológicos poblacionales", señaló.

"Desde Médicos del Mundo venimos advirtiendo en lo regional que para el abordaje de estas afecciones hay que repensar nuevos marcos conceptuales y metodológicos. No es posible continuar haciendo lo mismo que hace 40 años y esperar resultados diferentes", criticó.

Sin embargo, el director Nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, coincidió con Lemus y fue optimista: "Estamos mejor en comparación con noviembre de 2015, ya que se registraron menos casos", dijo en diálogo con Télam.

"Ni bien aparezca algún síntoma que pueda indicar la presencia de alguna de estas tres enfermedades se debe consultar con urgencia al médico", advirtió el funcionario.

Recordó además a las embarazadas en cualquier trimestre de gestación "no viajar a lugares donde haya habido o haya circulación del virus del zika" y "mantener sexo seguro para evitar contagios".

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25 DIC 2016 - 17:02

"Trabajamos durante todo el invierno junto a las provincias enviando fondos, materiales y concientizando sobre la importancia del descacharrado, la fumigación, el uso de repelentes y el diagnóstico temprano, por lo que esperamos que este verano haya un menor número de casos posibles", afirmó a Télam el ministro de Salud, Jorge Lemus.

El funcionario explicó que la epidemia de dengue que afectó entre enero y mayo de este año a unas 15 provincias, "la más grande de la historia cercana del país", está relacionada con "factores temporales y la falta de una campaña de prevención activa durante el invierno anterior".

"Nuestra gran preocupación ahora es el zika, epidemia que ya se extendió a 76 países en el mundo y que en la Argentina tuvo este año un pequeño brote de 25 casos en Tucumán, algunos aislados y otros importados, mientras que también se registraron dos casos de recién nacidos con manifestaciones neurológicas por estar la embarazada afectada por la virosis", comentó Lemus.

Transmitidas por el mismo mosquito vector, el Aedes Aegypti, el dengue, el zika y la fiebre chikungunya son enfermedades infecciosas que causan síntomas gripales y cuadros febriles.

En el caso del dengue, del que se conocen cuatro serotipos -DEN-1, DEN-2, DEN-3 y DEN-4-, en ocasiones evoluciona hasta convertirse en un cuadro potencialmente mortal, llamado "dengue grave o hemorrágico", mientras que en el caso del zika, que también puede traer síntomas como conjuntivitis, es posible la transmisión sexual "y se están investigando otros modos de contagio, como las transfusiones de sangre", precisó la Organización Mundial de la Salud (OMS).

Asimismo, hay un consenso científico sobre la relación causal entre el virus de zika y la microcefalia y el síndrome de Guillain-Barré, al tiempo que continúan las investigaciones sobre su relación con otras complicaciones neurológicas.

En el caso de la fiebre chikungunya, de la que se registraron durante la primera mitad del año 329 casos en Salta y nueve en Jujuy, mientras que a partir de mayo no hubo nuevos casos autóctonos, el cuadro puede presentar además erupciones cutáneas, aunque suele confundirse con el dengue por la similitud de los síntomas.

"Aunque las últimas epidemias de 2009 y 2016 de dengue en Argentina fueron del serotipo DEN1, la circulación viral de los otros serotipos en la región de Cono Sur (Argentina, Brasil, Paraguay y Bolivia) hace que los períodos o ciclos epidémicos se puedan modificar, aunque por el momento tuvimos brotes epidémicos focalizados en las regiones noreste y noroeste", explicó a Télam Gonzalo Basile, coordinador regional de Médicos del Mundo para América Latina y el Caribe.

El especialista precisó que aunque el zika y la chikungunya "ya pasaron los periodos epidémicos de mayor tasa de ataque e incidencia en Centroamérica, el Caribe y algunos países de Sudamérica, el caso del Cono Sur continúa siendo un potencial escenario epidémico".

"En particular, el escenario de zika es una realidad por su circulación en Argentina ya confirmada en la provincia de Tucumán, como aún en baja intensidad en el resto de América Latina y el Caribe, en especial Brasil o Paraguay, con cuadros clínicos inespecíficos pero con eventos asociados como el síndrome de Guillain Barré y microcefalia en gestantes, que implican graves problemas epidemiológicos poblacionales", señaló.

"Desde Médicos del Mundo venimos advirtiendo en lo regional que para el abordaje de estas afecciones hay que repensar nuevos marcos conceptuales y metodológicos. No es posible continuar haciendo lo mismo que hace 40 años y esperar resultados diferentes", criticó.

Sin embargo, el director Nacional de Epidemiología, Jorge San Juan, coincidió con Lemus y fue optimista: "Estamos mejor en comparación con noviembre de 2015, ya que se registraron menos casos", dijo en diálogo con Télam.

"Ni bien aparezca algún síntoma que pueda indicar la presencia de alguna de estas tres enfermedades se debe consultar con urgencia al médico", advirtió el funcionario.

Recordó además a las embarazadas en cualquier trimestre de gestación "no viajar a lugares donde haya habido o haya circulación del virus del zika" y "mantener sexo seguro para evitar contagios".


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