Gentiloni buscará acercar al G-7 con Rusia

El primer ministro de Italia, Paolo Gentiloni, aseguró hoy que con la asunción el próximo domingo de la presidencia temporal del G7 su país buscará construir "nuevas relaciones con Rusia" que desplacen a las "lógicas típicas de la Guerra Fría".

29 DIC 2016 - 15:05 | Actualizado

En conferencia de prensa para hacer un balance de sus primeros 15 días en el gobierno y trazar las líneas programáticas del año próximo, Gentiloni pidió "no olvidar" los logros de su antecesor Matteo Renzi en materia de seguridad y política migratoria y destacó que Italia hace "todo lo posible para prevenir" ataques islamistas.

"Será un año con tareas para Italia a nivel internacional. Italia entra en el Consejo de Seguridad de la ONU, asume la presidencia del G7, y en marzo celebrará en Roma los 60 años del tratado que dio origen a la Unión Europea", afirmó Gentiloni.

En ese marco, el ex canciller del gobierno de su antecesor Renzi adelantó que desde la presidencia del grupo de los siete países más poderosos del mundo, Italia buscará "contribuir a generar nuevas relaciones con Rusia".

"No se trata de renunciar a nuestros principios. Se trata de cortar ideas, que hay, de lógicas típicas de la guerra fría que no tienen ningún sentido en la situación actual", explicó durante el encuentro de más de dos horas con la prensa.

"En esto vemos también en las declaraciones previas una posible coincidencia con las nuevas autoridades de Estados Unidos, en el marco de una relación entre Italia y Estados Unidos que no cambia por un cambio de gobierno", explicó, a 22 días de la asunción del presidente electo norteamericano, Donald Trump.

El premier agregó que desde la presidencia del G7 su país buscará además reforzar la "centralidad del Mediterráneo, ya que no puede ser que ninguno se ocupe del mare nostrum", donde este año murieron más de 5.000 migrantes tratando de alcanzar las costas europeas.

En mayo próximo, Italia hospedará la cumbre del G7 en Taormina, Sicilia.

Gentiloni, en su cargo con plenos poderes luego de ser confirmado por el Senado el pasado 14 de diciembre, aprovechó además para ratificar su apoyo al gobierno de su antecesor, que renunció a comienzos de mes tras perder el referéndum sobre la reforma constitucional que impulsaba.

"Italia estuvo obligada a gestionar, en medio de una gran soledad europea, grandes flujos migratorios, y lo hizo con humanidad y la economía creció", opinó.

"Tenemos bien presente el resultado del referéndum pero no debe olvidarse el trabajo que hizo el gobierno de Matteo Renzi en los años presentes; sería un error", afirmó el premier, antes de destacar lo hecho en materia de "seguridad", teniendo en cuenta el Año Santo celebrado en Roma entre el 8 de diciembre y el 20 de noviembre pasado, donde "hubo alarmas, pero también un gran trabajo".

En ese marco, consultado sobre las precauciones que tomará su gobierno frente a las amenazas islamistas radicales, aseguró que si bien "no existen países sin riesgo", Italia "está haciendo todo el esfuerzo posible para prevenirlas".

"Debemos ser honestamente conscientes de que no hay países sin riesgos. Sí existen países que hacen todo el esfuerzo posible para prevenir a través del aparato de seguridad estas amenazas, y existen después condiciones geopolíticas e históricas que diferencian a cada país", planteó.

"De un lado Italia tiene una posición geopolítica expuesta, está en el centro del Mediterráneo, que es una de las áreas de crisis mas peligrosas del mundo; pero al mismo tiempo somos un país que tiene buenos niveles de convivencia de las diversas comunidades más allá de que debe mantener la guardia muy alta", detalló.

"Sabemos que las amenazas pueden venir del exterior, como el tunecino individualizado como autor de los ataques en Berlín antes de Navidad, pero la radicalización viene de nuestra casa: de nuestras cárceles, de nuestros barrios, y este es el origen de muchos de los atentados que golpearon a los países europeos en los últimos años", sentenció para lo que planteó "hay mucho que hacer en el tema migratorio".

Canciller de Renzi durante poco más de dos años, Gentiloni ratificó además que en su gobierno Italia insistirá por la denominada "política de dos Estados" para el conflicto entre Israel y Palestina y aseguró que en ese marco "no ayudan los asentamientos israelíes ni la política de aislamiento de Israel".

"La negociación debe partir de la base de negociación, y los asentamientos no ayudan. La única cosa que funciona es la comunidad internacional", sentenció.

Por último, de cara al futuro de su gobierno, volvió a plantear que la "prioridad" será "la reconstrucción de las zonas golpeadas por el terremoto" de agosto pasado y que "trabajo juvenil y (preocupación por el) Sur son las palabras claves" de su administración.

En claro plano de continuidad con Renzi, materializada en los 10 ministros que continúan en sus carteras, Gentiloni aseguró que "no hemos terminado, el gobierno seguirá por el camino de las reformas. Es una exigencia del país, completar las reformas le hará bien a la economía y al crecimiento".

Además, ratificó que su ida es "facilitar y acompañar" el tratamiento legislativo de una nueva ley electoral para convocar a elecciones, teniendo en cuenta que el país cuenta con una norma para la Cámara de Senadores y otra para Diputados, que deberán "armonizarse" antes de concurrir a las urnas.

29 DIC 2016 - 15:05

En conferencia de prensa para hacer un balance de sus primeros 15 días en el gobierno y trazar las líneas programáticas del año próximo, Gentiloni pidió "no olvidar" los logros de su antecesor Matteo Renzi en materia de seguridad y política migratoria y destacó que Italia hace "todo lo posible para prevenir" ataques islamistas.

"Será un año con tareas para Italia a nivel internacional. Italia entra en el Consejo de Seguridad de la ONU, asume la presidencia del G7, y en marzo celebrará en Roma los 60 años del tratado que dio origen a la Unión Europea", afirmó Gentiloni.

En ese marco, el ex canciller del gobierno de su antecesor Renzi adelantó que desde la presidencia del grupo de los siete países más poderosos del mundo, Italia buscará "contribuir a generar nuevas relaciones con Rusia".

"No se trata de renunciar a nuestros principios. Se trata de cortar ideas, que hay, de lógicas típicas de la guerra fría que no tienen ningún sentido en la situación actual", explicó durante el encuentro de más de dos horas con la prensa.

"En esto vemos también en las declaraciones previas una posible coincidencia con las nuevas autoridades de Estados Unidos, en el marco de una relación entre Italia y Estados Unidos que no cambia por un cambio de gobierno", explicó, a 22 días de la asunción del presidente electo norteamericano, Donald Trump.

El premier agregó que desde la presidencia del G7 su país buscará además reforzar la "centralidad del Mediterráneo, ya que no puede ser que ninguno se ocupe del mare nostrum", donde este año murieron más de 5.000 migrantes tratando de alcanzar las costas europeas.

En mayo próximo, Italia hospedará la cumbre del G7 en Taormina, Sicilia.

Gentiloni, en su cargo con plenos poderes luego de ser confirmado por el Senado el pasado 14 de diciembre, aprovechó además para ratificar su apoyo al gobierno de su antecesor, que renunció a comienzos de mes tras perder el referéndum sobre la reforma constitucional que impulsaba.

"Italia estuvo obligada a gestionar, en medio de una gran soledad europea, grandes flujos migratorios, y lo hizo con humanidad y la economía creció", opinó.

"Tenemos bien presente el resultado del referéndum pero no debe olvidarse el trabajo que hizo el gobierno de Matteo Renzi en los años presentes; sería un error", afirmó el premier, antes de destacar lo hecho en materia de "seguridad", teniendo en cuenta el Año Santo celebrado en Roma entre el 8 de diciembre y el 20 de noviembre pasado, donde "hubo alarmas, pero también un gran trabajo".

En ese marco, consultado sobre las precauciones que tomará su gobierno frente a las amenazas islamistas radicales, aseguró que si bien "no existen países sin riesgo", Italia "está haciendo todo el esfuerzo posible para prevenirlas".

"Debemos ser honestamente conscientes de que no hay países sin riesgos. Sí existen países que hacen todo el esfuerzo posible para prevenir a través del aparato de seguridad estas amenazas, y existen después condiciones geopolíticas e históricas que diferencian a cada país", planteó.

"De un lado Italia tiene una posición geopolítica expuesta, está en el centro del Mediterráneo, que es una de las áreas de crisis mas peligrosas del mundo; pero al mismo tiempo somos un país que tiene buenos niveles de convivencia de las diversas comunidades más allá de que debe mantener la guardia muy alta", detalló.

"Sabemos que las amenazas pueden venir del exterior, como el tunecino individualizado como autor de los ataques en Berlín antes de Navidad, pero la radicalización viene de nuestra casa: de nuestras cárceles, de nuestros barrios, y este es el origen de muchos de los atentados que golpearon a los países europeos en los últimos años", sentenció para lo que planteó "hay mucho que hacer en el tema migratorio".

Canciller de Renzi durante poco más de dos años, Gentiloni ratificó además que en su gobierno Italia insistirá por la denominada "política de dos Estados" para el conflicto entre Israel y Palestina y aseguró que en ese marco "no ayudan los asentamientos israelíes ni la política de aislamiento de Israel".

"La negociación debe partir de la base de negociación, y los asentamientos no ayudan. La única cosa que funciona es la comunidad internacional", sentenció.

Por último, de cara al futuro de su gobierno, volvió a plantear que la "prioridad" será "la reconstrucción de las zonas golpeadas por el terremoto" de agosto pasado y que "trabajo juvenil y (preocupación por el) Sur son las palabras claves" de su administración.

En claro plano de continuidad con Renzi, materializada en los 10 ministros que continúan en sus carteras, Gentiloni aseguró que "no hemos terminado, el gobierno seguirá por el camino de las reformas. Es una exigencia del país, completar las reformas le hará bien a la economía y al crecimiento".

Además, ratificó que su ida es "facilitar y acompañar" el tratamiento legislativo de una nueva ley electoral para convocar a elecciones, teniendo en cuenta que el país cuenta con una norma para la Cámara de Senadores y otra para Diputados, que deberán "armonizarse" antes de concurrir a las urnas.


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