Murúa: “Para rendir debo buscar un lugar que me estrese”

Newbery va por más, nuevamente conducido por el "Pity" que renovó por dos años. Las motivaciones del regreso, los cambios que no se hicieron y la obsesión por el fútbol de un DT hiperquinético pero metido en el corazón de los hinchas, tras una campaña donde el "Lobo" quedó a las puertas del Federal A.

03 ENE 2017 - 20:57 | Actualizado

Luis Ignacio Murúa habla convencido y trata de reafirmar cada concepto con una referencia personal. Según su teoría, lo absorbe un raro fenómeno futbolístico muy “parecido” al stress. Un típico caso de diván en donde abundan jugadores sin puesto fijo, un pizarrón lleno de flechas, imanes que desbordan y rivales que atacan por todos los frentes; con diferentes camisetas y en un arco gigantesco imposible de defender.

Trabaja como piensa. Y así vive su día a día, el “Pity”. Con las mascotas del club dándole la bienvenida; con el mate siempre listo en el vestuario y con una cabeza a mil quinientos pensando en todos, todos los detalles.

La renovación

“No eran muchas las opciones que tenía para seguir dirigiendo. Y las que estaban eran interesantes más que nada en lo económico pero no en cuanto a la proyección deportiva o como entrenador. Para que yo pueda rendir tengo que buscar un lugar que me estrese”, indicó.

Jorge Newbery tiene según su propio nivel de exigencia, un plus que lo hace diferente a cualquier otro club. Porque el compromiso del DT es tal, que vive enfrente de “La Madriguera” y no tiene un horario definido, de entrada ni de salida. Casi un empleado del mes, a tiempo completo pero al frente de un grupo que supo interpretar su mirada y su estilo, logrando un ascenso y quedando en las puertas de otro.

“Uno nota cosas cuando se va de un club o se toma alguna distancia. Hay que generarse energía para poder afrontar un año futbolístico y Newbery no es igual a ningún otro club de la Patagonia. Decidí quedarme y redoblar la apuesta, hay que seguir con gente de Comodoro e intentando proyectar algunos jugadores del club a nivel federal e ir por el ascenso al Argentino A”.

Autocrítica

Todavía no se puede sacar la espina de la final del TFB con Germinal y aún sufre con una autocrítica voraz. Y es que asume que Jorge Newbery tenía mucho más para dar; que hubo malas decisiones y que hoy el equipo debiera estar armándose para jugar el Federal A.

“Tanto Castro como Asencio lesionados nos costó caro. Siento que con ellos hubiésemos tenido otra opción de juego en los dos partidos ante Germinal. Viéndolo ahora, si hubiera entrado con Erro desde un principio en Rawson seguramente hubiéramos tenido un gol más. Cada vez que pierdo, analizo el partido desde lo táctico aunque hay muchas cuestiones que suenan más a excusa que respuesta y entonces las descarto. A Castro lo "cargué" y lo lesioné yo. Con un delantero más que acompañara a Villegas ante Germinal, otra tendría que haber sido la historia”, reflexiona.

Jornada: Tuvo altas y bajas en su relación con la gente. Cómo consideraría su relación actual después de la última campaña?

Luis Murúa: Terminó siendo afectiva. Porque uno se terminó involucrando emocionalmente con Newbery, yendo al alambrado junto a la gente. Cuando se hace eso, hay un precio muy alto desde el punto de vista emocional. Ya no hay vuelta atrás. Si se repite en otro lado es porque sos “tribunero”. En mi vida deportiva me pasó eso en Brown, con Alvarado y con Newbery. He estado en muchos clubes pero emocionalmente uno se involucra como un hincha pero sin serlo. De eso no se puede volver, para mal o para bien.

J: ¿Se deduce que la meta y el objetivo en el “Lobo”comodorense siempre es estar arriba?

M: Estaría bueno ascender de categoría. Y llegar a 32vos. de la Copa Argentina. Estaría muy bueno, sí se puede. Hay continuidad y eso hay que aprovecharlo al máximo. Yo hablo con los jugadores y se los destaco. Todos dicen que el fútbol local se cae y que la competencia no es la ideal. Estos calendarios son buenos, son para crecer. Sirven para que jugadores se acostumbren a jugar Federal y que el que puede, viva del fútbol y el que no pueda seguir jugando competitivamente. El 22 jugamos con Huracán y uno ya sabe que vienen 3 mil personas. Y hay que prepararse para eso. Hay vida todo el año.

J: ¿Cuántas horas del día le dedica al fútbol ?.

M: Siendo sincero. Mi vida en el año son 330 días con Newbery. Y apenas 30 con la familia. Y durante el día no trabajo menos de doce horas. Ya soy parte del club. El vínculo se logró porque yo siempre estoy y la gente me ve. Se me pasan rápido las horas, ni pienso en que tengo que levantarme para trabajar. Cruzo la calle, me encuentro con los perros; con los profes, el canchero, la gente de mantenimiento; la gente de la confitería, del hóckey y los que hacen otros deportes. Uno ya es parte de esto. Y cuando se toma distancia y surgen ofertas, uno se da cuenta que no hay algo parecido. Hay un compromiso, desde el 16 de diciembre ya estábamos practicando de nuevo y acá, terminando un año ya empezamos otro.

J: ¿Cómo considera que está posicionado hoy el fútbol de la Patagonia ?.

M: El fútbol de la Patagonia está bastante bien. A veces somos demasiado exigentes. El de Comodoro está inclusive bastante proyectado a nivel de Patagonia; por encima de las Ligas de Río Negro. No tenemos que quejarnos, sí cuidar lo que tenemos y proyectar a todos los clubes. Tenemos que cuidar un clásico único como Newbery-Huracán. Todos deberíamos hacerlo. No podemos generar ni permitir que haya violencia. Esa es una verdadera pena. Los dos partidos de Copa Argentina debieran jugarse en el Estadio. Entra en el ránking de los diez clásicos más importantes del país, excluyendo por supuesto a los de Primera División. Me animo a incluir al Nacional B y el Federal A. Este clásico está lejos entre los diez mejores. Me da pena jugarlo sin hinchadas visitantes. Tenemos que seguir trabajando, aprovechar la Copa Federal; la experiencia de USMA que entra ahora al Federal C. Este año hubo madurez dirigencial al jugar los dos clásicos fue un ejemplo y hay que seguir cuidándolo.

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03 ENE 2017 - 20:57

Luis Ignacio Murúa habla convencido y trata de reafirmar cada concepto con una referencia personal. Según su teoría, lo absorbe un raro fenómeno futbolístico muy “parecido” al stress. Un típico caso de diván en donde abundan jugadores sin puesto fijo, un pizarrón lleno de flechas, imanes que desbordan y rivales que atacan por todos los frentes; con diferentes camisetas y en un arco gigantesco imposible de defender.

Trabaja como piensa. Y así vive su día a día, el “Pity”. Con las mascotas del club dándole la bienvenida; con el mate siempre listo en el vestuario y con una cabeza a mil quinientos pensando en todos, todos los detalles.

La renovación

“No eran muchas las opciones que tenía para seguir dirigiendo. Y las que estaban eran interesantes más que nada en lo económico pero no en cuanto a la proyección deportiva o como entrenador. Para que yo pueda rendir tengo que buscar un lugar que me estrese”, indicó.

Jorge Newbery tiene según su propio nivel de exigencia, un plus que lo hace diferente a cualquier otro club. Porque el compromiso del DT es tal, que vive enfrente de “La Madriguera” y no tiene un horario definido, de entrada ni de salida. Casi un empleado del mes, a tiempo completo pero al frente de un grupo que supo interpretar su mirada y su estilo, logrando un ascenso y quedando en las puertas de otro.

“Uno nota cosas cuando se va de un club o se toma alguna distancia. Hay que generarse energía para poder afrontar un año futbolístico y Newbery no es igual a ningún otro club de la Patagonia. Decidí quedarme y redoblar la apuesta, hay que seguir con gente de Comodoro e intentando proyectar algunos jugadores del club a nivel federal e ir por el ascenso al Argentino A”.

Autocrítica

Todavía no se puede sacar la espina de la final del TFB con Germinal y aún sufre con una autocrítica voraz. Y es que asume que Jorge Newbery tenía mucho más para dar; que hubo malas decisiones y que hoy el equipo debiera estar armándose para jugar el Federal A.

“Tanto Castro como Asencio lesionados nos costó caro. Siento que con ellos hubiésemos tenido otra opción de juego en los dos partidos ante Germinal. Viéndolo ahora, si hubiera entrado con Erro desde un principio en Rawson seguramente hubiéramos tenido un gol más. Cada vez que pierdo, analizo el partido desde lo táctico aunque hay muchas cuestiones que suenan más a excusa que respuesta y entonces las descarto. A Castro lo "cargué" y lo lesioné yo. Con un delantero más que acompañara a Villegas ante Germinal, otra tendría que haber sido la historia”, reflexiona.

Jornada: Tuvo altas y bajas en su relación con la gente. Cómo consideraría su relación actual después de la última campaña?

Luis Murúa: Terminó siendo afectiva. Porque uno se terminó involucrando emocionalmente con Newbery, yendo al alambrado junto a la gente. Cuando se hace eso, hay un precio muy alto desde el punto de vista emocional. Ya no hay vuelta atrás. Si se repite en otro lado es porque sos “tribunero”. En mi vida deportiva me pasó eso en Brown, con Alvarado y con Newbery. He estado en muchos clubes pero emocionalmente uno se involucra como un hincha pero sin serlo. De eso no se puede volver, para mal o para bien.

J: ¿Se deduce que la meta y el objetivo en el “Lobo”comodorense siempre es estar arriba?

M: Estaría bueno ascender de categoría. Y llegar a 32vos. de la Copa Argentina. Estaría muy bueno, sí se puede. Hay continuidad y eso hay que aprovecharlo al máximo. Yo hablo con los jugadores y se los destaco. Todos dicen que el fútbol local se cae y que la competencia no es la ideal. Estos calendarios son buenos, son para crecer. Sirven para que jugadores se acostumbren a jugar Federal y que el que puede, viva del fútbol y el que no pueda seguir jugando competitivamente. El 22 jugamos con Huracán y uno ya sabe que vienen 3 mil personas. Y hay que prepararse para eso. Hay vida todo el año.

J: ¿Cuántas horas del día le dedica al fútbol ?.

M: Siendo sincero. Mi vida en el año son 330 días con Newbery. Y apenas 30 con la familia. Y durante el día no trabajo menos de doce horas. Ya soy parte del club. El vínculo se logró porque yo siempre estoy y la gente me ve. Se me pasan rápido las horas, ni pienso en que tengo que levantarme para trabajar. Cruzo la calle, me encuentro con los perros; con los profes, el canchero, la gente de mantenimiento; la gente de la confitería, del hóckey y los que hacen otros deportes. Uno ya es parte de esto. Y cuando se toma distancia y surgen ofertas, uno se da cuenta que no hay algo parecido. Hay un compromiso, desde el 16 de diciembre ya estábamos practicando de nuevo y acá, terminando un año ya empezamos otro.

J: ¿Cómo considera que está posicionado hoy el fútbol de la Patagonia ?.

M: El fútbol de la Patagonia está bastante bien. A veces somos demasiado exigentes. El de Comodoro está inclusive bastante proyectado a nivel de Patagonia; por encima de las Ligas de Río Negro. No tenemos que quejarnos, sí cuidar lo que tenemos y proyectar a todos los clubes. Tenemos que cuidar un clásico único como Newbery-Huracán. Todos deberíamos hacerlo. No podemos generar ni permitir que haya violencia. Esa es una verdadera pena. Los dos partidos de Copa Argentina debieran jugarse en el Estadio. Entra en el ránking de los diez clásicos más importantes del país, excluyendo por supuesto a los de Primera División. Me animo a incluir al Nacional B y el Federal A. Este clásico está lejos entre los diez mejores. Me da pena jugarlo sin hinchadas visitantes. Tenemos que seguir trabajando, aprovechar la Copa Federal; la experiencia de USMA que entra ahora al Federal C. Este año hubo madurez dirigencial al jugar los dos clásicos fue un ejemplo y hay que seguir cuidándolo.


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