El árbitro que desea volver a combinar silbatos y cuchillos

Kevin Giménez tiene 22 años. Su trabajo en una carnicería de Trelew le complicaba los horarios para arbitrar y optó por dejar en mayo del año pasado. Ahora prepara su regreso a las canchas de la Liga del Valle. "El arbitraje es una pasión."

04 ENE 2017 - 21:07 | Actualizado

Kevin Giménez, de 22 años, es referí. Sin embargo, su trabajo en una carnicería de Trelew le complicaba los horarios para arbitrar y optó por dejar el referato en mayo del año pasado. Tras reconsiderarlo, prepara su regreso a las canchas de la Liga del Valle en este semestre. "Antes no podía combinar ambas cosas. Ahora, siento que puedo hacerlo. El arbitraje es una pasión.  Y las pasiones no se encienden y se apagan", dijo.

Según cuenta, se disponían a jugar Independiente y Guillermo Brown, un partido de Reserva de la Liga del Valle, allá por el 2014. El silbatazo inicial se demoró. El árbitro del encuentro arribó al Nacional 72 con quince minutos de retraso, con el cuchillo ensangrentado en una mano y el delantal salpicado de grasa en la otra.

En la carnicería donde trabaja surgió el imprevisto que forzó el atraso del encuentro. Esa es una de las tantas anécdotas de Kevin Giménez, el referí carnicero de la Liga del Valle. La carga laboral lo sofocó.

De hecho, tuvo que dejar de arbitrar en mayo del año pasado. Sentía que no daba abasto. Pero acostumbrado a superar obstáculos en su vida personal, este joven oriundo de Gaiman y residente en Trelew, se está preparando para compatibilizar el silbato con el aroma a media res en el pecho.

El regreso de la pasión

“Quiero volver a dirigir. El arbitraje es una pasión que solo los locos entendemos. Es algo que no se explica con palabras. Es una sensación única estar en un campo de juego dirigiendo”, expresó Giménez, de 22 años, en su lugar de trabajo.

“Arranqué a los 16 en las ligas barriales, de la mano de Juan Carlos Ojeda. Luego, pasé al fútbol oficial. Es más esperable que un adolescente juegue y no que dirija. De hecho, jugué en Gaiman FC. Pero el arbitraje pudo más”, expresó. “Estoy tratando de acomodar los horarios. Trabajo de lunes a viernes de 7:30 a 13 y de 17 a 21:30. Y también los sábados. Deseo volver y quiero retomar en Inferiores o Infantiles”, comentó.

El deseo renovado

“Tengo el apoyo de José Soto, el presidente de la AANECH, para regresar. Me tienen en cuenta, entienden mi situación. Siempre me tuvieron presente. La gran mayoría de árbitros de la Liga, somos laburantes”, detalló Giménez, que cuenta con experiencia en las divisiones formativas y en Reserva como juez y en Primera con asistente.

“No responsabilizo a nadie por no arbitrar. Fue una decisión mía. Le agradezco a la carnicería (NdR: Frigo Carnes del Sur) por la posibilidad de trabajar. Pero no podía combinar ambas cosas", señaló.

"Me perdía partidos por no poder ir. Y opté por el trabajo. Además, quería dedicarle tiempo a mis amigos y a mi familia. Sentía que no podía arbitrar y trabajar. Pero ahora sí, siento que puedo. Volveré. Una pasión no se enciende y se apaga”, reseñó.

Nuevo desafío

Este es un nuevo reto en la vida de Jiménez, a la altura de distintos desafíos que se fueron presentando a lo largo de sus dos décadas de vida. Tras nacer, su madre lo crió con un padre ausente. Así, él lo expresa. Y a los 18, fue padre de León, su único hijo, fruto de una relación que no perduró en el tiempo. Su camino distó de ser un lecho de rosas. Pero no se rinde.

“A mi mamá María, que me crió sola, le agradezco mucho por todo. Y también a mi padrastro Carlos, que hizo lo suyo también. No me quiero olvidar de mi hijo León, por quien me esfuerzo y trabajo para que no le falte nada en la mesa. No me quiero olvidar de agradecer a la AANECH y a mis compañeros de la carnicería. Por ellos y por mí, volveré”, remató. Kevin Giménez anhela un nuevo pitido inicial. Pretende volver a sentir esas cosas del corazón que la razón no comprende. Aspira a poder volver a vencer los obstáculos que bloquean el desarrollo de la pasión. De eso se trata vivir, al fin y al cabo. De luchar por ser feliz.

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04 ENE 2017 - 21:07

Kevin Giménez, de 22 años, es referí. Sin embargo, su trabajo en una carnicería de Trelew le complicaba los horarios para arbitrar y optó por dejar el referato en mayo del año pasado. Tras reconsiderarlo, prepara su regreso a las canchas de la Liga del Valle en este semestre. "Antes no podía combinar ambas cosas. Ahora, siento que puedo hacerlo. El arbitraje es una pasión.  Y las pasiones no se encienden y se apagan", dijo.

Según cuenta, se disponían a jugar Independiente y Guillermo Brown, un partido de Reserva de la Liga del Valle, allá por el 2014. El silbatazo inicial se demoró. El árbitro del encuentro arribó al Nacional 72 con quince minutos de retraso, con el cuchillo ensangrentado en una mano y el delantal salpicado de grasa en la otra.

En la carnicería donde trabaja surgió el imprevisto que forzó el atraso del encuentro. Esa es una de las tantas anécdotas de Kevin Giménez, el referí carnicero de la Liga del Valle. La carga laboral lo sofocó.

De hecho, tuvo que dejar de arbitrar en mayo del año pasado. Sentía que no daba abasto. Pero acostumbrado a superar obstáculos en su vida personal, este joven oriundo de Gaiman y residente en Trelew, se está preparando para compatibilizar el silbato con el aroma a media res en el pecho.

El regreso de la pasión

“Quiero volver a dirigir. El arbitraje es una pasión que solo los locos entendemos. Es algo que no se explica con palabras. Es una sensación única estar en un campo de juego dirigiendo”, expresó Giménez, de 22 años, en su lugar de trabajo.

“Arranqué a los 16 en las ligas barriales, de la mano de Juan Carlos Ojeda. Luego, pasé al fútbol oficial. Es más esperable que un adolescente juegue y no que dirija. De hecho, jugué en Gaiman FC. Pero el arbitraje pudo más”, expresó. “Estoy tratando de acomodar los horarios. Trabajo de lunes a viernes de 7:30 a 13 y de 17 a 21:30. Y también los sábados. Deseo volver y quiero retomar en Inferiores o Infantiles”, comentó.

El deseo renovado

“Tengo el apoyo de José Soto, el presidente de la AANECH, para regresar. Me tienen en cuenta, entienden mi situación. Siempre me tuvieron presente. La gran mayoría de árbitros de la Liga, somos laburantes”, detalló Giménez, que cuenta con experiencia en las divisiones formativas y en Reserva como juez y en Primera con asistente.

“No responsabilizo a nadie por no arbitrar. Fue una decisión mía. Le agradezco a la carnicería (NdR: Frigo Carnes del Sur) por la posibilidad de trabajar. Pero no podía combinar ambas cosas", señaló.

"Me perdía partidos por no poder ir. Y opté por el trabajo. Además, quería dedicarle tiempo a mis amigos y a mi familia. Sentía que no podía arbitrar y trabajar. Pero ahora sí, siento que puedo. Volveré. Una pasión no se enciende y se apaga”, reseñó.

Nuevo desafío

Este es un nuevo reto en la vida de Jiménez, a la altura de distintos desafíos que se fueron presentando a lo largo de sus dos décadas de vida. Tras nacer, su madre lo crió con un padre ausente. Así, él lo expresa. Y a los 18, fue padre de León, su único hijo, fruto de una relación que no perduró en el tiempo. Su camino distó de ser un lecho de rosas. Pero no se rinde.

“A mi mamá María, que me crió sola, le agradezco mucho por todo. Y también a mi padrastro Carlos, que hizo lo suyo también. No me quiero olvidar de mi hijo León, por quien me esfuerzo y trabajo para que no le falte nada en la mesa. No me quiero olvidar de agradecer a la AANECH y a mis compañeros de la carnicería. Por ellos y por mí, volveré”, remató. Kevin Giménez anhela un nuevo pitido inicial. Pretende volver a sentir esas cosas del corazón que la razón no comprende. Aspira a poder volver a vencer los obstáculos que bloquean el desarrollo de la pasión. De eso se trata vivir, al fin y al cabo. De luchar por ser feliz.


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