Egipto vive indiferente aniversario del derrocamiento de Mubarak

Sin conmemoraciones o protestas, en Egipto pasó hoy casi desapercibido el sexto aniversario del levantamiento popular que derrocó al presidente Hosni Mubarak, aunque algunos grupos opositores estiman que la represión política no logró apagar por completo la llama de la revolución.

25 ENE 2017 - 15:30 | Actualizado

La icónica plaza Tahrir, el epicentro de la revuelta de 2011, hoy estuvo prácticamente vacía, sin ningún acto de carácter reivindicativo, con el escaso movimiento de personas habitual de un día feriado.

"No hubo ningún tipo de incidente en la capital egipcia. Fue un día normal", dijo a la agencia de noticias EFE una fuente de seguridad, que indicó que hubo más despliegue policial en El Cairo, pero "nada especial" en Tahrir.

Sin embargo, el ministerio egipcio del Interior comunicó esta mañana que cerraban por seguridad la estación de subte de Sadat, que da acceso a la céntrica plaza cairota, una medida que fue habitual para cohibir las manifestaciones desde el golpe de Estado de 2013, que depuso al presidente islamista Mohamed Mursi, el primero electo por el voto popular en la historia del país y hoy condenado a muerte.

Los egipcios, que hace seis años cambiaron el curso político y social de su país en solo 18 días, mantienen su temor a las duras penas de cárcel impuestas en los últimos años contra miles de activistas por participar en protestas no autorizadas, por lo que la mayoría recordó la fecha a través de las redes sociales.

La activista Maha Azzam, directora del Consejo Revolucionario Egipcio, un movimiento opositor en el exilio, aseguró que la revolución de 2011 dejó un poso en la población, y aseguró que tan solo hace falta una "pequeña chispa" para activar una nueva revuelta multitudinaria con aspiraciones democráticas.

"Tenemos que romper la barrera del miedo, que el gobierno montó con torturas, masacres, detenciones y represión. Una vez que la rompes, las condiciones están ahí", comentó Azzam.

En su opinión, para que una nueva aventura democrática tenga éxito, es necesario supeditar a los militares al poder del Parlamento y despolitizar las Fuerzas Armadas, además de fortalecer el sistema judicial.

El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, aseguró hoy durante una alocución que la revolución "va a seguir siendo un punto de inflexión en la historia de Egipto".

En un discurso retransmitido por la televisión oficial, el mandatario se dirigió al pueblo egipcio, e hizo hincapié en los jóvenes.

"La historia va a ser justa para esta generación que aguantó demasiado durante estos últimos años", afirmó Al Sisi, donde también homenajeó anteriormente al cuerpo policial, de cuya fundación se cumplen 65 años.

No obstante, el movimiento 6 de Abril, uno de los impulsores de las protestas de 2011, expresó en un comunicado difundido en Facebook que el gobierno egipcio camina en "dirección contraria" a los deseos de la revolución y ha puesto en marcha una "represión y tortura sin precedentes".

El grupo compartió en sus perfiles de las redes sociales varios textos e imágenes que rememoran a sus "mártires", y de los activistas que continúan encarcelados.

En una de esas fotografías junto a una escueta nota en Facebook y la etiqueta "La revolución de enero continúa", el movimiento se dirigió a los policías: "Cada vez que sientan que son superiores al pueblo egipcio... recuerden Tahrir".

Los usuarios de Twitter, por su parte, volvieron a utilizar el hashtag que inundó las redes sociales el año pasado de "Yo participé en la revolución de enero", para mostrar su "orgullo" por haber estado presentes en las revueltas populares.

La nostalgia es el sentimiento que más aflora en los cientos de comentarios que se pudieron leer en la jornada de hoy, ya que las redes sociales continúan siendo su mejor arma de protesta.

25 ENE 2017 - 15:30

La icónica plaza Tahrir, el epicentro de la revuelta de 2011, hoy estuvo prácticamente vacía, sin ningún acto de carácter reivindicativo, con el escaso movimiento de personas habitual de un día feriado.

"No hubo ningún tipo de incidente en la capital egipcia. Fue un día normal", dijo a la agencia de noticias EFE una fuente de seguridad, que indicó que hubo más despliegue policial en El Cairo, pero "nada especial" en Tahrir.

Sin embargo, el ministerio egipcio del Interior comunicó esta mañana que cerraban por seguridad la estación de subte de Sadat, que da acceso a la céntrica plaza cairota, una medida que fue habitual para cohibir las manifestaciones desde el golpe de Estado de 2013, que depuso al presidente islamista Mohamed Mursi, el primero electo por el voto popular en la historia del país y hoy condenado a muerte.

Los egipcios, que hace seis años cambiaron el curso político y social de su país en solo 18 días, mantienen su temor a las duras penas de cárcel impuestas en los últimos años contra miles de activistas por participar en protestas no autorizadas, por lo que la mayoría recordó la fecha a través de las redes sociales.

La activista Maha Azzam, directora del Consejo Revolucionario Egipcio, un movimiento opositor en el exilio, aseguró que la revolución de 2011 dejó un poso en la población, y aseguró que tan solo hace falta una "pequeña chispa" para activar una nueva revuelta multitudinaria con aspiraciones democráticas.

"Tenemos que romper la barrera del miedo, que el gobierno montó con torturas, masacres, detenciones y represión. Una vez que la rompes, las condiciones están ahí", comentó Azzam.

En su opinión, para que una nueva aventura democrática tenga éxito, es necesario supeditar a los militares al poder del Parlamento y despolitizar las Fuerzas Armadas, además de fortalecer el sistema judicial.

El presidente de Egipto, Abdel Fatah al Sisi, aseguró hoy durante una alocución que la revolución "va a seguir siendo un punto de inflexión en la historia de Egipto".

En un discurso retransmitido por la televisión oficial, el mandatario se dirigió al pueblo egipcio, e hizo hincapié en los jóvenes.

"La historia va a ser justa para esta generación que aguantó demasiado durante estos últimos años", afirmó Al Sisi, donde también homenajeó anteriormente al cuerpo policial, de cuya fundación se cumplen 65 años.

No obstante, el movimiento 6 de Abril, uno de los impulsores de las protestas de 2011, expresó en un comunicado difundido en Facebook que el gobierno egipcio camina en "dirección contraria" a los deseos de la revolución y ha puesto en marcha una "represión y tortura sin precedentes".

El grupo compartió en sus perfiles de las redes sociales varios textos e imágenes que rememoran a sus "mártires", y de los activistas que continúan encarcelados.

En una de esas fotografías junto a una escueta nota en Facebook y la etiqueta "La revolución de enero continúa", el movimiento se dirigió a los policías: "Cada vez que sientan que son superiores al pueblo egipcio... recuerden Tahrir".

Los usuarios de Twitter, por su parte, volvieron a utilizar el hashtag que inundó las redes sociales el año pasado de "Yo participé en la revolución de enero", para mostrar su "orgullo" por haber estado presentes en las revueltas populares.

La nostalgia es el sentimiento que más aflora en los cientos de comentarios que se pudieron leer en la jornada de hoy, ya que las redes sociales continúan siendo su mejor arma de protesta.


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