"Rafa" Nadal revivirá el clásico con Federer

El español, nueve veces campeón de Roland Garros, avanzó a la final del Abierto de Australia, primer torneo de Grand Slam del año, tras superar al búlgaro Grigor Dimitrov por 6-3, 5-7, 7-6 (7-5), 6-7 (4-7) y 6-4 tras cinco horas de juego, e irá en busca del título el domingo frente al suizo, en una nueva versión del gran duelo del tenis moderno.

27 ENE 2017 - 11:05 | Actualizado

Nadal, noveno en el ranking mundial de la ATP, sacó a relucir su mejor versión ante el búlgaro Dimitrov (15) e irá en busca de su 15to. Grand Slam el domingo desde las 5.30 -hora de la Argentina- ante el notable suizo Roger Federer (17), quien ayer superó en la primera semifinal a su compatriota Stan Wawrinka (4) por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3.

"Es difícil describir la emoción que siento, haber llegado a la final significa mucho para mí, estoy cansado pero muy feliz. Lo del público fue maravilloso, muchas gracias por el apoyo que me dieron durante estas dos semanas inolvidables", expresó el mallorquín exultante ni bien consumó su victoria, para el delirio de las 15.000 personas que colmaron el estadio de Melbourne Park para verlo en acción y no se vieron defraudados.

Es que Nadal ofreció una vez más su corazón y luchó a sus 30 años y luego de una larga inactividad a raíz de una lesión en la muñeca, contra la frescura y el desenfado de Dimitrov, uno de los tenistas que dominarán el circuito en el futuro y que forzó una definición cerrada, que llegó recién en el quinto set y luego de una batalla entre dos estilos disímiles.

En ese contexto, en el inicio del partido, Nadal se mostró muy superior y por esa razón se llevó el set por 6-3 en apenas 36 minutos.

El español estuvo muy sólido con su saque y castigó con su derecha casi siempre sobre el revés del búlgaro, así quebró para adelantarse 3-1 y se llevó el set con una muy buena actitud, ya que no se quedó en el fondo de la cancha, también atacó y definió en la red con voleas.

En el segundo set, Dimitrov se recuperó, quebró al español en cero y se puso 3-1 en el segundo con un cambio en su estrategia, ya que jugó tiros más profundos y cuando acertó un par tomó confianza, mientras Nadal jugaba demasiado corto y también mermó su eficacia con el servicio, así perdió 7-5 y la semifinal quedó igualada.

En el tercer set, ambos fueron mucho más regulares con sus respectivos servicios (en el parcial anterior se habían quebrado en cinco ocasiones, tres para el búlgaro) y eso estiró la definición hasta el tie break.

En ese segmento, Nadal logró un quiebre (3-2) pero Dimitrov lo recuperó rápido (3-3) y comenzó a verse lo mejor del partido, ya que se hizo dinámico, parejo y dramático.

Nadal se adelantó dos sets a uno tras imponerse por 7-6 y parecía mejor perfilado, pero Dimitrov, lejos de rendirse, equilibró cuando ganó el cuarto parcial también en el tie break, en el único set en el que no hubo ningún quiebre de servicio, algo elogiable ya que a esa altura los dos estaban tensos y el margen de error era mínimo.

El español, campeón en Australia en 2009, cuando venció a Federer por 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2, fue levemente superior en el set final y logró un quiebre fundamental que le permitió adelantarse 5-4, para luego sellar su victoria por 6-4 con el tercer match point que dispuso en su favor, ante la decepción del talentoso búlgaro.

Nadal, tras ganar el encuentro, se tiró en la cancha y estuvo unos segundos cabeza abajo, quizá asimilando su victoria y también con la cabeza puesta en Federer, a quien domina por 23-9 en el historial, aunque perdió cuando lo enfrentó por última vez, en la final del ATP de Basilea que ganó el suizo.

El gran "duelo" entre Nadal y Federer se suma al que protagonizarán mañana desde las 5.30 las hermanas estadounidenses Serena y Venus Williams. Será la primera vez en el profesionalismo con finalistas de un Grand Slam de 30 años o más, y se repetirán los cuatro tenistas que jugaron las definiciones en Wimbledon 2008.

"Espero poder recuperarme bien físicamente para enfrentar a Roger. Es un privilegio y será especial para los dos poder competir después de haber superado problemas con las lesiones durante casi todo el año pasado, él con su rodilla, yo con mi muñeca", concluyó Nadal.

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27 ENE 2017 - 11:05

Nadal, noveno en el ranking mundial de la ATP, sacó a relucir su mejor versión ante el búlgaro Dimitrov (15) e irá en busca de su 15to. Grand Slam el domingo desde las 5.30 -hora de la Argentina- ante el notable suizo Roger Federer (17), quien ayer superó en la primera semifinal a su compatriota Stan Wawrinka (4) por 7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3.

"Es difícil describir la emoción que siento, haber llegado a la final significa mucho para mí, estoy cansado pero muy feliz. Lo del público fue maravilloso, muchas gracias por el apoyo que me dieron durante estas dos semanas inolvidables", expresó el mallorquín exultante ni bien consumó su victoria, para el delirio de las 15.000 personas que colmaron el estadio de Melbourne Park para verlo en acción y no se vieron defraudados.

Es que Nadal ofreció una vez más su corazón y luchó a sus 30 años y luego de una larga inactividad a raíz de una lesión en la muñeca, contra la frescura y el desenfado de Dimitrov, uno de los tenistas que dominarán el circuito en el futuro y que forzó una definición cerrada, que llegó recién en el quinto set y luego de una batalla entre dos estilos disímiles.

En ese contexto, en el inicio del partido, Nadal se mostró muy superior y por esa razón se llevó el set por 6-3 en apenas 36 minutos.

El español estuvo muy sólido con su saque y castigó con su derecha casi siempre sobre el revés del búlgaro, así quebró para adelantarse 3-1 y se llevó el set con una muy buena actitud, ya que no se quedó en el fondo de la cancha, también atacó y definió en la red con voleas.

En el segundo set, Dimitrov se recuperó, quebró al español en cero y se puso 3-1 en el segundo con un cambio en su estrategia, ya que jugó tiros más profundos y cuando acertó un par tomó confianza, mientras Nadal jugaba demasiado corto y también mermó su eficacia con el servicio, así perdió 7-5 y la semifinal quedó igualada.

En el tercer set, ambos fueron mucho más regulares con sus respectivos servicios (en el parcial anterior se habían quebrado en cinco ocasiones, tres para el búlgaro) y eso estiró la definición hasta el tie break.

En ese segmento, Nadal logró un quiebre (3-2) pero Dimitrov lo recuperó rápido (3-3) y comenzó a verse lo mejor del partido, ya que se hizo dinámico, parejo y dramático.

Nadal se adelantó dos sets a uno tras imponerse por 7-6 y parecía mejor perfilado, pero Dimitrov, lejos de rendirse, equilibró cuando ganó el cuarto parcial también en el tie break, en el único set en el que no hubo ningún quiebre de servicio, algo elogiable ya que a esa altura los dos estaban tensos y el margen de error era mínimo.

El español, campeón en Australia en 2009, cuando venció a Federer por 7-5, 3-6, 7-6, 3-6 y 6-2, fue levemente superior en el set final y logró un quiebre fundamental que le permitió adelantarse 5-4, para luego sellar su victoria por 6-4 con el tercer match point que dispuso en su favor, ante la decepción del talentoso búlgaro.

Nadal, tras ganar el encuentro, se tiró en la cancha y estuvo unos segundos cabeza abajo, quizá asimilando su victoria y también con la cabeza puesta en Federer, a quien domina por 23-9 en el historial, aunque perdió cuando lo enfrentó por última vez, en la final del ATP de Basilea que ganó el suizo.

El gran "duelo" entre Nadal y Federer se suma al que protagonizarán mañana desde las 5.30 las hermanas estadounidenses Serena y Venus Williams. Será la primera vez en el profesionalismo con finalistas de un Grand Slam de 30 años o más, y se repetirán los cuatro tenistas que jugaron las definiciones en Wimbledon 2008.

"Espero poder recuperarme bien físicamente para enfrentar a Roger. Es un privilegio y será especial para los dos poder competir después de haber superado problemas con las lesiones durante casi todo el año pasado, él con su rodilla, yo con mi muñeca", concluyó Nadal.


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