Se recalienta la campaña presidencial en Francia

La campaña presidencial francesa se calentó hoy con la promesa del candidato oficialista de "entregar cabezas" socialistas para garantizar una gran alianza de izquierda y el pedido del mayor referente del espacio de centro de que Francois Fillon, el embanderado de la oposición de derecha, dé un paso al costado hasta que se aclaren las denuncias de corrupción.

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05 FEB 2017 - 15:36 | Actualizado

Francois Bayrou, el líder de la fuerza MoDem, el principal referente del espacio de centro en Francia y un dirigente considerado hasta ahora como aliado de Fillon, le pidió al candidato conservador que renuncie a sus aspiraciones y se baje de la campaña, a sólo dos meses y medio de la primera vuelta electoral.

"No tiene otra elección que retirarse de las elecciones presidenciales", sentenció en una entrevista con el diario Le Figaro y la emisora RTL, citados por la agencia de noticias ANSA.

Bayrou había decidido no presentarse a las primarias que compartieron la derecha y el centro en una suerte de alianza pre electoral, a finales del año pasado. Muchos analistas interpretaron que el líder de MoDem había hecho un pacto con Fillon para no restarle votos en las internas a cambio de luego garantizarse un cargo importante si el conservador ganaba la Presidencia.

Por entonces, Fillon era el favorito en todas las encuestas.

La situación cambió hace unas semanas, cuando varias acusaciones periodísticas contra el ex premier conservador y su familia frenaron su ascenso en las encuestas e inclusive lo debilitaron frente al crecimiento del candidato liberal e independiente, Emmanuel Macron.

En este nuevo contexto, Bayrou no descartó la posibilidad de postularse él mismo a la Presidencia: "No cierro esa puerta", sentenció.

Un sondeo realizado por la consultora Ifop y publicado hoy por el diario dominical Le Journal du Dimanche

sostuvo que cerca de un 70% de los franceses creen que Fillon debería renunciar a su candidatura a las elecciones, que tendrán su primera vuelta el próximo 23 de abril y el eventual balotaje, el 7 de mayo.

Mientras el candidato de Republicanos, el principal partido de la oposición de derecha, sigue cayendo en las encuestas, las posibilidades del oficialismo socialista tampoco mejoran.

El Partido Socialista se encuentra sumido en una profunda crisis provocada por el fin de un gobierno extremadamente impopular, como el de Francois Hollande, y por una división interna entre los líderes que quieren mantener la posición actual de la fuerza, de clara tendencia liberal, y los que quieren dar un golpe de timón y volver a las raíces de la socialdemocracia europea.

Este último sector es el que ganó en las primarias presidencial; sin embargo, varios dirigentes socialistas ya anunciaron que no apoyarán al candidato Benoit Hamon, por considerar a su plataforma como muy radical, y se aliaron con Macron, un ex ministro de Economía del gobierno de Hollande.

A sólo unas semanas de ganar las primarias, Hamon inauguró hoy su campaña con un gran acto de campaña.

"Les propongo una elección consciente en favor de una opción política, no abdicar detrás de un líder", sugirió Hamon, quien renunció a su cargo de ministro de Hollande en 2014, en desacuerdo con la oriental económica liberal que había adoptado el gobierno socialista.

Hamon no esquivó a la crisis interna del partido y prometió que si es necesario "entregar cabezas" socialistas" para garantizar una gran alianza electoral y gobierno con la izquierda, principalmente con los ecologistas y el veterano ex dirigente socialista y varias veces candidato presidencial, Jean-Luc Mélenchon, según la agencia de noticias EFE.

Al mismo tiempo, la líder del partido ultraderechista francés, Frente Nacional (FN) y la favorita en primera vuelta según los últimos sondeos, Marine Le Pen, también inauguró formalmente su campaña, tomando prestado y reformulando el lema que inmortalizó el Mayo Francés en 1968: "Lo imposible es posible".

Desde Lyon, Le Pen recordó que en Austria la extrema derecha "eliminó en la primera vuelta de las presidenciales a los partidos tradicionales", que en Reino Unido se aprobó el Brexit y en Italia se rechazó "la reforma de la Constitución del señor (Matteo) Renzi".

"Estas naciones mostraron que el despertar de los pueblos contra las oligarquías puede realizarse", celebró ante 3.000 personas que abarrotaron el Anfiteatro del Centro de Congresos lionés.

Todo está listo en Francia para una campaña cargada de internas políticas y de un clima de incertidumbre y tensión provocado por el crecimiento de la extrema derecha y los últimos resonantes cambios en el mundo.

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05 FEB 2017 - 15:36

Francois Bayrou, el líder de la fuerza MoDem, el principal referente del espacio de centro en Francia y un dirigente considerado hasta ahora como aliado de Fillon, le pidió al candidato conservador que renuncie a sus aspiraciones y se baje de la campaña, a sólo dos meses y medio de la primera vuelta electoral.

"No tiene otra elección que retirarse de las elecciones presidenciales", sentenció en una entrevista con el diario Le Figaro y la emisora RTL, citados por la agencia de noticias ANSA.

Bayrou había decidido no presentarse a las primarias que compartieron la derecha y el centro en una suerte de alianza pre electoral, a finales del año pasado. Muchos analistas interpretaron que el líder de MoDem había hecho un pacto con Fillon para no restarle votos en las internas a cambio de luego garantizarse un cargo importante si el conservador ganaba la Presidencia.

Por entonces, Fillon era el favorito en todas las encuestas.

La situación cambió hace unas semanas, cuando varias acusaciones periodísticas contra el ex premier conservador y su familia frenaron su ascenso en las encuestas e inclusive lo debilitaron frente al crecimiento del candidato liberal e independiente, Emmanuel Macron.

En este nuevo contexto, Bayrou no descartó la posibilidad de postularse él mismo a la Presidencia: "No cierro esa puerta", sentenció.

Un sondeo realizado por la consultora Ifop y publicado hoy por el diario dominical Le Journal du Dimanche

sostuvo que cerca de un 70% de los franceses creen que Fillon debería renunciar a su candidatura a las elecciones, que tendrán su primera vuelta el próximo 23 de abril y el eventual balotaje, el 7 de mayo.

Mientras el candidato de Republicanos, el principal partido de la oposición de derecha, sigue cayendo en las encuestas, las posibilidades del oficialismo socialista tampoco mejoran.

El Partido Socialista se encuentra sumido en una profunda crisis provocada por el fin de un gobierno extremadamente impopular, como el de Francois Hollande, y por una división interna entre los líderes que quieren mantener la posición actual de la fuerza, de clara tendencia liberal, y los que quieren dar un golpe de timón y volver a las raíces de la socialdemocracia europea.

Este último sector es el que ganó en las primarias presidencial; sin embargo, varios dirigentes socialistas ya anunciaron que no apoyarán al candidato Benoit Hamon, por considerar a su plataforma como muy radical, y se aliaron con Macron, un ex ministro de Economía del gobierno de Hollande.

A sólo unas semanas de ganar las primarias, Hamon inauguró hoy su campaña con un gran acto de campaña.

"Les propongo una elección consciente en favor de una opción política, no abdicar detrás de un líder", sugirió Hamon, quien renunció a su cargo de ministro de Hollande en 2014, en desacuerdo con la oriental económica liberal que había adoptado el gobierno socialista.

Hamon no esquivó a la crisis interna del partido y prometió que si es necesario "entregar cabezas" socialistas" para garantizar una gran alianza electoral y gobierno con la izquierda, principalmente con los ecologistas y el veterano ex dirigente socialista y varias veces candidato presidencial, Jean-Luc Mélenchon, según la agencia de noticias EFE.

Al mismo tiempo, la líder del partido ultraderechista francés, Frente Nacional (FN) y la favorita en primera vuelta según los últimos sondeos, Marine Le Pen, también inauguró formalmente su campaña, tomando prestado y reformulando el lema que inmortalizó el Mayo Francés en 1968: "Lo imposible es posible".

Desde Lyon, Le Pen recordó que en Austria la extrema derecha "eliminó en la primera vuelta de las presidenciales a los partidos tradicionales", que en Reino Unido se aprobó el Brexit y en Italia se rechazó "la reforma de la Constitución del señor (Matteo) Renzi".

"Estas naciones mostraron que el despertar de los pueblos contra las oligarquías puede realizarse", celebró ante 3.000 personas que abarrotaron el Anfiteatro del Centro de Congresos lionés.

Todo está listo en Francia para una campaña cargada de internas políticas y de un clima de incertidumbre y tensión provocado por el crecimiento de la extrema derecha y los últimos resonantes cambios en el mundo.


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