Moscú desafía a la Casa Blanca: "Nunca devolveremos Crimea"

Rusia afirmó hoy que nunca devolverá la península de Crimea a Ucrania porque es su territorio soberano, en respuesta a declaraciones de la Casa Blanca de que el presidente estadounidense, Donald Trump, espera que Moscú le devuelva ese territorio a Kiev.

15 FEB 2017 - 13:14 | Actualizado

"Nosotros no devolvemos nuestros territorios. Crimea es territorio de la Federación de Rusia", aseguró en rueda de prensa la vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova.

Esa fue la respuesta al portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, que ayer declaró que Trump mantiene una "dura" posición sobre el conflicto ucraniano y "espera de Rusia su cooperación para rebajar la tensión en Ucrania y la devolución de Crimea".

Pero hoy, Dimitri Peskov, vocero del Kremlin también cruzó a Spicer y afirmó que la soberanía de Rusia sobre Crimea ni siquiera se puede discutir, "porque Rusia no discute los asuntos de su territorio con socios extranjeros".

Rusia se anexionó Crimea en marzo de 2014, luego de que el territorio declarara su independencia unilateral de Ucrania en rechazo a la destitución, un mes antes, del ex presidente prorruso Viktor Yanukovich, y su reemplazo por un gobierno nacionalista opuesto a estrechar las relaciones con Moscú.

Ese mismo mes, Crimea celebró un consulta popular en el que casi un 97 % de los votantes dijo sí a la reunificación con Rusia, algo que nunca fue reconocido por la comunidad internacional.

Rusia dijo que el resultado del referéndum mostró que la mayoría rusoparlante de Crimea rechazaba el "golpe de Estado" contra Yanukovich, quien cayó tras semanas de protestas populares, pero Kiev afirmó que se trató de una farsa celebrada a punta de pistola, con miles de soldados rusos ya desplegados en la península.

En una teleconferencia con la prensa, Peskov recordó que el asunto de Crimea no se trató en la conversación telefónica que mantuvieron hace poco Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.

Al tiempo, sostuvo que espera que cuando se recuperen las buenas relaciones con Washington, Rusia "tendrá la oportunidad de explicar a los socios estadounidenses, con tranquilidad y de forma constructiva, sus argumentos" sobre la anexión de Crimea.

La anexión de Crimea en 2014 llevó a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) a imponer sanciones contra Rusia, lo que colocó a las relaciones occidentales con el Kremlin en su peor nivel desde la Guerra Fría.

Tras consumar la anexión, el Kremlin respaldó además a separatistas rusoparlanetes del este de Ucrania sublevados contra Kiev en las provincias industriales de Donetsk y Lugansk, otra decisión que le costó duras sanciones económicas de Occidente.

Ucrania movilizó a su Ejército contra esas provincias, dando lugar a un conflicto armado que ya dejó unos 10.000 muertos y casi 2 millones de desplazados o refugiados y que recrudeció en las últimas semanas con una serie de fuertes combates y bombardeos.

En septiembre de 2016 y durante la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en Kirguistán, Putin volvió a repetir que la incorporación de Crimea fue en el marco de la crisis que tuvo su epicentro en Kiev y que sacó del poder al entonces presidente Yanukovich.

En la actualidad, la península es administrada por Rusia, pero Ucrania la sigue considerando parte integral de su territorio.

Hace un mes, Ucrania demandó a Rusia ante el Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la anexión de Crimea y por apoyar la insurrección armada de los prorrusos del este ucraniano, en Donetsk.

En el caso de la península en el Mar Negro, Kiev acusa a Moscú de violar la convención de 1965 contra todas las formas de discriminación al perseguir a minorías tártara y ucraniana que aún residen en Crimea.

15 FEB 2017 - 13:14

"Nosotros no devolvemos nuestros territorios. Crimea es territorio de la Federación de Rusia", aseguró en rueda de prensa la vocera de la cancillería rusa, Maria Zajarova.

Esa fue la respuesta al portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, que ayer declaró que Trump mantiene una "dura" posición sobre el conflicto ucraniano y "espera de Rusia su cooperación para rebajar la tensión en Ucrania y la devolución de Crimea".

Pero hoy, Dimitri Peskov, vocero del Kremlin también cruzó a Spicer y afirmó que la soberanía de Rusia sobre Crimea ni siquiera se puede discutir, "porque Rusia no discute los asuntos de su territorio con socios extranjeros".

Rusia se anexionó Crimea en marzo de 2014, luego de que el territorio declarara su independencia unilateral de Ucrania en rechazo a la destitución, un mes antes, del ex presidente prorruso Viktor Yanukovich, y su reemplazo por un gobierno nacionalista opuesto a estrechar las relaciones con Moscú.

Ese mismo mes, Crimea celebró un consulta popular en el que casi un 97 % de los votantes dijo sí a la reunificación con Rusia, algo que nunca fue reconocido por la comunidad internacional.

Rusia dijo que el resultado del referéndum mostró que la mayoría rusoparlante de Crimea rechazaba el "golpe de Estado" contra Yanukovich, quien cayó tras semanas de protestas populares, pero Kiev afirmó que se trató de una farsa celebrada a punta de pistola, con miles de soldados rusos ya desplegados en la península.

En una teleconferencia con la prensa, Peskov recordó que el asunto de Crimea no se trató en la conversación telefónica que mantuvieron hace poco Trump y el presidente ruso, Vladimir Putin.

Al tiempo, sostuvo que espera que cuando se recuperen las buenas relaciones con Washington, Rusia "tendrá la oportunidad de explicar a los socios estadounidenses, con tranquilidad y de forma constructiva, sus argumentos" sobre la anexión de Crimea.

La anexión de Crimea en 2014 llevó a Estados Unidos y a la Unión Europea (UE) a imponer sanciones contra Rusia, lo que colocó a las relaciones occidentales con el Kremlin en su peor nivel desde la Guerra Fría.

Tras consumar la anexión, el Kremlin respaldó además a separatistas rusoparlanetes del este de Ucrania sublevados contra Kiev en las provincias industriales de Donetsk y Lugansk, otra decisión que le costó duras sanciones económicas de Occidente.

Ucrania movilizó a su Ejército contra esas provincias, dando lugar a un conflicto armado que ya dejó unos 10.000 muertos y casi 2 millones de desplazados o refugiados y que recrudeció en las últimas semanas con una serie de fuertes combates y bombardeos.

En septiembre de 2016 y durante la cumbre de la Comunidad de Estados Independientes (CEI) en Kirguistán, Putin volvió a repetir que la incorporación de Crimea fue en el marco de la crisis que tuvo su epicentro en Kiev y que sacó del poder al entonces presidente Yanukovich.

En la actualidad, la península es administrada por Rusia, pero Ucrania la sigue considerando parte integral de su territorio.

Hace un mes, Ucrania demandó a Rusia ante el Corte Internacional de Justicia (CIJ) de La Haya por la anexión de Crimea y por apoyar la insurrección armada de los prorrusos del este ucraniano, en Donetsk.

En el caso de la península en el Mar Negro, Kiev acusa a Moscú de violar la convención de 1965 contra todas las formas de discriminación al perseguir a minorías tártara y ucraniana que aún residen en Crimea.


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