Francisco culpó a los poderosos por las guerras en el mundo

El Papa ratificó hoy su denuncia de un "mundo en guerra" y culpó por la situación a los "grandes y poderosos" que "quieren un pedazo más de tierra", además de responsabilizar a los traficantes de armas.

16 FEB 2017 - 14:38 | Actualizado

“Hoy en el mundo hay derramamiento de sangre. Hoy el mundo está en guerra. Tantos hermanos y hermanas mueren, también inocentes, porque los grandes, los poderosos, quieren un pedazo más de tierra, quieren un poco más de poder o quieren obtener más ganancias con el tráfico de armas", denunció el Pontífice durante la misa de esta mañana en la capilla de Santa Marta.

“La guerra comienza aquí y termina allá. Las noticias, las vemos en los periódicos o en los noticieros… Hoy tanta gente muere y aquella semilla de guerra que produce la envidia, los celos, la avidez en mi corazón, es la misma, germinada, hecha árbol, que la bomba que cae sobre un hospital, sobre una escuela y mata a los niños", denunció el Obispo de Roma durante su homilía.

"Es lo mismo. La declaración de guerra comienza aquí, en cada uno de nosotros. De ahí la pregunta: ¿Cómo custodio la paz en mi corazón, en mi intimidad, en mi familia?. Custodiar la paz, no sólo custodiarla: hacerla con las manos, artesanalmente, todos los días. Y así lograremos hacerla en el mundo entero”, enfatizó.

En ese marco, el Pontífice sentenció que "la sangre de Cristo es la que hace la paz, pero no la sangre que los traficantes de armas o los potentes hacen que se derrame en el mundo".

Francisco inició en septiembre de 2014, durante una visita a un cementerio italiano por el centenario de la Primer Guerra Mundial que el mundo inició a vivir una nueva guerra mundial "en pedazos", a la que ahora proponer oponerle una construcción basada en la "no-violencia", como expresó en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año.

16 FEB 2017 - 14:38

“Hoy en el mundo hay derramamiento de sangre. Hoy el mundo está en guerra. Tantos hermanos y hermanas mueren, también inocentes, porque los grandes, los poderosos, quieren un pedazo más de tierra, quieren un poco más de poder o quieren obtener más ganancias con el tráfico de armas", denunció el Pontífice durante la misa de esta mañana en la capilla de Santa Marta.

“La guerra comienza aquí y termina allá. Las noticias, las vemos en los periódicos o en los noticieros… Hoy tanta gente muere y aquella semilla de guerra que produce la envidia, los celos, la avidez en mi corazón, es la misma, germinada, hecha árbol, que la bomba que cae sobre un hospital, sobre una escuela y mata a los niños", denunció el Obispo de Roma durante su homilía.

"Es lo mismo. La declaración de guerra comienza aquí, en cada uno de nosotros. De ahí la pregunta: ¿Cómo custodio la paz en mi corazón, en mi intimidad, en mi familia?. Custodiar la paz, no sólo custodiarla: hacerla con las manos, artesanalmente, todos los días. Y así lograremos hacerla en el mundo entero”, enfatizó.

En ese marco, el Pontífice sentenció que "la sangre de Cristo es la que hace la paz, pero no la sangre que los traficantes de armas o los potentes hacen que se derrame en el mundo".

Francisco inició en septiembre de 2014, durante una visita a un cementerio italiano por el centenario de la Primer Guerra Mundial que el mundo inició a vivir una nueva guerra mundial "en pedazos", a la que ahora proponer oponerle una construcción basada en la "no-violencia", como expresó en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz de este año.


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