Un mes de preventiva para Diego Contreras
Quedó imputado como autor del crimen de Ángel Gómez, el 7 de febrero pasado. La jueza Ivana Gonzalez otorgó, además, un plazo de seis meses para la investigación y dispuso la prohibición de todo tipo de contacto y comunicación entre las familias involucradas.
Diego Contreras fue imputado como posible autor del homicidio de Ángel Gómez, ocurrido el 7 de febrero último en el barrio constitución de Trelew, tras la audiencia de control de detención que se desarrolló este martes en tribunales.
La calificación es por el delito de homicidio agravado debido a la utilización de arma de fuego, en el marco de los artículos 79 y 41 bis del código penal, por lo cual el fiscal solicitó la apertura de investigación por el término de seis meses, a la vez de pedir medida de coerción, argumentando sobre los peligros de fuga y entorpecimiento.
Según el relato del fiscal Marcos Nápoli, Contreras se presentó ese día a las 18,40 en el sector A del barrio Constitución, munido de un arma de fuego y le efectuó cuatro disparos a Gómez, quien se encontraba bebiendo cerveza con otro joven, mientras le gritaba “hijo de p…”, tras lo cual se dio a la fuga. El en relato, señaló que el agresor se ubicó a no más de un metro y medio de la víctima.
El fiscal relató que dos de esos disparos fueron a dar en la humanidad de Gómez, con orificios de entrada y salida, dañando órganos vitales como el pulmón y corazón. Una vez consumado el hecho, el padre de la víctima -que se encontraba a unos diez metros-, acudió para tratar de dar auxilio y trasladó al herido en su auto hasta el hospital, en donde Ángel Gómez falleció producto de las lesiones sufridas.
Argumentos fiscales
Marcos Nápoli indicó que se tomaron entrevistas, tanto en el hospital como en el barrio, aunque expuso sobre las dificultades para llevar adelante ese trabajo debido al miedo manifestado por la gente. No obstante, dijo, se pudieron escuchar testimonios de quienes vieron a Contreras como autor de los disparos y pidió que dos de ellos, considerados como fundamentales por todos los detalles brindados, permanezcan con identidad reservada. También expuso que la propia madre de Gómez estaba cerca de su hijo al momento del suceso y pudo identificar al imputado, al igual que su marido cuando corrió en auxilio de su hijo, aunque si bien vio a quien disparó, no pudo divisarle en la cara, pero describió las ropas que vestía: buzo negro, campera y hasta una capucha con gorra. Detalló además que otro de los testimonios importantes fue de difícil abordaje, ya que se trataba de una persona condenada por homicidio que se encontraba cumpliendo salida laboral.
En cuanto a la medida de coerción, el fiscal general pidió el tiempo que dura la investigación, es decir seis meses, teniendo en cuenta las características del hecho y el riesgo que conllevó la acción de Contreras a terceras personas, inclusive menores que se encontraban en los alrededores. Señaló que todos refirieron sobre la existencia de altercados entre víctima y victimario, y sus respectivas familias, perteneciendo a diferentes bandas, y afirmó que el móvil podría ser ese encono existente. Agregó que Gómez hacía un tiempo atrás podría haber sido el autor de disparos contra un cuñado del ahora imputado, entre otros hechos, y refirió que quien resultó muerto se encontraba cumpliendo salida transitoria hasta las 20, cuando lo debían buscar, y esto Contreras lo sabía.
Para el fiscal también se da el peligro de entorpecimiento, ya que en libertad el presunto agresor podría influir en testigos, ya de por sí timoratos para declarar, existiendo denuncias sobre agresiones posteriores al hecho, una de ellas por el incendio de la vivienda de una mujer, por parte del entorno de Contreras. Expuso que los conflictos entre ambos trascienden inclusive en los centros de detención y penales carcelarios.
La coartada del imputado
Diego Contreras habló durante la audiencia, para dar su versión de los hechos, y expresar que aquel día vino de Gaiman en colectivo con Tamara Espiasse, su ex pareja y la hija pequeña de ambos, acercándose al barrio para hacerse de documentos pertenecientes a la nena. Pasó por sector G y encontrándose junto a otras personas escuchó varias detonaciones y se fue, ya que abordó un taxi. Dijo que cuando llegó a Gaiman lo llamaron por teléfono para avisarle que lo buscaban a raíz de un homicidio.
Ante preguntas del fiscal, contestó que no conocía a Gómez, pero sí a quien se encontraba con él tomando cerveza, y admitió haberlos visto en el nicho, para señalar que estaba junto a su hija y una vez que tomó el taxi se volvió al centro de Trelew, llevándola a un lugar de juegos.
Su defensor, Abdón Manllauix, pidió el registro de las cámaras ubicadas en diferentes sitios, con el fin de probar que la vestimenta utilizada por su cliente en ese día no es la que refieren los testigos y enfatizó que las declaraciones de estos van variando con el transcurrir de los días. Aludió también al secuestro de un auto que pertenecería a Contreras y que estaba fuera de circulación, según dijo, a unas quince cuadras del barrio. Estimó el abogado como excesivo el plazo de seis meses para una medida de coerción, sugiriendo que sea de un mes.
La resolución de la Jueza
La Jueza Ivana González, subrogando a la doctora Mirta Moreno, hizo manifestaciones relacionadas con los conflictos entre familias y la existencia de mujeres dentro de estos: “Cuando los grupos familiares en conflicto están integrados por mujeres, se generan problemas entre hombres, todo se agranda y en general las víctimas son los hombres”, dijo la magistrada, para agregar que en esos casos ocurre al revés de lo que sucede cuando existe violencia de género.
La existencia de reyertas y enconos personales complica la situación, aunque existen elementos que implican la probable autoría, explicó la doctora González, dejando abierta la investigación por seis meses, además de determinar la prisión preventiva por un mes, exigiendo también la prohibición de todo tipo de contacto y comunicación entre las familias involucradas.
González resolvió que la detención se lleve adelante en el pabellón 1 del centro de detención en la seccional tercera, y pidió que la policía realice rondines sorpresivos en torno a las viviendas de ambos núcleos familiares, aun admitiendo las dificultades de convivencia que se da en ese sector.
La jueza resaltó las problemáticas surgidas de las relaciones conflictivas entre estos grupos, para finalizar aseverando que “viven para ser infelices y para matarse, lo cual lamento en el alma”, sentenció, y en ese sentido sugirió que cuando existen estos hechos entre familias, hasta los motivos más banales causan daño.#
Diego Contreras fue imputado como posible autor del homicidio de Ángel Gómez, ocurrido el 7 de febrero último en el barrio constitución de Trelew, tras la audiencia de control de detención que se desarrolló este martes en tribunales.
La calificación es por el delito de homicidio agravado debido a la utilización de arma de fuego, en el marco de los artículos 79 y 41 bis del código penal, por lo cual el fiscal solicitó la apertura de investigación por el término de seis meses, a la vez de pedir medida de coerción, argumentando sobre los peligros de fuga y entorpecimiento.
Según el relato del fiscal Marcos Nápoli, Contreras se presentó ese día a las 18,40 en el sector A del barrio Constitución, munido de un arma de fuego y le efectuó cuatro disparos a Gómez, quien se encontraba bebiendo cerveza con otro joven, mientras le gritaba “hijo de p…”, tras lo cual se dio a la fuga. El en relato, señaló que el agresor se ubicó a no más de un metro y medio de la víctima.
El fiscal relató que dos de esos disparos fueron a dar en la humanidad de Gómez, con orificios de entrada y salida, dañando órganos vitales como el pulmón y corazón. Una vez consumado el hecho, el padre de la víctima -que se encontraba a unos diez metros-, acudió para tratar de dar auxilio y trasladó al herido en su auto hasta el hospital, en donde Ángel Gómez falleció producto de las lesiones sufridas.
Argumentos fiscales
Marcos Nápoli indicó que se tomaron entrevistas, tanto en el hospital como en el barrio, aunque expuso sobre las dificultades para llevar adelante ese trabajo debido al miedo manifestado por la gente. No obstante, dijo, se pudieron escuchar testimonios de quienes vieron a Contreras como autor de los disparos y pidió que dos de ellos, considerados como fundamentales por todos los detalles brindados, permanezcan con identidad reservada. También expuso que la propia madre de Gómez estaba cerca de su hijo al momento del suceso y pudo identificar al imputado, al igual que su marido cuando corrió en auxilio de su hijo, aunque si bien vio a quien disparó, no pudo divisarle en la cara, pero describió las ropas que vestía: buzo negro, campera y hasta una capucha con gorra. Detalló además que otro de los testimonios importantes fue de difícil abordaje, ya que se trataba de una persona condenada por homicidio que se encontraba cumpliendo salida laboral.
En cuanto a la medida de coerción, el fiscal general pidió el tiempo que dura la investigación, es decir seis meses, teniendo en cuenta las características del hecho y el riesgo que conllevó la acción de Contreras a terceras personas, inclusive menores que se encontraban en los alrededores. Señaló que todos refirieron sobre la existencia de altercados entre víctima y victimario, y sus respectivas familias, perteneciendo a diferentes bandas, y afirmó que el móvil podría ser ese encono existente. Agregó que Gómez hacía un tiempo atrás podría haber sido el autor de disparos contra un cuñado del ahora imputado, entre otros hechos, y refirió que quien resultó muerto se encontraba cumpliendo salida transitoria hasta las 20, cuando lo debían buscar, y esto Contreras lo sabía.
Para el fiscal también se da el peligro de entorpecimiento, ya que en libertad el presunto agresor podría influir en testigos, ya de por sí timoratos para declarar, existiendo denuncias sobre agresiones posteriores al hecho, una de ellas por el incendio de la vivienda de una mujer, por parte del entorno de Contreras. Expuso que los conflictos entre ambos trascienden inclusive en los centros de detención y penales carcelarios.
La coartada del imputado
Diego Contreras habló durante la audiencia, para dar su versión de los hechos, y expresar que aquel día vino de Gaiman en colectivo con Tamara Espiasse, su ex pareja y la hija pequeña de ambos, acercándose al barrio para hacerse de documentos pertenecientes a la nena. Pasó por sector G y encontrándose junto a otras personas escuchó varias detonaciones y se fue, ya que abordó un taxi. Dijo que cuando llegó a Gaiman lo llamaron por teléfono para avisarle que lo buscaban a raíz de un homicidio.
Ante preguntas del fiscal, contestó que no conocía a Gómez, pero sí a quien se encontraba con él tomando cerveza, y admitió haberlos visto en el nicho, para señalar que estaba junto a su hija y una vez que tomó el taxi se volvió al centro de Trelew, llevándola a un lugar de juegos.
Su defensor, Abdón Manllauix, pidió el registro de las cámaras ubicadas en diferentes sitios, con el fin de probar que la vestimenta utilizada por su cliente en ese día no es la que refieren los testigos y enfatizó que las declaraciones de estos van variando con el transcurrir de los días. Aludió también al secuestro de un auto que pertenecería a Contreras y que estaba fuera de circulación, según dijo, a unas quince cuadras del barrio. Estimó el abogado como excesivo el plazo de seis meses para una medida de coerción, sugiriendo que sea de un mes.
La resolución de la Jueza
La Jueza Ivana González, subrogando a la doctora Mirta Moreno, hizo manifestaciones relacionadas con los conflictos entre familias y la existencia de mujeres dentro de estos: “Cuando los grupos familiares en conflicto están integrados por mujeres, se generan problemas entre hombres, todo se agranda y en general las víctimas son los hombres”, dijo la magistrada, para agregar que en esos casos ocurre al revés de lo que sucede cuando existe violencia de género.
La existencia de reyertas y enconos personales complica la situación, aunque existen elementos que implican la probable autoría, explicó la doctora González, dejando abierta la investigación por seis meses, además de determinar la prisión preventiva por un mes, exigiendo también la prohibición de todo tipo de contacto y comunicación entre las familias involucradas.
González resolvió que la detención se lleve adelante en el pabellón 1 del centro de detención en la seccional tercera, y pidió que la policía realice rondines sorpresivos en torno a las viviendas de ambos núcleos familiares, aun admitiendo las dificultades de convivencia que se da en ese sector.
La jueza resaltó las problemáticas surgidas de las relaciones conflictivas entre estos grupos, para finalizar aseverando que “viven para ser infelices y para matarse, lo cual lamento en el alma”, sentenció, y en ese sentido sugirió que cuando existen estos hechos entre familias, hasta los motivos más banales causan daño.#