El “Lobo”, peor no la podía pasar

Jorge Newbery no la pasó nada bien en Viedma. El equipo comodorense que dirige el “Pity” Murúa cayó por 3 a 0 en el partido válido por la segunda eliminatoria de la Fase Preliminar Regional Grupo B. La revancha se jugará el próximo domingo 5, en Comodoro Rivadavia.

En Viedma, Sol de Mayo no desaprovechó las oportunidades y goleó a Newbery. La revancha es el domingo.
28 FEB 2017 - 20:58 | Actualizado

Viedma no le dio a Jorge Newbery ninguna posibilidad de respirar. A la temperatura ambiente se le agregó la asfixiante presión de Sol de Mayo, un rival que pareció alimentar su inconsciente colectivo después del último batacazo del “Lobo” en la Costanera.

Por eso no hubo tregua. Y el local apuró al punto de marcarle la cancha a un Newbery impotente. Metido atrás, replegado en extremo, sin peso en el medio y condicionado por un par de tarjetas amarillas al equipo comodorense el partido se le convirtió en un acertijo. Por eso, el arquero Romero tuvo que calentar los guantes temprano y la defensa debió multiplicarse para al menos, demostrar cierta cuota de tranquilidad.

Sol calentó con el juego de Valdebenito y con Finessi complicando a todos. Justo el ex Independiente de Río Colorado pescó una pelota tras un corner y la empujó entre un muro de piernas para el 1-0 ya merecido a los 3’.

A Newbery lo traicionaron los nervios y el resultado. Costó salir del ahogo y encontrar un punto de apoyo para recuperarse: sin la pelota, sufrió por la subida externa por las bandas y también por la movilidad de los puntas locales.

Para colmo, perdió a Rodrigo Cárcamo por doble amarilla y cuando la tarde ya pintaba decididamente mal. Además Luis Murúa apeló a cambios fuera de libreto intentando rearmar el rompecabezas. García suplió al inexpresivo Bazán y Pablo Alvarez cubrió el lateral zurdo sacrificando a Videla, ya amonestado y frustrado.

El “Lobo” no pudo siquiera jugar la ficha del contragolpe. Con diez hombres sufrió la desventaja, se sumaron algunas bajas producciones individuales (Rubio, Castro, Villegas) y aparecieron los desbordes, al filo de la doble amonestación.

Maximiliano Tunessi siguió forzando equivocaciones desde la frontera del área y desnivelando ante el desgaste defensivo del “Lobo”, ya resignado a cuidar la -hasta ahí- diferencia corta. Levantaron Rubio y Ercoreca como estandartes del fondo; Ruíz y Folmer ajustaron la contención y Villegas pareció recuperar con lagunas, su amnesia en ataque.

Si algo peor podía sumarse a la cadena de desatinos aeronauta, apareció el penal de Rubio contra Lobato que Gastón García cambió por gol a los 24 minutos.

En medio de una lluvia de tarjetas, sin margen para meter de más y con un 2-0 puesto a Newbery solamente le quedó el orgullo y la chance de convertir con doble valor. Al menos una entre tantas pálidas.

Tunessi lo volteó con un tiro de gracia: otra corrida de la figura de la cancha que definió sobre la salida de Brian Romero.

Un 0-3 que implica cambiar y apretar los puños para arrancar de cero. ¿Podrá?

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En Viedma, Sol de Mayo no desaprovechó las oportunidades y goleó a Newbery. La revancha es el domingo.
28 FEB 2017 - 20:58

Viedma no le dio a Jorge Newbery ninguna posibilidad de respirar. A la temperatura ambiente se le agregó la asfixiante presión de Sol de Mayo, un rival que pareció alimentar su inconsciente colectivo después del último batacazo del “Lobo” en la Costanera.

Por eso no hubo tregua. Y el local apuró al punto de marcarle la cancha a un Newbery impotente. Metido atrás, replegado en extremo, sin peso en el medio y condicionado por un par de tarjetas amarillas al equipo comodorense el partido se le convirtió en un acertijo. Por eso, el arquero Romero tuvo que calentar los guantes temprano y la defensa debió multiplicarse para al menos, demostrar cierta cuota de tranquilidad.

Sol calentó con el juego de Valdebenito y con Finessi complicando a todos. Justo el ex Independiente de Río Colorado pescó una pelota tras un corner y la empujó entre un muro de piernas para el 1-0 ya merecido a los 3’.

A Newbery lo traicionaron los nervios y el resultado. Costó salir del ahogo y encontrar un punto de apoyo para recuperarse: sin la pelota, sufrió por la subida externa por las bandas y también por la movilidad de los puntas locales.

Para colmo, perdió a Rodrigo Cárcamo por doble amarilla y cuando la tarde ya pintaba decididamente mal. Además Luis Murúa apeló a cambios fuera de libreto intentando rearmar el rompecabezas. García suplió al inexpresivo Bazán y Pablo Alvarez cubrió el lateral zurdo sacrificando a Videla, ya amonestado y frustrado.

El “Lobo” no pudo siquiera jugar la ficha del contragolpe. Con diez hombres sufrió la desventaja, se sumaron algunas bajas producciones individuales (Rubio, Castro, Villegas) y aparecieron los desbordes, al filo de la doble amonestación.

Maximiliano Tunessi siguió forzando equivocaciones desde la frontera del área y desnivelando ante el desgaste defensivo del “Lobo”, ya resignado a cuidar la -hasta ahí- diferencia corta. Levantaron Rubio y Ercoreca como estandartes del fondo; Ruíz y Folmer ajustaron la contención y Villegas pareció recuperar con lagunas, su amnesia en ataque.

Si algo peor podía sumarse a la cadena de desatinos aeronauta, apareció el penal de Rubio contra Lobato que Gastón García cambió por gol a los 24 minutos.

En medio de una lluvia de tarjetas, sin margen para meter de más y con un 2-0 puesto a Newbery solamente le quedó el orgullo y la chance de convertir con doble valor. Al menos una entre tantas pálidas.

Tunessi lo volteó con un tiro de gracia: otra corrida de la figura de la cancha que definió sobre la salida de Brian Romero.

Un 0-3 que implica cambiar y apretar los puños para arrancar de cero. ¿Podrá?


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