La emergencia apícola dada a conocer hoy por el gobierno provincial abarca desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2018, medida adoptada luego que las cuestiones climáticas provocaron serios inconvenientes a los productores apícolas durante la temporada.
La situación se desencadena debido a que el ingreso de néctar a las colmenas ha disminuido notablemente, lo que da como resultado una muy pobre cosecha de miel.
Tras la solicitud de los apicultores, el gobierno provincial dispuso declarar el estado de emergencia agropecuaria apícola, a través del Decreto 341, en el marco de la Ley 4304/78, que se extiende del 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2018.
Según la fundamentación del pedido, tanto las heladas tardías de setiembre, en plena etapa de crecimiento poblacional de las colmenas, como algunos eventos de viento zonda con baja humedad por períodos prolongados, sumado a las altas temperaturas de noviembre, dañaron irreparablemente la flora melífera de la provincia.
En febrero, el subsecretario de Agricultura y Ganadería de la provincia, Alfredo Aciar, había recibido los planteos del sector para comenzar el camino administrativo para la declaración de la emergencia.
Mientras tanto, el Gobierno se comprometió a integrar a un apicultor como representante en la mesa nacional e incluyó un delegado del sector en la Comisión Provincial de Sanidad Animal.
La emergencia apícola dada a conocer hoy por el gobierno provincial abarca desde el 1 de enero de 2017 hasta el 31 de diciembre de 2018, medida adoptada luego que las cuestiones climáticas provocaron serios inconvenientes a los productores apícolas durante la temporada.
La situación se desencadena debido a que el ingreso de néctar a las colmenas ha disminuido notablemente, lo que da como resultado una muy pobre cosecha de miel.
Tras la solicitud de los apicultores, el gobierno provincial dispuso declarar el estado de emergencia agropecuaria apícola, a través del Decreto 341, en el marco de la Ley 4304/78, que se extiende del 1 de enero de 2017 al 31 de diciembre de 2018.
Según la fundamentación del pedido, tanto las heladas tardías de setiembre, en plena etapa de crecimiento poblacional de las colmenas, como algunos eventos de viento zonda con baja humedad por períodos prolongados, sumado a las altas temperaturas de noviembre, dañaron irreparablemente la flora melífera de la provincia.
En febrero, el subsecretario de Agricultura y Ganadería de la provincia, Alfredo Aciar, había recibido los planteos del sector para comenzar el camino administrativo para la declaración de la emergencia.
Mientras tanto, el Gobierno se comprometió a integrar a un apicultor como representante en la mesa nacional e incluyó un delegado del sector en la Comisión Provincial de Sanidad Animal.