Paraguay se sume en una crisis institucional

La tensión se disparó tras los disturbios que se saldaron con la muerte de un joven opositor a manos de la policía y numerosos heridos, luego que el Congreso fuera incendiado por manifestantes tras la aprobación de una enmienda que abre la vía a instaurar la reelección presidencial.

Crisis institucional y enfrentamientos violentos en las calles de Asunción.
01 ABR 2017 - 16:06 | Actualizado

El presidente paraguayo, Horacio Cartes, destituyó hoy al ministro del Interior, Tadeo Rojas, y al comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo, un día después de las protestas contra la reelección presidencial, en las que un joven militante fue asesinado por la fuerza pública y fue incendiado parte del edificio del Congreso.

La víctima fue identificada como Rodrigo Quintana, de 25 años y dirigente de la Juventud Liberal del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien recibió varios balazos cuando se encontraba en la sede central de ese partido, invadida en la madrugada por una patrulla policial.

El joven opositor murió tras recibir nueve impactos de bala, aseguró hoy Anibal Filártiga, director del Hospital de Traumas, donde fue conducido tras el suceso.

El ministerio del Interior, por su parte, también abrió una investigación sobre el hecho y aseguró que llegarán "hasta el total esclarecimiento de lo ocurrido, y los responsables serán puestos a disposición de la Justicia", informó la agencia de noticias Reuters.

La fiscal Maria Raquel Fernández informó que hay un uniformado detenido y que se le incautó una escopeta, aparentemente
utilizada para el crimen, según algunos testigos. 

De su lado, el oficial policial Abel Cañete, encargado de investigar este hecho, aseguró hoy que no se va a encubrir nada ni a nadie y lamentó los hechos de violencia. 

"No queremos la violencia entre los paraguayos", agregó el oficial, que trabaja junto con el Ministerio Público para esclarecer el episodio de hoy en la madrugada, informó la agencia de noticias DPA.

Esta mañana algunas zonas del centro de Asunción, la capital de Paraguay, amanecieron devastadas como consecuencia de la violencia de anoche, que dejó decenas de heridos, 211 detenidos y numerosos daños materiales.

Las protestas más violentas ocurrieron en la Plaza de Armas, junto al Congreso, una zona que amaneció en estado catastrófico, con autos quemados y escombros en las calles. Además del Congreso fueron atacadas otras oficinas públicas, comercios, y viviendas particulares.

La violencia estalló en Asunción ayer luego de que 25 senadores se reunieran en una sede del Frente Guasú, el partido del ex presidente Fernando Lugo, y sin la presencia del resto de los legisladores, para aprobar una enmienda constitucional que habilita la reelección presidencial, prohibida por la Constitución actual. 

La medida beneficia tanto al actual mandatario, el conservador Horacio Cartes, como a su antecesor, el socialista Lugo.

Hace dos meses que el país está polarizado en relación al proyecto elaborado por el oficilialista Partido Colorado y el Socialista, los principales beneficiados por la propuesta.

El Partido Liberal se opone a la medida aunque algunos legisladores admitieron haberla apoyado. 

"Ni Stroessner hizo esto", se quejó el presidente del Partido Liberal, Efraín Alegre, en referencia al dictador Alfredo Stroessner, quien gobernó el país con mano dura entre 1954 y 1989.

Además, anticipó que los senadores liberales que están aliados con la mayoría del gobierno y a favor de la reelección serán expulsados del partido. 

Tras los disturbios, Cartes emitió un comunicado en el que llamó a la calma y acusó a un grupo "empotrado en la política y medios de comunicación" de promover el conflicto para destruir "la paz, la tranquilidad y el bienestar general del pueblo paraguayo".

Asimismo, la Conferencia de Episcopal Paraguaya hizo hoy un "llamado urgente a la paz" en Paraguay tras las protestas contra la reelección presidencial.

"En estos momentos críticos que vive la patria, los obispos del Paraguay hacemos un llamado urgente a la paz. Observamos con dolor la confrontación pública y queremos pedir a todos: autoridades y pueblo, que no hagamos uso de la violencia, cuidemos la integridad de la vida de todos, que las manifestaciones no se transformen en campo de batalla", afirmó el comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

Los obispos exhortaron, además, a los representantes políticos a realizar un diálogo en busca del "bien común y de la unidad nacional".
 

Crisis institucional y enfrentamientos violentos en las calles de Asunción.
01 ABR 2017 - 16:06

El presidente paraguayo, Horacio Cartes, destituyó hoy al ministro del Interior, Tadeo Rojas, y al comandante de la Policía Nacional, Críspulo Sotelo, un día después de las protestas contra la reelección presidencial, en las que un joven militante fue asesinado por la fuerza pública y fue incendiado parte del edificio del Congreso.

La víctima fue identificada como Rodrigo Quintana, de 25 años y dirigente de la Juventud Liberal del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA), quien recibió varios balazos cuando se encontraba en la sede central de ese partido, invadida en la madrugada por una patrulla policial.

El joven opositor murió tras recibir nueve impactos de bala, aseguró hoy Anibal Filártiga, director del Hospital de Traumas, donde fue conducido tras el suceso.

El ministerio del Interior, por su parte, también abrió una investigación sobre el hecho y aseguró que llegarán "hasta el total esclarecimiento de lo ocurrido, y los responsables serán puestos a disposición de la Justicia", informó la agencia de noticias Reuters.

La fiscal Maria Raquel Fernández informó que hay un uniformado detenido y que se le incautó una escopeta, aparentemente
utilizada para el crimen, según algunos testigos. 

De su lado, el oficial policial Abel Cañete, encargado de investigar este hecho, aseguró hoy que no se va a encubrir nada ni a nadie y lamentó los hechos de violencia. 

"No queremos la violencia entre los paraguayos", agregó el oficial, que trabaja junto con el Ministerio Público para esclarecer el episodio de hoy en la madrugada, informó la agencia de noticias DPA.

Esta mañana algunas zonas del centro de Asunción, la capital de Paraguay, amanecieron devastadas como consecuencia de la violencia de anoche, que dejó decenas de heridos, 211 detenidos y numerosos daños materiales.

Las protestas más violentas ocurrieron en la Plaza de Armas, junto al Congreso, una zona que amaneció en estado catastrófico, con autos quemados y escombros en las calles. Además del Congreso fueron atacadas otras oficinas públicas, comercios, y viviendas particulares.

La violencia estalló en Asunción ayer luego de que 25 senadores se reunieran en una sede del Frente Guasú, el partido del ex presidente Fernando Lugo, y sin la presencia del resto de los legisladores, para aprobar una enmienda constitucional que habilita la reelección presidencial, prohibida por la Constitución actual. 

La medida beneficia tanto al actual mandatario, el conservador Horacio Cartes, como a su antecesor, el socialista Lugo.

Hace dos meses que el país está polarizado en relación al proyecto elaborado por el oficilialista Partido Colorado y el Socialista, los principales beneficiados por la propuesta.

El Partido Liberal se opone a la medida aunque algunos legisladores admitieron haberla apoyado. 

"Ni Stroessner hizo esto", se quejó el presidente del Partido Liberal, Efraín Alegre, en referencia al dictador Alfredo Stroessner, quien gobernó el país con mano dura entre 1954 y 1989.

Además, anticipó que los senadores liberales que están aliados con la mayoría del gobierno y a favor de la reelección serán expulsados del partido. 

Tras los disturbios, Cartes emitió un comunicado en el que llamó a la calma y acusó a un grupo "empotrado en la política y medios de comunicación" de promover el conflicto para destruir "la paz, la tranquilidad y el bienestar general del pueblo paraguayo".

Asimismo, la Conferencia de Episcopal Paraguaya hizo hoy un "llamado urgente a la paz" en Paraguay tras las protestas contra la reelección presidencial.

"En estos momentos críticos que vive la patria, los obispos del Paraguay hacemos un llamado urgente a la paz. Observamos con dolor la confrontación pública y queremos pedir a todos: autoridades y pueblo, que no hagamos uso de la violencia, cuidemos la integridad de la vida de todos, que las manifestaciones no se transformen en campo de batalla", afirmó el comunicado, citado por la agencia de noticias EFE.

Los obispos exhortaron, además, a los representantes políticos a realizar un diálogo en busca del "bien común y de la unidad nacional".
 


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