Obispos patagónicos pidieron por los "pobres, el trabajo indigno y la educación sin calidad"

Invitaron en su mensaje pascual a caminar juntos, escuchando y privilegiando la solidaridad.

05 ABR 2017 - 19:26 | Actualizado

Los obispos de la Región Patagonia-Comahue invitaron en su mensaje pascual a caminar juntos, escuchando y privilegiando la solidaridad. “Ni solo el progreso, ni sola la tecnología, ni solo los planes sociales, pueden acallar el grito dolorido de los crucificados por la pobreza, por el trabajo indigno, por una educación sin calidad, por la inseguridad y la marginación”, aseveraron, y desearon una “feliz Pascua a todos los desanimados, fatigados y anestesiados, y a todas las personas que, dentro y fuera de la Iglesia, se animan a ponerse en camino para estar junto a los que más nos necesitan”. 
 
Los obispos de la Región Patagonia-Comahue afirmaron en su mensaje pascual que “en Cristo resucitado renace la esperanza, se afirma el don de ser pueblo y se reafirma la vida como servicio”, invitaron a caminar juntos, escuchando y privilegiando la solidaridad, para “desandar inmediatamente el camino del distanciamiento, para celebrar y compartir con los hermanos la alegría del encuentro, de la comunión, de la esperanza y del proyecto fraterno del Reino de Dios”. 

Sobre la base del relato de los “peregrinos” de Emaús, del evangelio según San Lucas, los prelados patagónicos muestran la posibilidad de contemplarnos como a esos “dos discípulos desconcertados y desesperanzados por la muerte en cruz de quien era su esperanza, que se alejan de lo que había comenzado a ser su nuevo e insospechado proyecto de vida. Van hundidos en el dolor y en el ‘sin sentido’, con profunda tristeza y desilusionados…”. 

Al reflexionar sobre lo que pasa hoy, manifestaron: “En nuestro caminar, nuestros ojos ven muchas situaciones pero, con frecuencia, no las comprendemos” porque vivimos atrapados en un mundo cargado de imágenes y mensajes y, por medio de la tecnología, pasamos gran parte de nuestro día acumulando información que nos provoca perplejidad y nos mantiene como anestesiados. 

Los obispos advirtieron que estas nuevas situaciones desafían e interpelan en forma permanente y llevan a preguntarse: “¿Por dónde empezar?”. 

Asimismo, lamentaron la situación de los niños con su “infancia robada”, la preocupación por el presente y el futuro de los jóvenes, las familias con sus angustias, las personas mayores que no son tenidas en cuenta. 

“Somos conscientes, más que nunca, de que ni solo el progreso, ni sola la tecnología, ni solo los planes sociales, pueden acallar el grito dolorido de los crucificados por la pobreza, por el trabajo indigno, por una educación sin calidad, por la inseguridad y la marginación”, aseveraron. 

Los obispos patagónicos sostuvieron que este tiempo pascual permite reflexionar y aprender a ver que también “en el camino hay luz”, al manifestar su sorpresa por las acciones de “muchos jóvenes, adultos, ancianos, familias que, conscientes de su entorno sufriente, salen cada día a brindar su tiempo, su capacidad, su creatividad, para hacer ‘el bien sin mirar a quien’. Y se comprometen, sacrifican y luchan honestamente. No temen perder. Apuestan a la verdad. Luchan por esa justicia largamente esperada, sin buscar su propio interés”. 

“Estos hermanos `iluminan’ porque se han dejado iluminar por Cristo que siempre es y será el de ‘partir el pan`, y aunque nos cueste creerlo, nuestro pecado y mediocridad no pueden bloquear la acción del Dios de Amor. Él nos empuja permanentemente al servicio alegre de compartir la Vida que nos regala. Él nos hace piedras vivas para la edificación de una Patria de hermanos”, subrayaron. 

“Nosotros creemos con el corazón ardiente que Jesús vive y entonces nos ponemos en camino, y salimos al encuentro de los hermanos para acompañarlos e integrarlos con la alegría propia que nos da sabernos acogidos siempre ‘por la entrañable misericordia de nuestro Dios’”, aseguraron, y añadieron: “Sólo una Iglesia samaritana, que se detiene e inclina ante tantos crucificados, puede pronunciar en verdad el nombre del Dios de Jesús”. 

Citaron también párrafos de la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La Alegría del Evangelio), del papa Francisco: “Nosotros sabemos bien que la vida con Jesucristo se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo”... “No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio, que hacerlo sólo con la propia razón” y con nuestras solas fuerzas. “Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”. 

Por último, los obispos patagónicos bendijeron a sus comunidades y desearon una “feliz Pascua de Resurrección a todos los desanimados, fatigados y anestesiados, y a todas las personas que, dentro y fuera de la Iglesia, se animan a ponerse en camino para estar junto a los que más nos necesitan. 

El mensaje de cuaresma lleva las firmas de los obispos Virginio D. Bressanelli, SCJ (Neuquén), Fernando Croxatto (auxiliar de Comodoro Rivadavia), Marcelo A. Cuenca (Alto Valle del Río Negro), Juan José Chaparro CMF (San Carlos de Bariloche), Miguel Ángel D’Annibale (Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Comodoro Rivadavia), Esteban M. Laxague SDB (Viedma) José Slaby C.ss.R., (Esquel), Fernando M. Bargalló (emérito de Merlo-Moreno), Miguel E. Hesayne (emérito de Viedma) Marcelo A. Melani SDB (Neuquén), y Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi SDB (eméritos de Alto Valle del Río Negro).

(Fuente: AICA)

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05 ABR 2017 - 19:26

Los obispos de la Región Patagonia-Comahue invitaron en su mensaje pascual a caminar juntos, escuchando y privilegiando la solidaridad. “Ni solo el progreso, ni sola la tecnología, ni solo los planes sociales, pueden acallar el grito dolorido de los crucificados por la pobreza, por el trabajo indigno, por una educación sin calidad, por la inseguridad y la marginación”, aseveraron, y desearon una “feliz Pascua a todos los desanimados, fatigados y anestesiados, y a todas las personas que, dentro y fuera de la Iglesia, se animan a ponerse en camino para estar junto a los que más nos necesitan”. 
 
Los obispos de la Región Patagonia-Comahue afirmaron en su mensaje pascual que “en Cristo resucitado renace la esperanza, se afirma el don de ser pueblo y se reafirma la vida como servicio”, invitaron a caminar juntos, escuchando y privilegiando la solidaridad, para “desandar inmediatamente el camino del distanciamiento, para celebrar y compartir con los hermanos la alegría del encuentro, de la comunión, de la esperanza y del proyecto fraterno del Reino de Dios”. 

Sobre la base del relato de los “peregrinos” de Emaús, del evangelio según San Lucas, los prelados patagónicos muestran la posibilidad de contemplarnos como a esos “dos discípulos desconcertados y desesperanzados por la muerte en cruz de quien era su esperanza, que se alejan de lo que había comenzado a ser su nuevo e insospechado proyecto de vida. Van hundidos en el dolor y en el ‘sin sentido’, con profunda tristeza y desilusionados…”. 

Al reflexionar sobre lo que pasa hoy, manifestaron: “En nuestro caminar, nuestros ojos ven muchas situaciones pero, con frecuencia, no las comprendemos” porque vivimos atrapados en un mundo cargado de imágenes y mensajes y, por medio de la tecnología, pasamos gran parte de nuestro día acumulando información que nos provoca perplejidad y nos mantiene como anestesiados. 

Los obispos advirtieron que estas nuevas situaciones desafían e interpelan en forma permanente y llevan a preguntarse: “¿Por dónde empezar?”. 

Asimismo, lamentaron la situación de los niños con su “infancia robada”, la preocupación por el presente y el futuro de los jóvenes, las familias con sus angustias, las personas mayores que no son tenidas en cuenta. 

“Somos conscientes, más que nunca, de que ni solo el progreso, ni sola la tecnología, ni solo los planes sociales, pueden acallar el grito dolorido de los crucificados por la pobreza, por el trabajo indigno, por una educación sin calidad, por la inseguridad y la marginación”, aseveraron. 

Los obispos patagónicos sostuvieron que este tiempo pascual permite reflexionar y aprender a ver que también “en el camino hay luz”, al manifestar su sorpresa por las acciones de “muchos jóvenes, adultos, ancianos, familias que, conscientes de su entorno sufriente, salen cada día a brindar su tiempo, su capacidad, su creatividad, para hacer ‘el bien sin mirar a quien’. Y se comprometen, sacrifican y luchan honestamente. No temen perder. Apuestan a la verdad. Luchan por esa justicia largamente esperada, sin buscar su propio interés”. 

“Estos hermanos `iluminan’ porque se han dejado iluminar por Cristo que siempre es y será el de ‘partir el pan`, y aunque nos cueste creerlo, nuestro pecado y mediocridad no pueden bloquear la acción del Dios de Amor. Él nos empuja permanentemente al servicio alegre de compartir la Vida que nos regala. Él nos hace piedras vivas para la edificación de una Patria de hermanos”, subrayaron. 

“Nosotros creemos con el corazón ardiente que Jesús vive y entonces nos ponemos en camino, y salimos al encuentro de los hermanos para acompañarlos e integrarlos con la alegría propia que nos da sabernos acogidos siempre ‘por la entrañable misericordia de nuestro Dios’”, aseguraron, y añadieron: “Sólo una Iglesia samaritana, que se detiene e inclina ante tantos crucificados, puede pronunciar en verdad el nombre del Dios de Jesús”. 

Citaron también párrafos de la exhortación apostólica Evangelii gaudium (La Alegría del Evangelio), del papa Francisco: “Nosotros sabemos bien que la vida con Jesucristo se vuelve mucho más plena y que con Él es más fácil encontrarle un sentido a todo”... “No es lo mismo tratar de construir el mundo con su Evangelio, que hacerlo sólo con la propia razón” y con nuestras solas fuerzas. “Quienes se dejan salvar por Él son liberados del pecado, de la tristeza, del vacío interior, del aislamiento. Con Jesucristo siempre nace y renace la alegría”. 

Por último, los obispos patagónicos bendijeron a sus comunidades y desearon una “feliz Pascua de Resurrección a todos los desanimados, fatigados y anestesiados, y a todas las personas que, dentro y fuera de la Iglesia, se animan a ponerse en camino para estar junto a los que más nos necesitan. 

El mensaje de cuaresma lleva las firmas de los obispos Virginio D. Bressanelli, SCJ (Neuquén), Fernando Croxatto (auxiliar de Comodoro Rivadavia), Marcelo A. Cuenca (Alto Valle del Río Negro), Juan José Chaparro CMF (San Carlos de Bariloche), Miguel Ángel D’Annibale (Río Gallegos), Joaquín Gimeno Lahoz (Comodoro Rivadavia), Esteban M. Laxague SDB (Viedma) José Slaby C.ss.R., (Esquel), Fernando M. Bargalló (emérito de Merlo-Moreno), Miguel E. Hesayne (emérito de Viedma) Marcelo A. Melani SDB (Neuquén), y Néstor H. Navarro y José Pedro Pozzi SDB (eméritos de Alto Valle del Río Negro).

(Fuente: AICA)


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