Catalanes desarrollaron un analgésico que se activa con la luz

Investigadores catalanes diseñaron el primer fotofármaco que se activa cuando es irradiado por un haz de luz dirigido mediante una fibra óptica, con potenciales aplicaciones terapéuticas para tratar el dolor, según divulgó hoy la revista científica eLife.

11 ABR 2017 - 13:45 | Actualizado

La investigación fue coordinada por el profesor Francisco Ciruela, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, quien señaló que "en el ámbito clínico no existe ningún precedente del uso de la optofarmacología para mejorar el tratamiento del dolor ni de ninguna patología relacionada con el sistema nervioso".

Esta propuesta de optofarmacología posibilita que un medicamento con un mecanismo conocido, como un analgésico, se modifique químicamente para hacerlo fotosensible e inactivo.

El fotofármaco se activa cuando es irradiado por un haz de luz, dirigido mediante una fibra óptica de una longitud de onda apropiada y con precisión milimétrica sobre el tejido diana, sea el cerebro, piel o articulaciones.

El fotofármaco JF-NP-26 es lo que se denomina un "photocaged", que significa que una molécula enmascarada químicamente e inactiva, se activa mediante la luz, consignó la agencia española EFE.

Según los investigadores, que informan hoy de esta creación en una nota conjunta, el nuevo fármaco no muestra efectos tóxicos ni indeseables en animales.

La iluminación del fotofármaco induce en él una rotura que libera la molécula activa (raseglurant) que, a su vez, bloquea el receptor metabotrópico de glutamato tipo 5 (mGluR5), implicado en la transmisión neuronal del dolor, entre muchas otras funciones neuronales.

El bloqueo de este receptor permite anular la transmisión del dolor desde la periferia del cuerpo al cerebro del organismo.

Este bloqueo se puede producir tanto en las neuronas periféricas como en el sistema nervioso central (cerebro) y generar, en ambos casos, un efecto analgésico como resultado final.

"En el terreno preclínico, es decir, con modelos animales, éste es el primer fotofármaco diseñado para el tratamiento del dolor en vivo", destacó Ciruela.

Del proyecto participaron profesionales del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto de Química Avanzada de Cataluña.

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11 ABR 2017 - 13:45

La investigación fue coordinada por el profesor Francisco Ciruela, de la Facultad de Medicina y Ciencias de la Salud de la Universidad de Barcelona, quien señaló que "en el ámbito clínico no existe ningún precedente del uso de la optofarmacología para mejorar el tratamiento del dolor ni de ninguna patología relacionada con el sistema nervioso".

Esta propuesta de optofarmacología posibilita que un medicamento con un mecanismo conocido, como un analgésico, se modifique químicamente para hacerlo fotosensible e inactivo.

El fotofármaco se activa cuando es irradiado por un haz de luz, dirigido mediante una fibra óptica de una longitud de onda apropiada y con precisión milimétrica sobre el tejido diana, sea el cerebro, piel o articulaciones.

El fotofármaco JF-NP-26 es lo que se denomina un "photocaged", que significa que una molécula enmascarada químicamente e inactiva, se activa mediante la luz, consignó la agencia española EFE.

Según los investigadores, que informan hoy de esta creación en una nota conjunta, el nuevo fármaco no muestra efectos tóxicos ni indeseables en animales.

La iluminación del fotofármaco induce en él una rotura que libera la molécula activa (raseglurant) que, a su vez, bloquea el receptor metabotrópico de glutamato tipo 5 (mGluR5), implicado en la transmisión neuronal del dolor, entre muchas otras funciones neuronales.

El bloqueo de este receptor permite anular la transmisión del dolor desde la periferia del cuerpo al cerebro del organismo.

Este bloqueo se puede producir tanto en las neuronas periféricas como en el sistema nervioso central (cerebro) y generar, en ambos casos, un efecto analgésico como resultado final.

"En el terreno preclínico, es decir, con modelos animales, éste es el primer fotofármaco diseñado para el tratamiento del dolor en vivo", destacó Ciruela.

Del proyecto participaron profesionales del Instituto de Neurociencias de la Universidad de Barcelona, del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL) y del Instituto de Química Avanzada de Cataluña.


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