“Nos arrodillamos ante los cirujanos, oramos, lo dejamos en sus manos y hoy agradecemos”

El niño es de Trelew y fue operado del corazón en Neuquén. El viernes cumple 2 años. La operación fue exitosa. Hoy tiene una vida normal y sus padres agradecen la colaboración de la gente. La historia de un episodio que combinó en una familia la solidaridad y las ganas de vivir.

16 ABR 2017 - 20:21 | Actualizado

Por Lorena Leeming

La historia de Benicio conmovió a Trelew. El sueño de Rocío y Ezequiel se cumplió. Sus plegarias llegaron y la felicidad de una familia es la noticia de hoy. El 2 de febrero su pequeño hijo fue sometido a una intervención quirúrgica de corazón en Neuquén. La cirugía duró 6 horas y por la complejidad, los miedos lógicos y la impotencia del duro momento atravesado marcaron sus vidas para siempre. Todo salió muy bien. Y el agradecimiento es eterno. Por la gran ayuda de la gente y por el profesionalismo médico. 
Beni cumple 2 años la semana que viene y tiene una vida normal. “Nos arrodillamos ante los cirujanos, oramos y lo dejamos en sus manos. Eso es lo que aconsejamos a quienes pasen por situaciones así”.
Historia

Mientras alcanzan la mamadera y atentos a las travesuras propias de la edad del niño, Rocío Benítez y Ezequiel Brufal relataron a Jornada lo sucedido con Benicio y cómo se encuentra hoy.  
“No tenía síntomas. Nació con un soplo en el corazón. Pero parecía algo normal. Pensaba que era eso nomás. Empezamos con medicación. Pensamos que se corregiría. Pero no crecía bien. Tenía un año y medio y pesaba 8 kilos. Nada. Decidieron la operación porque si seguía así podía entrar en desnutrición. Estábamos ya sabiendo la situación”, deslizó Rocío.
Describió el momento de decidir someter al pequeño a la operación como “duro”. Reiteró que el nene no tenía ningún síntoma pero que la anomalía que sufría se advertía en los controles médicos. “El corazón estaba exigido. La medicación lo calmaba pero no estaba resultando”, explicó.
Ezequiel mira a su hijo y su alma se llena de orgullo. Admira la fortaleza del pequeño gigante y sonríe ante cada travesura. 
“Nos costó mucho todo. Fue una gran pesadilla hecha realidad. Pero lo supimos afrontar. La gente nos ayudó mucho. Tuvimos el apoyo que necesitábamos. No nos fue fácil. Pero salimos adelante.  Ahora ya va a cumplir dos años. Evolucionó muy rápido luego de la operación. Ya pasó un mes y medio. Y está muy bien. Ahora le hacen los controles normales de un niño”.
Travesía

En un primer momento, a Benicio iban a operarlo en el hospital Garrahan de Buenos Aires, ciudad de la que son oriundos sus papás. Pero luego se determinó la derivación al hospital de Neuquén. 
“Lo atendieron de primera. Creo que si hubiésemos ido a Buenos Aires tal hubiese sido un número más. La verdad que es para recomendar. Los médicos excelentes. Empezaron a realizar los prequirúrgicos enseguida. Primero decían que no. Luego que sí. Terminaron con la operación. Salió todo muy bien”.
La fe es crucial en momentos en que la vida pone a prueba a las personas. Rocío y Ezequiel aseguran que estar unidos y pensar en positivo fue lo que los llevó a poder pasar de la mejor manera, las peores horas de su existencia. “Aguantamos todo porque sabíamos que era un bien para Benicio. Lo sabíamos, le pusimos fuerza y fe. Fue una cirugía que duró 6 horas”, recordó Rocío.  
Solidaridad

Que la gente es solidaria no es novedad. Pero cada caso lo ratifica. Y este aún más. Los pasos de Benicio fueron seguidos por cientos de trelewenses y amigos y familiares de sus papás de Buenos Aires por las redes sociales. Muchas personas aportaron su granito de arena. Como pudieron. Comprando una rifa, donando poco o mucho a través de una cuenta o simplemente con una palabra de aliento. Y a Rocio y Ezequiel les sirvió todo. Pero todo. Y lo agradecen. La entrevista tuvo como objetivo llegar a cada persona que abrió su corazón para interesarse por Benicio. Y decirles gracias. Porque hoy pueden informarles que el niño goza de buena salud y que todo sirvió.
Impacto

“Quedamos impactados de ver lo solidaria que es la gente. Nosotros también somos de ayudar como nos ayudaron a nosotros. Entendemos lo que es ser solidarios. Sin el apoyo de la gente no hubiese sido posible. Por lo sentimental y económico”, sintetizó Ezequiel. 
Rocío aseguró que lo vivido le sirve ahora, para ayudar a otras personas que atraviesan por situaciones similares. En donde la incertidumbre y el temor de afrontar momentos difíciles llevan a la paralización. Al pánico. 
“Una mamá me escribió hace unos días. Tiene un hijo que le pasa lo mismo que pasó con Benicio. Me dijo que tiene miedo. Le aconsejé que esté tranquila. Es obvio el miedo. Pero le dije que sea fuerte. Que esté con fe”. 
Mensaje

Ezequiel dirigió también un mensaje a los padres a quienes la vida los ponga en el mismo sitio que a ellos hace dos meses. “Que confíen en los médicos. Que se arrodillen. Que pidan que Dios esté en ese momento. Nos arrodillamos ante los cirujanos, oramos y lo dejamos en sus manos. Sabíamos que estaban en sus manos y no te prometían nada”. 
“Es una pesadilla. Pero hay que ir con toda la fe del mundo. Dios está en ese momento. Si van al Castro Rendon o Garrahan, son recomendables al 100%. Son los mejores. Que vayan con toda la fe”, le dijeron los padres a este diario.
Unidos los tres y junto con Benicio, Rocío y Ezequiel reiteraron: “Gracias a todos los que colaboraron con nostros. A Buenos Aires, San Nicolás, Trelew. A todos”.#

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16 ABR 2017 - 20:21

Por Lorena Leeming

La historia de Benicio conmovió a Trelew. El sueño de Rocío y Ezequiel se cumplió. Sus plegarias llegaron y la felicidad de una familia es la noticia de hoy. El 2 de febrero su pequeño hijo fue sometido a una intervención quirúrgica de corazón en Neuquén. La cirugía duró 6 horas y por la complejidad, los miedos lógicos y la impotencia del duro momento atravesado marcaron sus vidas para siempre. Todo salió muy bien. Y el agradecimiento es eterno. Por la gran ayuda de la gente y por el profesionalismo médico. 
Beni cumple 2 años la semana que viene y tiene una vida normal. “Nos arrodillamos ante los cirujanos, oramos y lo dejamos en sus manos. Eso es lo que aconsejamos a quienes pasen por situaciones así”.
Historia

Mientras alcanzan la mamadera y atentos a las travesuras propias de la edad del niño, Rocío Benítez y Ezequiel Brufal relataron a Jornada lo sucedido con Benicio y cómo se encuentra hoy.  
“No tenía síntomas. Nació con un soplo en el corazón. Pero parecía algo normal. Pensaba que era eso nomás. Empezamos con medicación. Pensamos que se corregiría. Pero no crecía bien. Tenía un año y medio y pesaba 8 kilos. Nada. Decidieron la operación porque si seguía así podía entrar en desnutrición. Estábamos ya sabiendo la situación”, deslizó Rocío.
Describió el momento de decidir someter al pequeño a la operación como “duro”. Reiteró que el nene no tenía ningún síntoma pero que la anomalía que sufría se advertía en los controles médicos. “El corazón estaba exigido. La medicación lo calmaba pero no estaba resultando”, explicó.
Ezequiel mira a su hijo y su alma se llena de orgullo. Admira la fortaleza del pequeño gigante y sonríe ante cada travesura. 
“Nos costó mucho todo. Fue una gran pesadilla hecha realidad. Pero lo supimos afrontar. La gente nos ayudó mucho. Tuvimos el apoyo que necesitábamos. No nos fue fácil. Pero salimos adelante.  Ahora ya va a cumplir dos años. Evolucionó muy rápido luego de la operación. Ya pasó un mes y medio. Y está muy bien. Ahora le hacen los controles normales de un niño”.
Travesía

En un primer momento, a Benicio iban a operarlo en el hospital Garrahan de Buenos Aires, ciudad de la que son oriundos sus papás. Pero luego se determinó la derivación al hospital de Neuquén. 
“Lo atendieron de primera. Creo que si hubiésemos ido a Buenos Aires tal hubiese sido un número más. La verdad que es para recomendar. Los médicos excelentes. Empezaron a realizar los prequirúrgicos enseguida. Primero decían que no. Luego que sí. Terminaron con la operación. Salió todo muy bien”.
La fe es crucial en momentos en que la vida pone a prueba a las personas. Rocío y Ezequiel aseguran que estar unidos y pensar en positivo fue lo que los llevó a poder pasar de la mejor manera, las peores horas de su existencia. “Aguantamos todo porque sabíamos que era un bien para Benicio. Lo sabíamos, le pusimos fuerza y fe. Fue una cirugía que duró 6 horas”, recordó Rocío.  
Solidaridad

Que la gente es solidaria no es novedad. Pero cada caso lo ratifica. Y este aún más. Los pasos de Benicio fueron seguidos por cientos de trelewenses y amigos y familiares de sus papás de Buenos Aires por las redes sociales. Muchas personas aportaron su granito de arena. Como pudieron. Comprando una rifa, donando poco o mucho a través de una cuenta o simplemente con una palabra de aliento. Y a Rocio y Ezequiel les sirvió todo. Pero todo. Y lo agradecen. La entrevista tuvo como objetivo llegar a cada persona que abrió su corazón para interesarse por Benicio. Y decirles gracias. Porque hoy pueden informarles que el niño goza de buena salud y que todo sirvió.
Impacto

“Quedamos impactados de ver lo solidaria que es la gente. Nosotros también somos de ayudar como nos ayudaron a nosotros. Entendemos lo que es ser solidarios. Sin el apoyo de la gente no hubiese sido posible. Por lo sentimental y económico”, sintetizó Ezequiel. 
Rocío aseguró que lo vivido le sirve ahora, para ayudar a otras personas que atraviesan por situaciones similares. En donde la incertidumbre y el temor de afrontar momentos difíciles llevan a la paralización. Al pánico. 
“Una mamá me escribió hace unos días. Tiene un hijo que le pasa lo mismo que pasó con Benicio. Me dijo que tiene miedo. Le aconsejé que esté tranquila. Es obvio el miedo. Pero le dije que sea fuerte. Que esté con fe”. 
Mensaje

Ezequiel dirigió también un mensaje a los padres a quienes la vida los ponga en el mismo sitio que a ellos hace dos meses. “Que confíen en los médicos. Que se arrodillen. Que pidan que Dios esté en ese momento. Nos arrodillamos ante los cirujanos, oramos y lo dejamos en sus manos. Sabíamos que estaban en sus manos y no te prometían nada”. 
“Es una pesadilla. Pero hay que ir con toda la fe del mundo. Dios está en ese momento. Si van al Castro Rendon o Garrahan, son recomendables al 100%. Son los mejores. Que vayan con toda la fe”, le dijeron los padres a este diario.
Unidos los tres y junto con Benicio, Rocío y Ezequiel reiteraron: “Gracias a todos los que colaboraron con nostros. A Buenos Aires, San Nicolás, Trelew. A todos”.#


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