Donald Trump busca rebajar el pago de impuestos a las grandes empresas

El gobierno del presidente Donald Trump propuso hoy "la mayor reforma fiscal" de la historia de Estados Unidos, que incluye la baja del gravamen sobre las ganancias de las empresas de un 35 a un 15% y recortes de impuestos para los ciudadanos, una medida que fue una promesa de campaña pero que deberá pasar por el Congreso.

26 ABR 2017 - 19:47 | Actualizado


El anuncio fue realizado en la Casa Blanca por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien en rueda de prensa aseguró que "se trata de uno de los mayores recortes de impuestos de la historia" y remarcó que con estas medidas se puede alcanzar "una tasa de crecimiento económico anual del 3 % o superior".

El plan develado hoy y entregado a los periodistas es de apenas una página, y delinea "principios básicos" que deberán ser detallados más adelante.
El punto clave es la reducción del 35% al 15% del impuesto a las empresas.

Ahora mismo, las empresas en Estados Unidos, si se suman los impuestos locales y estatales, soportan una carga cercana al 40%.
Con el recorte, quedarían por detrás de Francia o Japón, y millones de empresas verían aumentar de golpe su rentabilidad.

La aceptación de esta medida es tan evidente que uno de sus principales problemas, como destacaron expertos, es que se intente utilizar también para derivar por esa vía las declaraciones de ingresos personales, mucho más onerosas.

Pero viene acompañada de una batería de propuestas que dan un giro a la actual trama impositiva.
Entre ellas se destacan la eliminación del impuesto a las sucesiones, la reducción de siete a tres (10 %, 25 % y 35 %) tramos para realizar las declaraciones fiscales, y la duplicación de las deducciones.

Según estimaciones, el costo de la iniciativa a las arcas públicas puede superar los 2 billones de dólares en 10 años.
Sin embargo, Mnuchin insistió en que el plan no implicaría más deuda federal, al no incluir recortes para equilibrar esta reducción en la recaudación vía ingresos, puesto que "se pagaría por sí solo gracias" al impulso económico generado, informó la agencia de noticias EFE.

La propuesta fiscal de Trump, una de sus principales promesas de campaña del empresario, llega cuando el mandatario republicano esta por cumplir -el próximo sábado- 100 días en el cargo.

Es probable que la implementación de la reforma fiscal tome varios meses. Aunque las dos cámaras del Congreso y la Casa Blanca están lideradas por los republicanos, los intereses en algunos campos importantes son diferentes. 

Una reforma fiscal que incluya reducciones masivas sería una carga adicional para el presupuesto de Estados Unidos, de por sí ya sobrecargado. 

La semana pasada, el presidente de Estados Unidos había ordenado por decreto una revisión de las leyes fiscales puestas en marcha en 2016 para determinar si suman una carga financiera injustificada para los contribuyentes o si son demasiado complejas o innecesarias. 

Esas medidas habían sido promulgadas por su predecesor demócrata, Barack Obama, para aliviar la carga tributaria de los contribuyentes tras la crisis financiera de 2008. 

Con la ley Dodd-Frank, el entonces gobierno de Obama quiso evitar que los contribuyentes tuviesen que volver a pagar por la especulación salvaje de los bancos.

26 ABR 2017 - 19:47


El anuncio fue realizado en la Casa Blanca por el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, quien en rueda de prensa aseguró que "se trata de uno de los mayores recortes de impuestos de la historia" y remarcó que con estas medidas se puede alcanzar "una tasa de crecimiento económico anual del 3 % o superior".

El plan develado hoy y entregado a los periodistas es de apenas una página, y delinea "principios básicos" que deberán ser detallados más adelante.
El punto clave es la reducción del 35% al 15% del impuesto a las empresas.

Ahora mismo, las empresas en Estados Unidos, si se suman los impuestos locales y estatales, soportan una carga cercana al 40%.
Con el recorte, quedarían por detrás de Francia o Japón, y millones de empresas verían aumentar de golpe su rentabilidad.

La aceptación de esta medida es tan evidente que uno de sus principales problemas, como destacaron expertos, es que se intente utilizar también para derivar por esa vía las declaraciones de ingresos personales, mucho más onerosas.

Pero viene acompañada de una batería de propuestas que dan un giro a la actual trama impositiva.
Entre ellas se destacan la eliminación del impuesto a las sucesiones, la reducción de siete a tres (10 %, 25 % y 35 %) tramos para realizar las declaraciones fiscales, y la duplicación de las deducciones.

Según estimaciones, el costo de la iniciativa a las arcas públicas puede superar los 2 billones de dólares en 10 años.
Sin embargo, Mnuchin insistió en que el plan no implicaría más deuda federal, al no incluir recortes para equilibrar esta reducción en la recaudación vía ingresos, puesto que "se pagaría por sí solo gracias" al impulso económico generado, informó la agencia de noticias EFE.

La propuesta fiscal de Trump, una de sus principales promesas de campaña del empresario, llega cuando el mandatario republicano esta por cumplir -el próximo sábado- 100 días en el cargo.

Es probable que la implementación de la reforma fiscal tome varios meses. Aunque las dos cámaras del Congreso y la Casa Blanca están lideradas por los republicanos, los intereses en algunos campos importantes son diferentes. 

Una reforma fiscal que incluya reducciones masivas sería una carga adicional para el presupuesto de Estados Unidos, de por sí ya sobrecargado. 

La semana pasada, el presidente de Estados Unidos había ordenado por decreto una revisión de las leyes fiscales puestas en marcha en 2016 para determinar si suman una carga financiera injustificada para los contribuyentes o si son demasiado complejas o innecesarias. 

Esas medidas habían sido promulgadas por su predecesor demócrata, Barack Obama, para aliviar la carga tributaria de los contribuyentes tras la crisis financiera de 2008. 

Con la ley Dodd-Frank, el entonces gobierno de Obama quiso evitar que los contribuyentes tuviesen que volver a pagar por la especulación salvaje de los bancos.


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