Una jueza criticó duramente a la presunta asesina de Candela

Se trata de Ivana González y lo posteó en Facebook. Recordó a Jorgelina Domínguez Reyes como testigo del caso Antillanca.

03 MAY 2017 - 21:58 | Actualizado

El crimen de Candela González conmocionó a Trelew. La presunta asesina, Jorgelina Domínguez Reyes, fue testigo en el Caso Julián Antillanca. Ivana González, la jueza que intervino en el primer juicio, no creyó en el testimonio de la mujer y lo plasmó en el fallo, luego impugnado.
Ahora, ante la repercusión del asesinato de la nena de 13 años, González escribió una reflexión en su cuenta de Facebook. Por su investidura tuvo alta repercusión.
Ratificó su convencimiento para no creer en el testimonio de Domínguez. “Otra vez esta chica. Termina ahora involucrada en un asesinato. Lo más grave es que si esta chica no dijo la verdad en aquel caso, como creen mis colegas y creo yo, hay dos personas inocentes cumpliendo cadena perpetua (en vías de impugación)”.
Dijo que Domínguez estuvo también involucrada presuntamente en un caso de droga. Siempre con menores.
“No queremos dealers ni gente afectando la inocencia de nuestros menores ofreciéndoles droga, que nos maten los chicos”.
Nacida y criada

González habló como ciudadana. Nació y se crió en Trelew. Ejerce aquí su profesión y considera importante opinar ante episodios en que la comunidad necesita saber su valoración. Admitió la publicación en Facebook, vía que no usa habitualmente excepto para interactuar con familiares, amigos y alumnos de la Facultad.
Sobre Domínguez aseguró que se trata de “la mujer a la que le creyeron y anularon nuestro fallo en el tristísimo caso sobre la muerte de Julián Antillanca. Es la famosa testigo estrella a la que mis colegas Defranco, Servent y yo, no le creímos. Pero hubo quienes que sí”, dice parte de esa publicación.
González se sorprendió por la repercusión de su posteo. “No es habitual que yo interactúe. Uso Facebook sólo para establecer contacto con mis seres queridos. Tengo mucha gente muy querida porque viví mucho tiempo en Europa y en Buenos Aires. Sigo páginas. No intervengo. Esto lo vio mucha gente y apareció en muchos muros”.
Hace 7 años la jueza conoció a Jorgelina. “La conocí en el caso Antillanca, donde murió Julián supuestamente según los acusadores públicos y privados, en manos de policías. Mi voto fue muy atacado en la impugnación. Se me trató de arbitraria, de haber desdeñado el testimonio de esta chica”.
La juez dijo que su voto fue minucioso a partir de lo aportado por la Defensa y las partes. También por lo que había expresado una imputada. “Está todo escrito. Al analizar la testigo intrínseca y extrínsecamente como persona, concluí que el testimonio era contradictorio por muchos puntos concretos. Era una chica mentirosa. Inescrupulosa. Se benefició en calidad de testigo. Con su testimonio imputó a su mejor amiga. Logró esa imputación por encubridora. Como falso testigo y como encubridora”.
Autocrítica

La magistrado hizo una autocrítica. “A lo mejor no debí haber utilizado una red social para dar mi opinión. Me reprocho haber actuado como ciudadana común. Haber estado hablando con mis conciudadanos en mi ciudad natal. Pero fue por la repercusión de este caso, y este testimonio que considero mendaz. Como a la testigo, inescrupulosa. Puso en riesgo a una amiga que la ayudó en épocas de malestar económico y callejerismo. No es algo personal, debí analizarlo y lo hice”.
Según González, “fue inadecuado el lugar porque me sentí un ciudadano más y no puedo perder de vista que lo soy más allá de la cantidad innumerable de muestras de afecto. No puedo actuar como ciudadano común porque soy juez las 24 horas. Pero la gente está harta de que seamos personas inmutables que no tengamos sentimientos. Es un deber del juez velar para mantener el tecnicismo para no sufrir temor de parcialidad. Soy un ser humano con pensamientos humanos”.
La magistrada envió un mensaje a la comunidad. “La gente puede estar segura de que sigo convicta de que mantengo lo que dije hace 7 años, aunque haya sido anulado el fallo. Mis opiniones fueron atacadas. La fiscal y la querella cuando impugnaron hicieron hincapié en mi voto y me desprestigiaron. Criticaron cómo valoré a la testigo. La disidencia del Superior Tribunal de Justicia puso especial hincapié en mi voto al darnos la razón. Fue unánime la absolución. Me tomé el trabajo de hacer una fundamentación del por qué. Me tomé el trabajo de especificar las contradicciones de esta chica”.
“Otra vez”

González aclaró que “no sé si esta chica es la asesina. A lo mejor sí. Lo juzga otro colega. Yo digo: otra vez esta chica. Como ciudadana y como juez. La valoré como testigo. No me llamaría la atención que me recusen ahora”.
Reflexionó la jueza indicando que “actué como un ciudadano más. Pero no dije nada más que no esté sellado en mi voto”. Recordó que “por el testimonio de esta chica, un secretario de la Facultad arrancó carteles que decían que Defranco y yo éramos profesores y jueces asesinos y corruptos. Ese secretario fue juzgado por el Consejo Superior y tuvo que dar explicaciones. Dijo que actuó como cualquier mortal. Que eran calumnias. Mi cara estaba pegada en las paredes. Soy la única jueza nacida y criada en Trelew. El resto de mis colegas son de Buenos  Aires, Entre Ríos, de Santa Fe”.
“Hasta una película se hizo. Se llama `Paisaje del Espanto´, donde utilizan mi imagen y las de mis colegas para explicar cómo somos de corruptos y cómo utilizamos arbitrariamente las pruebas y el testimonio de esta mujer”.#

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03 MAY 2017 - 21:58

El crimen de Candela González conmocionó a Trelew. La presunta asesina, Jorgelina Domínguez Reyes, fue testigo en el Caso Julián Antillanca. Ivana González, la jueza que intervino en el primer juicio, no creyó en el testimonio de la mujer y lo plasmó en el fallo, luego impugnado.
Ahora, ante la repercusión del asesinato de la nena de 13 años, González escribió una reflexión en su cuenta de Facebook. Por su investidura tuvo alta repercusión.
Ratificó su convencimiento para no creer en el testimonio de Domínguez. “Otra vez esta chica. Termina ahora involucrada en un asesinato. Lo más grave es que si esta chica no dijo la verdad en aquel caso, como creen mis colegas y creo yo, hay dos personas inocentes cumpliendo cadena perpetua (en vías de impugación)”.
Dijo que Domínguez estuvo también involucrada presuntamente en un caso de droga. Siempre con menores.
“No queremos dealers ni gente afectando la inocencia de nuestros menores ofreciéndoles droga, que nos maten los chicos”.
Nacida y criada

González habló como ciudadana. Nació y se crió en Trelew. Ejerce aquí su profesión y considera importante opinar ante episodios en que la comunidad necesita saber su valoración. Admitió la publicación en Facebook, vía que no usa habitualmente excepto para interactuar con familiares, amigos y alumnos de la Facultad.
Sobre Domínguez aseguró que se trata de “la mujer a la que le creyeron y anularon nuestro fallo en el tristísimo caso sobre la muerte de Julián Antillanca. Es la famosa testigo estrella a la que mis colegas Defranco, Servent y yo, no le creímos. Pero hubo quienes que sí”, dice parte de esa publicación.
González se sorprendió por la repercusión de su posteo. “No es habitual que yo interactúe. Uso Facebook sólo para establecer contacto con mis seres queridos. Tengo mucha gente muy querida porque viví mucho tiempo en Europa y en Buenos Aires. Sigo páginas. No intervengo. Esto lo vio mucha gente y apareció en muchos muros”.
Hace 7 años la jueza conoció a Jorgelina. “La conocí en el caso Antillanca, donde murió Julián supuestamente según los acusadores públicos y privados, en manos de policías. Mi voto fue muy atacado en la impugnación. Se me trató de arbitraria, de haber desdeñado el testimonio de esta chica”.
La juez dijo que su voto fue minucioso a partir de lo aportado por la Defensa y las partes. También por lo que había expresado una imputada. “Está todo escrito. Al analizar la testigo intrínseca y extrínsecamente como persona, concluí que el testimonio era contradictorio por muchos puntos concretos. Era una chica mentirosa. Inescrupulosa. Se benefició en calidad de testigo. Con su testimonio imputó a su mejor amiga. Logró esa imputación por encubridora. Como falso testigo y como encubridora”.
Autocrítica

La magistrado hizo una autocrítica. “A lo mejor no debí haber utilizado una red social para dar mi opinión. Me reprocho haber actuado como ciudadana común. Haber estado hablando con mis conciudadanos en mi ciudad natal. Pero fue por la repercusión de este caso, y este testimonio que considero mendaz. Como a la testigo, inescrupulosa. Puso en riesgo a una amiga que la ayudó en épocas de malestar económico y callejerismo. No es algo personal, debí analizarlo y lo hice”.
Según González, “fue inadecuado el lugar porque me sentí un ciudadano más y no puedo perder de vista que lo soy más allá de la cantidad innumerable de muestras de afecto. No puedo actuar como ciudadano común porque soy juez las 24 horas. Pero la gente está harta de que seamos personas inmutables que no tengamos sentimientos. Es un deber del juez velar para mantener el tecnicismo para no sufrir temor de parcialidad. Soy un ser humano con pensamientos humanos”.
La magistrada envió un mensaje a la comunidad. “La gente puede estar segura de que sigo convicta de que mantengo lo que dije hace 7 años, aunque haya sido anulado el fallo. Mis opiniones fueron atacadas. La fiscal y la querella cuando impugnaron hicieron hincapié en mi voto y me desprestigiaron. Criticaron cómo valoré a la testigo. La disidencia del Superior Tribunal de Justicia puso especial hincapié en mi voto al darnos la razón. Fue unánime la absolución. Me tomé el trabajo de hacer una fundamentación del por qué. Me tomé el trabajo de especificar las contradicciones de esta chica”.
“Otra vez”

González aclaró que “no sé si esta chica es la asesina. A lo mejor sí. Lo juzga otro colega. Yo digo: otra vez esta chica. Como ciudadana y como juez. La valoré como testigo. No me llamaría la atención que me recusen ahora”.
Reflexionó la jueza indicando que “actué como un ciudadano más. Pero no dije nada más que no esté sellado en mi voto”. Recordó que “por el testimonio de esta chica, un secretario de la Facultad arrancó carteles que decían que Defranco y yo éramos profesores y jueces asesinos y corruptos. Ese secretario fue juzgado por el Consejo Superior y tuvo que dar explicaciones. Dijo que actuó como cualquier mortal. Que eran calumnias. Mi cara estaba pegada en las paredes. Soy la única jueza nacida y criada en Trelew. El resto de mis colegas son de Buenos  Aires, Entre Ríos, de Santa Fe”.
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