El crecimiento es más grande que el del último trimestre de 2016, cuando la mayor economía de Europa se expandió en un 0,4 % por ciento, de acuerdo a las cifras preliminares publicadas hoy por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis, por sus siglas en alemán), citada por DPA.
El aumento del producto interno bruto (PIB) coincide con los pronósticos de los economistas, como el del Bundesbank en su último informe mensual, donde señala que: "La economía alemana cobrará un fuerte impulso en el primer trimestre del año".
La economía de Alemania creció en 2016 al ritmo más veloz en un lustro, alcanzando el 1,9 % y desde entonces, los principales datos e indicadores remarcaron esta tendencia, con un desempleo en un nivel histórico bajo, la confianza empresaria en el máximo nivel de los últimos seis años y una alta producción en el sector industrial.
Además, el consumo se vio empujado por los bajos intereses bancarios y la buena situación del mercado laboral y también contribuyen a la reactivación los gastos efectuados por el Estado para alojar y alimentar a cientos de miles de refugiados que llegaron a Alemania.
El buen comienzo de año se vio favorecido asimismo por un invierno (boreal) moderado, que propició la actividad en el sector de la construcción, y al mismo tiempo, las empresas invirtieron más en maquinaria y equipamiento.
Las compañías alemanas se beneficiaron de la recuperación de la coyuntura mundial y de la baja cotización del euro, que se tradujo en marzo en el mayor volumen de exportación de este mes desde 1950.
El crecimiento es más grande que el del último trimestre de 2016, cuando la mayor economía de Europa se expandió en un 0,4 % por ciento, de acuerdo a las cifras preliminares publicadas hoy por la Oficina Federal de Estadísticas (Destatis, por sus siglas en alemán), citada por DPA.
El aumento del producto interno bruto (PIB) coincide con los pronósticos de los economistas, como el del Bundesbank en su último informe mensual, donde señala que: "La economía alemana cobrará un fuerte impulso en el primer trimestre del año".
La economía de Alemania creció en 2016 al ritmo más veloz en un lustro, alcanzando el 1,9 % y desde entonces, los principales datos e indicadores remarcaron esta tendencia, con un desempleo en un nivel histórico bajo, la confianza empresaria en el máximo nivel de los últimos seis años y una alta producción en el sector industrial.
Además, el consumo se vio empujado por los bajos intereses bancarios y la buena situación del mercado laboral y también contribuyen a la reactivación los gastos efectuados por el Estado para alojar y alimentar a cientos de miles de refugiados que llegaron a Alemania.
El buen comienzo de año se vio favorecido asimismo por un invierno (boreal) moderado, que propició la actividad en el sector de la construcción, y al mismo tiempo, las empresas invirtieron más en maquinaria y equipamiento.
Las compañías alemanas se beneficiaron de la recuperación de la coyuntura mundial y de la baja cotización del euro, que se tradujo en marzo en el mayor volumen de exportación de este mes desde 1950.