Por falta de mantenimiento y limpieza, el río Chubut requiere de obras urgentes

La falta de obras de adecuación ha generado una importante pérdida de conducción de agua en el tramo después del dique Ameghino. En las actuales condiciones, el cauce del río no podría trasladar mayores erogaciones del Dique y lluvias aguas abajo del embalse sin riesgos.

Estrecho. El río Chubut tiene menos cauce y tiene grandes bancos de arena en varios tramos.
14 MAY 2017 - 21:43 | Actualizado

La falta de obras de adecuación en la cuenca del río Chubut al este del dique Ameghino no sólo limita la capacidad de conducción de agua para el uso de las poblaciones ribereñas, ya sea en el riego de superficies productivas o consumo humano, sino que también condiciona la capacidad de erogación y manejo de agua, a los fines de evitar contingencias.

El temporal que hace un mes afectó a Chubut marcó un hito estadístico, dejó fuertes señales sobre lo que el cambio climático puede depararnos a futuro y también dejó al desnudo la necesidad de contar con la financiación para concretar las obras de contención de cauce y limpieza de márgenes ribereñas.

La situación del río Chubut aguas abajo del dique Ameghino dista mucho de ser la ideal y tras décadas de falta de mantenimiento y limpieza, su capacidad de conducción ha disminuido de manera sensible, al punto que si hoy el dique llevara sus erogaciones al máximo permitido y se diera alguna tormenta aguas debajo de la presa, podrían producirse anegamientos en algunos sectores del valle.

La falta de limpieza de cauce y márgenes, un dragado que nunca se concretó y la sedimentación que año tras año deja el agua ha generado un río más angosto y menos profundo, lo que condiciona su capacidad de conducción a niveles preocupantes.

Un aporte inesperado

El dique Florentino Ameghino funciona como regulador de la cuenca. Después del verano inicia su funcionamiento en una cota operativa mínima de 154,9 metros a la espera del aporte que la cuenca superior del río Chubut hará de junio a agosto, primero con el agua de las lluvias y luego con el deshielo.

Las lluvias de fines de marzo y principios de abril en el sur de la provincia generaron la activación del río Chico. Un aporte inesperado de agua que por momentos superó los 400 metros cúbicos por segundo, levantó la cota del embalse en 10 metros por encima de los valores previstos, además de un enturbiamiento inusual del espejo de agua.

Si bien esa masa de agua no condicionó en lo inmediato la operación normal del embalse, las regulaciones establecidas por ley obligan a la hidroeléctrica a adecuarse lo antes posible a los valores de operación normal.

La capacidad de conducción cada vez menor del río Chubut aguas abajo del dique es un cuello de botella para el manejo de la cuenca, ya que si el dique se viera obligado a erogar al máximo permitido, y al mismo tiempo se dieran lluvias entre el embalse y boca toma, el cauce actual podría verse sobrepasado.

Cañadones sin control

Según las regulaciones vigentes, y sin contar las obras de adecuación que deberían haberse hecho en el río en las últimas dos décadas, hoy la erogación máxima permitida es de 70 metros cúbicos desde el embalse aguas abajo.

Llegar a ese nivel de erogaciones es complejo según las fuentes consultadas, ya que no sólo el río en la actualidad podría no contener ese volumen en algunos puntos del valle inferior, sino que una tormenta aguas abajo del embalse generaría un aporte de agua sin regulación sobre la cuenca del río.

El punto crítico es entre el dique Ameghino y Boca Toma. A unos 40 kilómetros aguas abajo del embalse, confluyen distintos cañadones que conforman el escurrimiento natural de las aguas generadas por las lluvias en esa zona. Si bien existe un monitoreo climático permanente de toda la cuenca, para tener datos que permitan conocer posibles precipitaciones en esa zona, los mismos no permiten dimensionar si puede tratase de precipitaciones ligeras o un temporal de varias horas.

Esos cañadones de manera histórica han aportado al río Chubut ha generado no solo un aumento en el caudal de agua sino también mucha turbiedad, y se trata de un punto de la cuenca que ya no cuenta con regulaciones, más allá de la alternativa de desviación de agua a través de los canales de riego como alternativa para morigerar el efecto.

Obras necesarias

Por estos días las erogaciones rondan entre 50 y 55 m3 por segundo, mucho menos que el máximo de 70 m3 y está ligado directamente con la situación en la que se encuentra hoy el río Chubut.

En las últimas cuatro décadas confluyeron varios fenómenos para que el río se encuentre en la situación actual. El avance de los pobladores sobre las tierras lindantes al curso de agua, el deterioro de las riberas, además de la acumulación de basura y el aporte de sedimentos al lecho, han generado que en cuarenta años una importante pérdida en la capacidad de conducción del río Chubut aguas abajo del Dique Ameghino.

Diferentes estudios dan cuenta sobre una sustancial reducción en la capacidad de conducción del río Chubut debido a los cambios morfológicos del cauce y se ha reiterado en distintas oportunidades durante los últimos años a las autoridades sobre la necesidad de realizar las obras de saneamiento hídrico y sistematización, que permitan mejorar la capacidad de transporte de agua.

El estrechamiento del río, que además tiene en gran parte de su curso aguas arribas de Trelew una frondosa vegetación ribereña y el avance de las propiedades privadas sobre tierras que hace años constituían un acceso natural para las cuadrillas y máquinas destinadas a la limpieza de la zona ribereña, no favorecen el mantenimiento que debería tener el curso de agua, independientemente de las obras que a futuro pudieran realizarse entre Trelew y Gaiman y aguas arribas de esa localidad.

Las previsiones realizadas en su momento y que aseguraban que de realizarse las obras de sistematización del cauce del río Chubut las erogaciones desde el dique Ameghino podrían llevarse de 70 m3/s a 105 m3/s parecen hoy una utopía.

Falta de presupuesto

En el año 2007 y en el marco de un taller sobre el plan de recursos hídricos se ratificaba la necesidad de realizar obras tendientes a la restitución de cauce y protección de márgenes del río Chubut en el tramo comprendido entre Boca Toma y Gaiman, como así también entre Gaiman y Rawson, teniendo en cuenta que en aquel momento se tomaba en cuenta los resultados que podría haber arrogado el dragado parcial del río entre Rawson y Trelew a mediados de los 90. También se hacía mención allí a la la regulación de las cuencas aluvionales aguas abajo del dique Ameghino, entre otras.

La falta de un presupuesto adecuado durante los últimos años y de financiamiento nacional para ejecutar dichos trabajos ha sido el primer obstáculo para cumplir con las tareas previstas y a medida que el tiempo pasa, la situación del río empeora.

Según las fuentes consultadas, en este punto, la ejecución de los trabajos de adecuación es una necesidad que no debería postergarse en el tiempo, ya que cada año que pasa el problema se profundiza.#

Mucha agua bajo el puente

La historia de la empresa de capitales y privados que maneja el Dique Ameghino comenzó el 15 de abril de 1993, cuando la Legislatura sancionó la Ley 3843, que aprobó el convenio suscripto entre el Estado nacional y Provincia referido a la “reorganización y privatización del sector eléctrico patagónico”.

Aquel acuerdo, firmado por los entonces gobernador Carlos Maestro y secretario de Energía de la Nación, Carlos Bastos, estipuló la creación de la empresa Hidroeléctrica Ameghino S.A. (HASA), cuyo 59% fue vendido a accionistas privados; el 39% quedó en manos del Estado chubutense; y el 2% fue a parar a manos de los empleados a través de un Programa de Propiedad Participada (P.P.P.)

El convenio establecía que los fondos resultantes de la venta del 59% de las acciones al sector privado “serán transferidos en efectivo a la Provincia, y en contraprestación ésta realizará, a su cargo, las obras necesarias para la sistematización del cauce del río Chubut y protección contra inundaciones.”

Desde un principio se habló de la necesidad de realizar obras y, desde entonces, mucha agua ha corrida debajo de los puentes del río Chubut sin que las obras –aquellas y todas las necesarias en estos 24 años- se hayan realizado.

El 5 de mayo, el Directorio de Hidroeléctrica Ameghino se reunió y dejó constancia en un acta de la situación resultante de la falta de obras en el cauce del río.

En el Orden del Día se incluyó “la definición de acciones a tomar debido a la situación hídrica provocada por fuertes lluvias”. En ese marco, se dejó escrito en el acta que la empresa “ha efectuado en forma periódica y sistemática, reiterados reclamos ante organismos y funcionarios competentes, manifestando nuestra preocupación y la imperiosa necesidad de realizar las obras de saneamiento hídrico y sistematización sobre las márgenes del río Chubut a fin de posibilitar la erogación sin inconvenientes de un caudal de 105 m3/seg., conforme lo previsto en el contrato que otorgara la concesión del Complejo.”

Y agregó el Directorio, para que no queden dudas, que HASA “ha presentado sucesivamente notas con fecha 08/05/2002 ante la Secretaría de Energía de la Nación; posteriormente, con fechas 09/03/2005 y 20/07/2005, ingresaron notas ante la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Provincia del Chubut; con fecha 22/04/2010 se presentó nota ante el Instituto Provincial del Agua de la Provincia del Chubut; y, finalmente, con fecha 14/10/2015 nota dirigida al Señor Gobernador de la Provincia del Chubut con copia al Ministerio de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos y el Instituto Provincial del Agua.”

A pesar del tiempo transcurrido, aun no se han concretado las obras reclamadas, “lo cual constituye un riesgo para las personas y para los bienes de las poblaciones ribereñas.

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Estrecho. El río Chubut tiene menos cauce y tiene grandes bancos de arena en varios tramos.
14 MAY 2017 - 21:43

La falta de obras de adecuación en la cuenca del río Chubut al este del dique Ameghino no sólo limita la capacidad de conducción de agua para el uso de las poblaciones ribereñas, ya sea en el riego de superficies productivas o consumo humano, sino que también condiciona la capacidad de erogación y manejo de agua, a los fines de evitar contingencias.

El temporal que hace un mes afectó a Chubut marcó un hito estadístico, dejó fuertes señales sobre lo que el cambio climático puede depararnos a futuro y también dejó al desnudo la necesidad de contar con la financiación para concretar las obras de contención de cauce y limpieza de márgenes ribereñas.

La situación del río Chubut aguas abajo del dique Ameghino dista mucho de ser la ideal y tras décadas de falta de mantenimiento y limpieza, su capacidad de conducción ha disminuido de manera sensible, al punto que si hoy el dique llevara sus erogaciones al máximo permitido y se diera alguna tormenta aguas debajo de la presa, podrían producirse anegamientos en algunos sectores del valle.

La falta de limpieza de cauce y márgenes, un dragado que nunca se concretó y la sedimentación que año tras año deja el agua ha generado un río más angosto y menos profundo, lo que condiciona su capacidad de conducción a niveles preocupantes.

Un aporte inesperado

El dique Florentino Ameghino funciona como regulador de la cuenca. Después del verano inicia su funcionamiento en una cota operativa mínima de 154,9 metros a la espera del aporte que la cuenca superior del río Chubut hará de junio a agosto, primero con el agua de las lluvias y luego con el deshielo.

Las lluvias de fines de marzo y principios de abril en el sur de la provincia generaron la activación del río Chico. Un aporte inesperado de agua que por momentos superó los 400 metros cúbicos por segundo, levantó la cota del embalse en 10 metros por encima de los valores previstos, además de un enturbiamiento inusual del espejo de agua.

Si bien esa masa de agua no condicionó en lo inmediato la operación normal del embalse, las regulaciones establecidas por ley obligan a la hidroeléctrica a adecuarse lo antes posible a los valores de operación normal.

La capacidad de conducción cada vez menor del río Chubut aguas abajo del dique es un cuello de botella para el manejo de la cuenca, ya que si el dique se viera obligado a erogar al máximo permitido, y al mismo tiempo se dieran lluvias entre el embalse y boca toma, el cauce actual podría verse sobrepasado.

Cañadones sin control

Según las regulaciones vigentes, y sin contar las obras de adecuación que deberían haberse hecho en el río en las últimas dos décadas, hoy la erogación máxima permitida es de 70 metros cúbicos desde el embalse aguas abajo.

Llegar a ese nivel de erogaciones es complejo según las fuentes consultadas, ya que no sólo el río en la actualidad podría no contener ese volumen en algunos puntos del valle inferior, sino que una tormenta aguas abajo del embalse generaría un aporte de agua sin regulación sobre la cuenca del río.

El punto crítico es entre el dique Ameghino y Boca Toma. A unos 40 kilómetros aguas abajo del embalse, confluyen distintos cañadones que conforman el escurrimiento natural de las aguas generadas por las lluvias en esa zona. Si bien existe un monitoreo climático permanente de toda la cuenca, para tener datos que permitan conocer posibles precipitaciones en esa zona, los mismos no permiten dimensionar si puede tratase de precipitaciones ligeras o un temporal de varias horas.

Esos cañadones de manera histórica han aportado al río Chubut ha generado no solo un aumento en el caudal de agua sino también mucha turbiedad, y se trata de un punto de la cuenca que ya no cuenta con regulaciones, más allá de la alternativa de desviación de agua a través de los canales de riego como alternativa para morigerar el efecto.

Obras necesarias

Por estos días las erogaciones rondan entre 50 y 55 m3 por segundo, mucho menos que el máximo de 70 m3 y está ligado directamente con la situación en la que se encuentra hoy el río Chubut.

En las últimas cuatro décadas confluyeron varios fenómenos para que el río se encuentre en la situación actual. El avance de los pobladores sobre las tierras lindantes al curso de agua, el deterioro de las riberas, además de la acumulación de basura y el aporte de sedimentos al lecho, han generado que en cuarenta años una importante pérdida en la capacidad de conducción del río Chubut aguas abajo del Dique Ameghino.

Diferentes estudios dan cuenta sobre una sustancial reducción en la capacidad de conducción del río Chubut debido a los cambios morfológicos del cauce y se ha reiterado en distintas oportunidades durante los últimos años a las autoridades sobre la necesidad de realizar las obras de saneamiento hídrico y sistematización, que permitan mejorar la capacidad de transporte de agua.

El estrechamiento del río, que además tiene en gran parte de su curso aguas arribas de Trelew una frondosa vegetación ribereña y el avance de las propiedades privadas sobre tierras que hace años constituían un acceso natural para las cuadrillas y máquinas destinadas a la limpieza de la zona ribereña, no favorecen el mantenimiento que debería tener el curso de agua, independientemente de las obras que a futuro pudieran realizarse entre Trelew y Gaiman y aguas arribas de esa localidad.

Las previsiones realizadas en su momento y que aseguraban que de realizarse las obras de sistematización del cauce del río Chubut las erogaciones desde el dique Ameghino podrían llevarse de 70 m3/s a 105 m3/s parecen hoy una utopía.

Falta de presupuesto

En el año 2007 y en el marco de un taller sobre el plan de recursos hídricos se ratificaba la necesidad de realizar obras tendientes a la restitución de cauce y protección de márgenes del río Chubut en el tramo comprendido entre Boca Toma y Gaiman, como así también entre Gaiman y Rawson, teniendo en cuenta que en aquel momento se tomaba en cuenta los resultados que podría haber arrogado el dragado parcial del río entre Rawson y Trelew a mediados de los 90. También se hacía mención allí a la la regulación de las cuencas aluvionales aguas abajo del dique Ameghino, entre otras.

La falta de un presupuesto adecuado durante los últimos años y de financiamiento nacional para ejecutar dichos trabajos ha sido el primer obstáculo para cumplir con las tareas previstas y a medida que el tiempo pasa, la situación del río empeora.

Según las fuentes consultadas, en este punto, la ejecución de los trabajos de adecuación es una necesidad que no debería postergarse en el tiempo, ya que cada año que pasa el problema se profundiza.#

Mucha agua bajo el puente

La historia de la empresa de capitales y privados que maneja el Dique Ameghino comenzó el 15 de abril de 1993, cuando la Legislatura sancionó la Ley 3843, que aprobó el convenio suscripto entre el Estado nacional y Provincia referido a la “reorganización y privatización del sector eléctrico patagónico”.

Aquel acuerdo, firmado por los entonces gobernador Carlos Maestro y secretario de Energía de la Nación, Carlos Bastos, estipuló la creación de la empresa Hidroeléctrica Ameghino S.A. (HASA), cuyo 59% fue vendido a accionistas privados; el 39% quedó en manos del Estado chubutense; y el 2% fue a parar a manos de los empleados a través de un Programa de Propiedad Participada (P.P.P.)

El convenio establecía que los fondos resultantes de la venta del 59% de las acciones al sector privado “serán transferidos en efectivo a la Provincia, y en contraprestación ésta realizará, a su cargo, las obras necesarias para la sistematización del cauce del río Chubut y protección contra inundaciones.”

Desde un principio se habló de la necesidad de realizar obras y, desde entonces, mucha agua ha corrida debajo de los puentes del río Chubut sin que las obras –aquellas y todas las necesarias en estos 24 años- se hayan realizado.

El 5 de mayo, el Directorio de Hidroeléctrica Ameghino se reunió y dejó constancia en un acta de la situación resultante de la falta de obras en el cauce del río.

En el Orden del Día se incluyó “la definición de acciones a tomar debido a la situación hídrica provocada por fuertes lluvias”. En ese marco, se dejó escrito en el acta que la empresa “ha efectuado en forma periódica y sistemática, reiterados reclamos ante organismos y funcionarios competentes, manifestando nuestra preocupación y la imperiosa necesidad de realizar las obras de saneamiento hídrico y sistematización sobre las márgenes del río Chubut a fin de posibilitar la erogación sin inconvenientes de un caudal de 105 m3/seg., conforme lo previsto en el contrato que otorgara la concesión del Complejo.”

Y agregó el Directorio, para que no queden dudas, que HASA “ha presentado sucesivamente notas con fecha 08/05/2002 ante la Secretaría de Energía de la Nación; posteriormente, con fechas 09/03/2005 y 20/07/2005, ingresaron notas ante la Subsecretaría de Recursos Naturales y Medio Ambiente de la Provincia del Chubut; con fecha 22/04/2010 se presentó nota ante el Instituto Provincial del Agua de la Provincia del Chubut; y, finalmente, con fecha 14/10/2015 nota dirigida al Señor Gobernador de la Provincia del Chubut con copia al Ministerio de Infraestructura, Planeamiento y Servicios Públicos y el Instituto Provincial del Agua.”

A pesar del tiempo transcurrido, aun no se han concretado las obras reclamadas, “lo cual constituye un riesgo para las personas y para los bienes de las poblaciones ribereñas.


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