Editorial / Se acentúa la caída del empleo en Chubut y el panorama es desolador

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03 JUN 2017 - 21:50 | Actualizado

Las cifras son oficiales y contundentes: entre marzo del año pasado y el mismo mes de este año, el empleo registrado en el sector privado de Chubut se retrajo 1,7%. Traducido en números más concretos, hubo una caída de 1.676 empleos en blanco.
Los datos los divulgó el jueves pasado la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales (SIPA), un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Los números sobre la situación del empleo en blanco en el sector privado chubutense son más preocupantes si se compara esta cifra con la de marzo de 2015: en los últimos dos años, la caída equivale a 3.178 puestos de trabajo menos, según la medición oficial de la cartera laboral nacional.

Los números absolutos indican que a marzo pasado (al cierre del primer trimestre), en Chubut se registraron 98.123 empleos privados en blanco, contra los 99.799 que había en marzo de 2016. La caída se hace más palpable si se la compara con marzo de 2015, cuando había 101.301. Y ni hablar con los del cierre del cuarto trimestre de 2015 (octubre, noviembre y diciembre), el pico histórico más alto del empleo en blanco en Chubut: casi 102.000 trabajadores registrados.

La evolución negativa de este indicador en el primer trimestre de 2017 no es un buen presagio para el resto del año. Esto se debe a que al hacer la comparación por trimestres, los segundos trimestres de cada período suelen ser los de menor registro de trabajadores privados. Es decir que cuando se conozcan las cifras de abril, mayo y junio, la caída puede ser aún más marcada.
“Sin tener aún datos completos de este segundo trimestre (abril/mayo/junio), las estadísticas van a mostrar que hoy estamos perdiendo empleos privados y contaremos aquí, lamentablemente, a una gran empresa de gaseosas de Trelew que acaba de dejar a cincuenta trabajadores en la calle”, se lamenta el magister Julio Ibáñez, titular de la consultora E&M Patagonia, uno de los que siguen de cerca las estadísticas y la problemática laboral de la provincia.

“Quedamos, entonces, a la espera del famoso ‘segundo semestre’, a ver si a partir del invierno 2017 la actividad económica en la provincia se empieza a recuperar y se vuelven a mover los drivers del empleo privado. Aunque con las dificultades que viene mostrando el sector petrolero, los problemas que hay en las industrias manufactureras y el delicado equilibrio que muestra el sector comercial y de servicios, la única variable relevante que podría motorizar el empleo privado es la construcción. Pero todos sabemos que este sector depende fuertemente de la obra pública y los fondos que baje el Estado nacional”, analiza Ibáñez.

Mal trago
 
El cierre la semana pasada de la histórica planta embotelladora de Pepsi en Trelew, luego de 45 años de actividad que incluyó durante muchas décadas a accionistas locales como el recordado Cayetano Castro, fue un nuevo mazazo al delicado panorama laboral de Chubut y del Valle en particular.

A los cierres de Guilford en Comodoro, Cerámica San Lorenzo en Puerto Madryn y la planta de Pepsi en Trelew, se les deben sumar los miles de puestos de trabajo que se han perdido en todos los sectores económicos de la provincia, con el petrolero a la cabeza.

Nadie en su sano juicio puede creer que esto es una responsabilidad del actual Gobierno provincial. Pero no quedan dudas a esta altura que no han sido suficientes los golpes en la mesa y la actitud siempre en defensa de los intereses de Chubut que ha tenido el gobernador Mario Das Neves.

Los continuos desaires que ha venido sufriendo Chubut de parte del Gobierno nacional explican la dura embestida contra la Casa Rosada que lanzó el gobernador la semana pasada, con gruesas acusaciones contra los funcionarios del presidente Mauricio Macri, a quienes acusa lisa y llanamente de perjudicar a Chubut.

Das Neves quiere saber por qué en lo que va del año Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe y Tierra del Fuego recibieron más fondos de ayuda que Chubut, teniendo en cuenta que el nivel de endeudamiento de la provincia es sensiblemente menor al de los distritos beneficiados.

Y consideró “grotesco” que le hayan dado 750 millones de pesos a Santa Cruz, más otros 1.120 millones de pesos que le dieron antes: “¿Qué culpa tenemos los chubutenses, los jujeños, los catamarqueños, del déficit de Santa Cruz, que estuvo gobernada durante tantos años y la fundieron y la robaron?”.

Das Neves le pide al Gobierno nacional que aplique “premios y castigos” en función del orden de cada economía provincial. Pero a la luz de los acontecimientos, los premios y castigos de Macri parecen estar dados por el nivel de sumisión o alineamiento que adoptan los gobernadores.

Si la relación entre Fontana 50 y Balcarce 50 se sigue dando en estos términos, con declaraciones públicas cada vez más altisonantes y funcionarios nacionales ignorando esos reclamos o demorando las respuestas, el panorama para Chubut podría oscurecerse más a medida que pase el año.

El propio Das Neves admitió esta semana que el maltrato del Gobierno de Cambiemos a Chubut tiene que ver con el año electoral. No está de más recordar que a mediados de este mes se definirán las candidaturas de todos los partidos y luego arrancará una campaña que se anticipa caliente hasta las PASO de agosto y mucho más beligerante hasta las parlamentarias de octubre.

Hay demasiados problemas para resolver en el horizonte de Chubut como para que una campaña electoral se entrevere en el medio. Pero todo indica que eso será inevitable. Y ya se sabe: los resultados de dedicarle más tiempo a la política que a buscar soluciones a la grave situación laboral nunca son buenos.#

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03 JUN 2017 - 21:50

Las cifras son oficiales y contundentes: entre marzo del año pasado y el mismo mes de este año, el empleo registrado en el sector privado de Chubut se retrajo 1,7%. Traducido en números más concretos, hubo una caída de 1.676 empleos en blanco.
Los datos los divulgó el jueves pasado la Subsecretaría de Políticas, Estadísticas y Estudios Laborales (SIPA), un organismo dependiente del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social de la Nación.

Los números sobre la situación del empleo en blanco en el sector privado chubutense son más preocupantes si se compara esta cifra con la de marzo de 2015: en los últimos dos años, la caída equivale a 3.178 puestos de trabajo menos, según la medición oficial de la cartera laboral nacional.

Los números absolutos indican que a marzo pasado (al cierre del primer trimestre), en Chubut se registraron 98.123 empleos privados en blanco, contra los 99.799 que había en marzo de 2016. La caída se hace más palpable si se la compara con marzo de 2015, cuando había 101.301. Y ni hablar con los del cierre del cuarto trimestre de 2015 (octubre, noviembre y diciembre), el pico histórico más alto del empleo en blanco en Chubut: casi 102.000 trabajadores registrados.

La evolución negativa de este indicador en el primer trimestre de 2017 no es un buen presagio para el resto del año. Esto se debe a que al hacer la comparación por trimestres, los segundos trimestres de cada período suelen ser los de menor registro de trabajadores privados. Es decir que cuando se conozcan las cifras de abril, mayo y junio, la caída puede ser aún más marcada.
“Sin tener aún datos completos de este segundo trimestre (abril/mayo/junio), las estadísticas van a mostrar que hoy estamos perdiendo empleos privados y contaremos aquí, lamentablemente, a una gran empresa de gaseosas de Trelew que acaba de dejar a cincuenta trabajadores en la calle”, se lamenta el magister Julio Ibáñez, titular de la consultora E&M Patagonia, uno de los que siguen de cerca las estadísticas y la problemática laboral de la provincia.

“Quedamos, entonces, a la espera del famoso ‘segundo semestre’, a ver si a partir del invierno 2017 la actividad económica en la provincia se empieza a recuperar y se vuelven a mover los drivers del empleo privado. Aunque con las dificultades que viene mostrando el sector petrolero, los problemas que hay en las industrias manufactureras y el delicado equilibrio que muestra el sector comercial y de servicios, la única variable relevante que podría motorizar el empleo privado es la construcción. Pero todos sabemos que este sector depende fuertemente de la obra pública y los fondos que baje el Estado nacional”, analiza Ibáñez.

Mal trago
 
El cierre la semana pasada de la histórica planta embotelladora de Pepsi en Trelew, luego de 45 años de actividad que incluyó durante muchas décadas a accionistas locales como el recordado Cayetano Castro, fue un nuevo mazazo al delicado panorama laboral de Chubut y del Valle en particular.

A los cierres de Guilford en Comodoro, Cerámica San Lorenzo en Puerto Madryn y la planta de Pepsi en Trelew, se les deben sumar los miles de puestos de trabajo que se han perdido en todos los sectores económicos de la provincia, con el petrolero a la cabeza.

Nadie en su sano juicio puede creer que esto es una responsabilidad del actual Gobierno provincial. Pero no quedan dudas a esta altura que no han sido suficientes los golpes en la mesa y la actitud siempre en defensa de los intereses de Chubut que ha tenido el gobernador Mario Das Neves.

Los continuos desaires que ha venido sufriendo Chubut de parte del Gobierno nacional explican la dura embestida contra la Casa Rosada que lanzó el gobernador la semana pasada, con gruesas acusaciones contra los funcionarios del presidente Mauricio Macri, a quienes acusa lisa y llanamente de perjudicar a Chubut.

Das Neves quiere saber por qué en lo que va del año Buenos Aires, Córdoba, Entre Ríos, Mendoza, Misiones, Neuquén, Santa Cruz, Santa Fe y Tierra del Fuego recibieron más fondos de ayuda que Chubut, teniendo en cuenta que el nivel de endeudamiento de la provincia es sensiblemente menor al de los distritos beneficiados.

Y consideró “grotesco” que le hayan dado 750 millones de pesos a Santa Cruz, más otros 1.120 millones de pesos que le dieron antes: “¿Qué culpa tenemos los chubutenses, los jujeños, los catamarqueños, del déficit de Santa Cruz, que estuvo gobernada durante tantos años y la fundieron y la robaron?”.

Das Neves le pide al Gobierno nacional que aplique “premios y castigos” en función del orden de cada economía provincial. Pero a la luz de los acontecimientos, los premios y castigos de Macri parecen estar dados por el nivel de sumisión o alineamiento que adoptan los gobernadores.

Si la relación entre Fontana 50 y Balcarce 50 se sigue dando en estos términos, con declaraciones públicas cada vez más altisonantes y funcionarios nacionales ignorando esos reclamos o demorando las respuestas, el panorama para Chubut podría oscurecerse más a medida que pase el año.

El propio Das Neves admitió esta semana que el maltrato del Gobierno de Cambiemos a Chubut tiene que ver con el año electoral. No está de más recordar que a mediados de este mes se definirán las candidaturas de todos los partidos y luego arrancará una campaña que se anticipa caliente hasta las PASO de agosto y mucho más beligerante hasta las parlamentarias de octubre.

Hay demasiados problemas para resolver en el horizonte de Chubut como para que una campaña electoral se entrevere en el medio. Pero todo indica que eso será inevitable. Y ya se sabe: los resultados de dedicarle más tiempo a la política que a buscar soluciones a la grave situación laboral nunca son buenos.#


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