Rechazan indemnización por el “Santa Lucía”, un pesquero de Rawson hundido en 2004
El buque partió de Puerto Rawson el 13 de abril de 2004 y jamás regresó. Rosa Elisa Cárdenas, la madre de uno de los marineros a bordo, demandó a la Prefectura por tardar 15 horas en iniciar la búsqueda y perder un tiempo vital para el salvataje. Pero su reclamo fue desestimado por dos camaristas.
Por Rolando Tobarez / @rtobarez
La Justicia Federal rechazó el reclamo de la madre de un marinero del buque pesquero “Santa Lucía”, que zarpó de Puerto Rawson el 15 de abril de 2004 y jamás regresó a la costa. Rosa Elisa Cárdenas demandó a la Prefectura Naval Argentina por daños y perjuicios, al considerar que esa fuerza demoró 15 horas en iniciar la búsqueda del barco. Y que ese tiempo perdido resultó fatal. A bordo iba su hijo, Pablo Esteban.
El fallo es de abril y lo firmaron los jueces Jorge Federico Alemany y Guillermo Treacy, de la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Ya un juez de primera instancia había rechazado la indemnización.
Según la sentencia, no se acreditó que la Prefectura “hubiera incurrido en omisión alguna en el ejercicio de sus funciones de policía de seguridad de la navegación”. Según el expediente, cumplió con las tareas de búsqueda. El operativo incluyó comunicación por radio con el “Santa Lucía” y por teléfono con sus tripulantes; radio con otros pesqueros en la zona; se intentó avistar el buque desde la costa; se enviaron barcos y hubo un rastreo vía aérea. La exploración se sostuvo por orden del Juzgado Federal de Rawson.
“No existe la necesaria relación de causalidad entre la supuesta omisión atribuida a la parte demandada y los daños cuya reparación pretendía, porque la presunta demora en haber iniciado las comunicaciones con el barco desparecido y las tareas de búsqueda habrían sido en todo caso posteriores a la desaparición o hundimiento del buque, y no necesariamente la podrían haber evitado, o rescatado a la tripulación con vida”.
La señora Cárdenas sostuvo que las evidencias “demuestran la conducta omisiva y tardía de la Prefectura en emprender las tareas de búsqueda y rescate”. No niega que hubo un operativo pero reprocha que no haya sido inmediato “o en tiempo oportuno y adecuado a la urgencia de toda emergencia marítima”. Esta tardanza “derivó en el daño causado al hijo, que jamás pudo ser rescatado ni salvado por quienes debían velar por la seguridad en los mares”.
En la navegación en aguas nacionales los pesqueros con posición geográfica en Comodoro Rivadavia están obligados a comunicarse en tres horarios con las estaciones costeras: a las 2, a las 10 y a las 18.
El buque partió de Rawson a las 3.01 hacia una zona de pesca con destino al puerto de Comodoro. Debió llegar a las 22. No emitió ninguno de los mensajes de posicionamiento obligatorios cada 8 horas, pero Prefectura recién comenzó a buscar a a las 19.10 del mismo día. No había noticias del buque desde las 7.30. El reconocimiento por vía terrestre comenzó a las 21.32. “Esto demuestra que existió una demora de 15 horas en comenzar con las tareas de búsqueda”, advierte el reclamo. “Si se le hubiera dado relevancia a la falta de comunicación oportuna, las tareas se hubieran podido realizar con la inmediatez y celeridad acorde con la emergencia”.
De la transcripción de los mensajes navales, surge que el jefe de la Sub Prefectura de Rawson informó que a las 19.10 de ese día 15 la Prefectura de Comodoro solicitó información sobre el buque ya que no se había recibido la comunicación obligatoria. “Se realizaron múltiples llamados al buque por vía radial, sin establecerse comunicación; se contactó al armador y al agente marítimo a fin de conocer las comunicaciones mantenidas hasta el momento”.
En uno de los últimos contactos, a las 7.30, el “Santa Lucía” navegaba cerca de la Isla Escondida rumbo al sur. Había zarpado con otro buque, el “San Giuseppe”, que lo vio por última vez a las 7:45, a 3 millas náuticas de Punta Tombo. Por el incremento del viento el “San Giuseppe” regresaría a Rawson. Pero el “Santa Lucía” informó que seguiría hacia el sur, cerca de la costa.
Una patrulla terrestre de Prefectura rastrilló la zona costera de Punta Tombo, Bahía Janssen y Cabo Raso, zonas habituales de fondeadero de los pesqueros. El jefe de Comodoro informó que a las 18 y como el buque no se había comunicado, hizo reiterados llamados por VHF. Consultó al destacamento Bahía Camarones, también sin novedad.
Al día siguiente zarpó un guardacostas y un avión sobrevoló la zona. Se sumaron ocho pesqueros, en constante comunicación radioeléctrica. Dos vehículos recorrieron Bahía Camarones hacia el norte. Nadie encontró nada.
“Lo sostenido por la demandante de que si la búsqueda hubiera comenzado unas horas antes el resultado final hubiera sido opuesto, no es más que una hipótesis insuficiente”, concluyeron los camaristas. “No indica en virtud de qué pruebas podría considerarse que si las tareas hubieran comenzado unas horas antes, el resultado hubiera sido otro; máxime, cuando se encontraron muy pocos elementos del buque y la búsqueda de Prefectura continuó varios meses”.
Además de Cárdenas, en el buque iban el patrón Miguel Ciccolela, el maquinista Claudio Alarcón y los marineros César Carrasco, Mario López y Mario Peralta.
Por Rolando Tobarez / @rtobarez
La Justicia Federal rechazó el reclamo de la madre de un marinero del buque pesquero “Santa Lucía”, que zarpó de Puerto Rawson el 15 de abril de 2004 y jamás regresó a la costa. Rosa Elisa Cárdenas demandó a la Prefectura Naval Argentina por daños y perjuicios, al considerar que esa fuerza demoró 15 horas en iniciar la búsqueda del barco. Y que ese tiempo perdido resultó fatal. A bordo iba su hijo, Pablo Esteban.
El fallo es de abril y lo firmaron los jueces Jorge Federico Alemany y Guillermo Treacy, de la Sala V de la Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal. Ya un juez de primera instancia había rechazado la indemnización.
Según la sentencia, no se acreditó que la Prefectura “hubiera incurrido en omisión alguna en el ejercicio de sus funciones de policía de seguridad de la navegación”. Según el expediente, cumplió con las tareas de búsqueda. El operativo incluyó comunicación por radio con el “Santa Lucía” y por teléfono con sus tripulantes; radio con otros pesqueros en la zona; se intentó avistar el buque desde la costa; se enviaron barcos y hubo un rastreo vía aérea. La exploración se sostuvo por orden del Juzgado Federal de Rawson.
“No existe la necesaria relación de causalidad entre la supuesta omisión atribuida a la parte demandada y los daños cuya reparación pretendía, porque la presunta demora en haber iniciado las comunicaciones con el barco desparecido y las tareas de búsqueda habrían sido en todo caso posteriores a la desaparición o hundimiento del buque, y no necesariamente la podrían haber evitado, o rescatado a la tripulación con vida”.
La señora Cárdenas sostuvo que las evidencias “demuestran la conducta omisiva y tardía de la Prefectura en emprender las tareas de búsqueda y rescate”. No niega que hubo un operativo pero reprocha que no haya sido inmediato “o en tiempo oportuno y adecuado a la urgencia de toda emergencia marítima”. Esta tardanza “derivó en el daño causado al hijo, que jamás pudo ser rescatado ni salvado por quienes debían velar por la seguridad en los mares”.
En la navegación en aguas nacionales los pesqueros con posición geográfica en Comodoro Rivadavia están obligados a comunicarse en tres horarios con las estaciones costeras: a las 2, a las 10 y a las 18.
El buque partió de Rawson a las 3.01 hacia una zona de pesca con destino al puerto de Comodoro. Debió llegar a las 22. No emitió ninguno de los mensajes de posicionamiento obligatorios cada 8 horas, pero Prefectura recién comenzó a buscar a a las 19.10 del mismo día. No había noticias del buque desde las 7.30. El reconocimiento por vía terrestre comenzó a las 21.32. “Esto demuestra que existió una demora de 15 horas en comenzar con las tareas de búsqueda”, advierte el reclamo. “Si se le hubiera dado relevancia a la falta de comunicación oportuna, las tareas se hubieran podido realizar con la inmediatez y celeridad acorde con la emergencia”.
De la transcripción de los mensajes navales, surge que el jefe de la Sub Prefectura de Rawson informó que a las 19.10 de ese día 15 la Prefectura de Comodoro solicitó información sobre el buque ya que no se había recibido la comunicación obligatoria. “Se realizaron múltiples llamados al buque por vía radial, sin establecerse comunicación; se contactó al armador y al agente marítimo a fin de conocer las comunicaciones mantenidas hasta el momento”.
En uno de los últimos contactos, a las 7.30, el “Santa Lucía” navegaba cerca de la Isla Escondida rumbo al sur. Había zarpado con otro buque, el “San Giuseppe”, que lo vio por última vez a las 7:45, a 3 millas náuticas de Punta Tombo. Por el incremento del viento el “San Giuseppe” regresaría a Rawson. Pero el “Santa Lucía” informó que seguiría hacia el sur, cerca de la costa.
Una patrulla terrestre de Prefectura rastrilló la zona costera de Punta Tombo, Bahía Janssen y Cabo Raso, zonas habituales de fondeadero de los pesqueros. El jefe de Comodoro informó que a las 18 y como el buque no se había comunicado, hizo reiterados llamados por VHF. Consultó al destacamento Bahía Camarones, también sin novedad.
Al día siguiente zarpó un guardacostas y un avión sobrevoló la zona. Se sumaron ocho pesqueros, en constante comunicación radioeléctrica. Dos vehículos recorrieron Bahía Camarones hacia el norte. Nadie encontró nada.
“Lo sostenido por la demandante de que si la búsqueda hubiera comenzado unas horas antes el resultado final hubiera sido opuesto, no es más que una hipótesis insuficiente”, concluyeron los camaristas. “No indica en virtud de qué pruebas podría considerarse que si las tareas hubieran comenzado unas horas antes, el resultado hubiera sido otro; máxime, cuando se encontraron muy pocos elementos del buque y la búsqueda de Prefectura continuó varios meses”.
Además de Cárdenas, en el buque iban el patrón Miguel Ciccolela, el maquinista Claudio Alarcón y los marineros César Carrasco, Mario López y Mario Peralta.