Mala praxis: le sacaron intestino y ahora cobrará más de $ 786 mil

Hace 10 años, un metalúrgico terminó en coma en el Hospital Isola por una cirugía en el abdomen mal hecha. El Superior Tribunal de Justicia le dio la razón en el reclamo.

La policía tomó conocimiento del hecho cuando la menor ingresó al hospital
10 JUN 2017 - 21:07 | Actualizado

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

La Provincia deberá pagarle más de 786 mil pesos a un trabajador metalúrgico por una cirugía mal hecha en el Hospital “Andrés R. Ísola” de Puerto Madryn. El fallo quedó firme en la Sala Civil del Superior Tribunal de Justicia. En su demanda, M.A.R. le reclamó al Estado por el daño moral que le causó la mala praxis.
Fue atendido por el doctor N. por una consulta por una dolencia abdominal. Luego de los análisis le indicó una intervención de tipo laparoscópica para extracción de vesícula, el 18 de mayo de 2007.
Luego de la operación sintió fuertes dolores abdominales y en el resto del cuerpo. Informó al personal de Enfermería. Tuvo fiebre, vómitos, diarrea, retención de orina y dolores fuertes en el área de la cirugía.

Ruegos

“Pese a los ruegos familiares, el doctor N. lo vio el 21 de mayo manifestándole que estaba todo bien y aclarando que por una complicación se lo había intervenido convencionalmente y no por vía laparoscópica, citándolo para el 28 de ese mes a fin de retirar los puntos”, cuenta la sentencia.
Pero ante el pedido de los familiares, la directora del Hospital dispuso la intervención de otro médico, quien decidió la necesidad de una nueva operación. El cirujano debió amputar 20 centímetros de intestino delgado perforado, debido a la infección producida por la perforación por la mala práctica quirúrgica.
Le sacó de la cavidad abdominal materia fecal, agua y sangre. Fue derivado a Terapia Intensiva por un colapso pulmonar. En coma, debieron punzarle los pulmones para extraer líquido. Sufrió parálisis intestinal debido a la gran infección y debieron practicarle una colostomía.

Justificación

En su defensa, el Estado explicó que “la conversión de una cirugía laparoscópica a una convencional no era algo inusual y si bien surgieron complicaciones propias de una intervención como la practicada al actor, fueron tratadas y solucionadas dentro de los protocolos normales y el buen arte de curar de los profesionales actuantes”. Negó negligencias, defectos o imprudencias del primer médico, N..
Pero según el razonamiento del fallo, el Estado igual es responsable “por hechos u omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, cuando las cumplen de una manera irregular”.
De acuerdo a la historia clínica, los testimonios y la pericial médica, el paciente ingresó a quirófano para una extracción de vesícula mediante una video-laparoscopía. Pero por complicaciones con el instrumental y la técnica le perforaron el colon transverso y le causaron una peritonitis fecal.
Los jueces calificaron de “imprudente y negligente” el trabajo del cirujano y responsabilizaron a la Provincia por no cumplir con su “obligación de seguridad” debido a la mala praxis del doctor N.
El daño moral quedó acreditado. “Surge de las lesiones padecidas por el señor R., como también la proyección de sus consecuencias en los diferentes aspectos de su vida”.
Tuvo en cuenta la gravedad de las lesiones, las cirugías a las fue sometido para revertirlas, la colostomía, la pérdida de un tramo de su intestino, su edad al tiempo del hecho y la angustia y frustración que lo afectarán por el resto de su vida.#

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La policía tomó conocimiento del hecho cuando la menor ingresó al hospital
10 JUN 2017 - 21:07

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

La Provincia deberá pagarle más de 786 mil pesos a un trabajador metalúrgico por una cirugía mal hecha en el Hospital “Andrés R. Ísola” de Puerto Madryn. El fallo quedó firme en la Sala Civil del Superior Tribunal de Justicia. En su demanda, M.A.R. le reclamó al Estado por el daño moral que le causó la mala praxis.
Fue atendido por el doctor N. por una consulta por una dolencia abdominal. Luego de los análisis le indicó una intervención de tipo laparoscópica para extracción de vesícula, el 18 de mayo de 2007.
Luego de la operación sintió fuertes dolores abdominales y en el resto del cuerpo. Informó al personal de Enfermería. Tuvo fiebre, vómitos, diarrea, retención de orina y dolores fuertes en el área de la cirugía.

Ruegos

“Pese a los ruegos familiares, el doctor N. lo vio el 21 de mayo manifestándole que estaba todo bien y aclarando que por una complicación se lo había intervenido convencionalmente y no por vía laparoscópica, citándolo para el 28 de ese mes a fin de retirar los puntos”, cuenta la sentencia.
Pero ante el pedido de los familiares, la directora del Hospital dispuso la intervención de otro médico, quien decidió la necesidad de una nueva operación. El cirujano debió amputar 20 centímetros de intestino delgado perforado, debido a la infección producida por la perforación por la mala práctica quirúrgica.
Le sacó de la cavidad abdominal materia fecal, agua y sangre. Fue derivado a Terapia Intensiva por un colapso pulmonar. En coma, debieron punzarle los pulmones para extraer líquido. Sufrió parálisis intestinal debido a la gran infección y debieron practicarle una colostomía.

Justificación

En su defensa, el Estado explicó que “la conversión de una cirugía laparoscópica a una convencional no era algo inusual y si bien surgieron complicaciones propias de una intervención como la practicada al actor, fueron tratadas y solucionadas dentro de los protocolos normales y el buen arte de curar de los profesionales actuantes”. Negó negligencias, defectos o imprudencias del primer médico, N..
Pero según el razonamiento del fallo, el Estado igual es responsable “por hechos u omisiones de los funcionarios públicos en el ejercicio de sus funciones, cuando las cumplen de una manera irregular”.
De acuerdo a la historia clínica, los testimonios y la pericial médica, el paciente ingresó a quirófano para una extracción de vesícula mediante una video-laparoscopía. Pero por complicaciones con el instrumental y la técnica le perforaron el colon transverso y le causaron una peritonitis fecal.
Los jueces calificaron de “imprudente y negligente” el trabajo del cirujano y responsabilizaron a la Provincia por no cumplir con su “obligación de seguridad” debido a la mala praxis del doctor N.
El daño moral quedó acreditado. “Surge de las lesiones padecidas por el señor R., como también la proyección de sus consecuencias en los diferentes aspectos de su vida”.
Tuvo en cuenta la gravedad de las lesiones, las cirugías a las fue sometido para revertirlas, la colostomía, la pérdida de un tramo de su intestino, su edad al tiempo del hecho y la angustia y frustración que lo afectarán por el resto de su vida.#


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