García Blanco: “El maltrato y el insulto del Superior me dolieron muchísimo”

La camarista comodorense recordó un fallo que le valió una reprimenda del Tribunal que ahora pretende integrar.

19 JUN 2017 - 21:44 | Actualizado

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Durante su paso por Legislatura, la camarista Graciela Mercedes García Blanco criticó duramente un fallo del Superior Tribunal de Justicia –organismo que espera integrar- al que consideró un exceso ya que la descalificó en lo personal al revocar una sentencia suya.
Se trata del caso de una mujer de Comodoro Rivadavia que reclamó medidas de protección ante las amenazas de su exesposo. Una jueza de primera instancia y la Sala B de la Cámara -que integra García Blanco- rechazaron su pedido porque no había evidencias de un riesgo de violencia inminente. Pero el STJ revocó esta decisión y en una decisión inédita le prohibió al hombre acercarse a su expareja.
En su sentencia, el Superior, con la firma de los ministros Mario Vivas y Marcelo Guinle, ya fallecido, advirtió entonces que al ignorar el pedido de la mujer, García Blanco y el resto de los jueces la habían puesto en riesgo. Y dijeron que la Cámara tuvo una “mirada parcial, restrictiva y reduccionista” ya que “omitió aplicar las normas esenciales que se ocupan del tema”.
El STJ aseguró que se había puesto en riesgo la responsabilidad que el Estado Argentino asumió al firmar pactos internacionales que combaten la violencia de género. El fallo “refleja una contradicción manifiesta con los principios vertebrales de la violencia de género”, dijeron.
Los ministros consideraron que había evidencia del violento vínculo de la pareja. “Los sentenciantes, pese a la contundencia del informe, hicieron caso omiso a tal resultado; a punto tal que le exigieron a la accionante otras pruebas cuando en realidad sus dichos estaban confirmados”.
“No advertimos cómo no sería urgente proteger a la Sra. D. de una modalidad vincular emocionalmente violenta”, explicaron. El STJ recordó que en casos así, “hay que comprender que las declaraciones se realizan bajo los impactos de la traumatización sufrida y las amenazas recibidas. Esta no fue, a todas luces, la actitud asumida por la Cámara al sentenciar”. La denunciante no recibió respuesta y “se enfrentó a operadores judiciales que abdicaron su deber de intervenir”.
La Cámara que integra García Blanco no valoró la decisión de la mujer de denunciar al hombre: “El valor simbólico que el inicio del proceso significaba para la recurrente fue ignorado totalmente por los sentenciantes. Desde el momento en que una mujer víctima de violencia se presenta en una dependencia pública pidiendo protección, los Estados tienen la obligación de obrar con la debida diligencia”.
“La falta de una respuesta jurisdiccional inmediata que debieron brindar las instancias ordinarias no respetó los derechos vulnerados de la Sra. D. sino que, por el contrario, favoreció la revictimización”, criticó la sentencia.

La respuesta

El miércoles, ante los diputados, la candidata a ministro le respondió al STJ: “Fue una resolución con expresiones personales que fueron sumamente desagradables; fueron en contra de las personas que emitimos la sentencia, en un tono personal”.
“A mí personalmente, por mi estilo de vida, por los años que llevo y por haber conocido lo que era la violencia de género en carne propia, realmente el maltrato en las palabras del Superior me dolieron muchísimo”.
La camarista reveló que “también le dolieron a mis hijos, que fueron criados con una óptica donde no había estereotipos, donde no se vivió con violencia, yo tampoco y la repudio”.
“Haber hecho una interpretación jurídica que sea distinta a la del Superior no ameritaba el grado de insulto que volcó en la sentencia –insistió-. Fue sumamente doloroso. Hubo un conocido que me dijo: `Defendiste un golpeador´, cuando en la vida hubiera hecho una cosa así”.#

 

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19 JUN 2017 - 21:44

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Durante su paso por Legislatura, la camarista Graciela Mercedes García Blanco criticó duramente un fallo del Superior Tribunal de Justicia –organismo que espera integrar- al que consideró un exceso ya que la descalificó en lo personal al revocar una sentencia suya.
Se trata del caso de una mujer de Comodoro Rivadavia que reclamó medidas de protección ante las amenazas de su exesposo. Una jueza de primera instancia y la Sala B de la Cámara -que integra García Blanco- rechazaron su pedido porque no había evidencias de un riesgo de violencia inminente. Pero el STJ revocó esta decisión y en una decisión inédita le prohibió al hombre acercarse a su expareja.
En su sentencia, el Superior, con la firma de los ministros Mario Vivas y Marcelo Guinle, ya fallecido, advirtió entonces que al ignorar el pedido de la mujer, García Blanco y el resto de los jueces la habían puesto en riesgo. Y dijeron que la Cámara tuvo una “mirada parcial, restrictiva y reduccionista” ya que “omitió aplicar las normas esenciales que se ocupan del tema”.
El STJ aseguró que se había puesto en riesgo la responsabilidad que el Estado Argentino asumió al firmar pactos internacionales que combaten la violencia de género. El fallo “refleja una contradicción manifiesta con los principios vertebrales de la violencia de género”, dijeron.
Los ministros consideraron que había evidencia del violento vínculo de la pareja. “Los sentenciantes, pese a la contundencia del informe, hicieron caso omiso a tal resultado; a punto tal que le exigieron a la accionante otras pruebas cuando en realidad sus dichos estaban confirmados”.
“No advertimos cómo no sería urgente proteger a la Sra. D. de una modalidad vincular emocionalmente violenta”, explicaron. El STJ recordó que en casos así, “hay que comprender que las declaraciones se realizan bajo los impactos de la traumatización sufrida y las amenazas recibidas. Esta no fue, a todas luces, la actitud asumida por la Cámara al sentenciar”. La denunciante no recibió respuesta y “se enfrentó a operadores judiciales que abdicaron su deber de intervenir”.
La Cámara que integra García Blanco no valoró la decisión de la mujer de denunciar al hombre: “El valor simbólico que el inicio del proceso significaba para la recurrente fue ignorado totalmente por los sentenciantes. Desde el momento en que una mujer víctima de violencia se presenta en una dependencia pública pidiendo protección, los Estados tienen la obligación de obrar con la debida diligencia”.
“La falta de una respuesta jurisdiccional inmediata que debieron brindar las instancias ordinarias no respetó los derechos vulnerados de la Sra. D. sino que, por el contrario, favoreció la revictimización”, criticó la sentencia.

La respuesta

El miércoles, ante los diputados, la candidata a ministro le respondió al STJ: “Fue una resolución con expresiones personales que fueron sumamente desagradables; fueron en contra de las personas que emitimos la sentencia, en un tono personal”.
“A mí personalmente, por mi estilo de vida, por los años que llevo y por haber conocido lo que era la violencia de género en carne propia, realmente el maltrato en las palabras del Superior me dolieron muchísimo”.
La camarista reveló que “también le dolieron a mis hijos, que fueron criados con una óptica donde no había estereotipos, donde no se vivió con violencia, yo tampoco y la repudio”.
“Haber hecho una interpretación jurídica que sea distinta a la del Superior no ameritaba el grado de insulto que volcó en la sentencia –insistió-. Fue sumamente doloroso. Hubo un conocido que me dijo: `Defendiste un golpeador´, cuando en la vida hubiera hecho una cosa así”.#

 


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