Seguirá detenida: Jorgelina Domínguez insiste con su inocencia

La jueza Ana Servent escuchó un audio autoincriminatorio de una menor que deslinda a la acusada, pero de todas formas ordenó que siga tras las rejas. Hubo fuertes cruces.

El audio autoincriminatorio de una adolescente fue analizado ayer. La Fiscalía dijo que está todo editado.
17 JUL 2017 - 21:35 | Actualizado

En la mañana de ayer se reprodujo un discutido audio en el marco de la causa que investiga el asesinato de la adolescente Candela Rodríguez, ocurrido a fines de abril de este año en plena vía pública del barrio Luz y Fuerza de Trelew.  
En el mismo se pudo escuchar cómo una menor que poseía conflictos previos con la víctima, con tono de sorna, deslinda del hecho a la única acusada por la Fiscalía, Jorgelina Domínguez Reyes (27). No obstante ello, la jueza Ana Servent ordenó la mantención de la prisión preventiva y negó una detención domiciliaria tal como exigió la defensa pública penal para la acusada.
La Fiscalía reconoció que la voz del audio pertenece a una menor que en otras oportunidades cruzó amenazas con la víctima y que hasta se enfrentó a balazos con ella. La jueza escuchó atentamente la grabación. Sin embargo, los funcionarios de Fiscalía desacreditaron el contenido de la grabación y dijeron que la menor que habla fue amenazada. Ordenaron que Gendarmería perite el audio.
La Fiscalía sólo pudo argumentar que el audio fue editado.
La defensa de Domínguez exigió que cese la prisión preventiva de la acusada que permanece en sede de la Policía Federal.
Respecto del audio, se generó una compleja controversia. La Fiscalía reconoció que la voz pertenece a la menor señalada. Sin embargo arremetió con las evidencias que hasta ahora cuenta a la hora de sostener que la autora de los disparos que dieron muerte a la víctima fue Domínguez Reyes.
Empero, la Defensa puso sobre relieve que desde el hecho a la fecha, los fiscales no sumaron ningún elemento nuevo, el estudio de pólvora en las manos de la acusada dio negativo y que los procedimientos conjuntos con la Brigada de Investigaciones se realizaron de forma desprolija y que se agravó el manto de duda razonable, respecto de que la autora pudo ser la menor.
Habló Jorgelina

“En el audio se escucha que se ríe de lo que pasó.  Lo que ella dice fue así. No vine a mentirle, doctora. Supe desde el primer momento que había algo raro”, dijo la imputada.
“Todas  las entrevistas que muestra la Fiscalía de la Brigada, las hizo esta persona que ya me amenazó que las iba a pagar. Quiero que se sepa la verdad, porque sé que hay una persona que tiene que pagar y yo tengo que pagar también porque la llevé a ese lugar, pero no sabía que iba a matar a Candela”.
“Cuando me subí al auto, acababa de ver cómo mataban a una nena y cuando me subo al auto, (nombra a la menor) saca el arma y me la apoya en la espalda. Cuando me detienen, dije desde un primer momento que había sido ella la que disparó. Yo la iba a entregar. Le dije que no me iba a hacer cargo de la cagada que se mandó. Desde un primer momento lo dije pero no me escucharon”.
“El hecho fue a las 17.30 y a las 18.20 ya me estaban ingresando a la Comisaría. ¿Cómo  voy a tener tiempo para llegar a mi casa y orinarme las manos como dijeron para sacarme los rastros de pólvora? Fueron 20 minutos porque estuve como media hora esposada en la calle. No le pido mi libertad, porque soy consciente del daño que hice al haberla llevado al lugar. Pero mis cuatro hijos no lo tienen que estar pagando. Mi hijo más chico se me enfermó. Mi hijo de 10 años me dice que se quiere morir (se quiebra en llanto), y tengo miedo por mi familia. Mi mamá no da más”. Al insistir en que cese su prisión, exclamó: “No me voy a escapar y quiero afrontar este proceso, tengo mi consciencia tranquila de que soy inocente”.
Lisandro Benítez hizo una denodada defensa de su asistida y trajo a colación que hay una intencionalidad marcada de la Policía en torno a que Jorgelina Domínguez fue la testigo clave que contribuyó a la condena a efectivos por el caso Antillanca. Dio a entender que la Policía apuntó con animosidad sobre la única acusada.
Además planteó como grave que la Fiscalía ya haya tenido conocimiento previo de la existencia del audio y que no lo haya puesto de manifiesto. Comentó que se estaría ante un ocultamiento de prueba. Vale señalar que el audio trascendió por los medios y fue gracias a ese estrado que ayer se pudo conocer en audiencia oral y pública. La Fiscalía versionó sobre los lazos entre un grupo de adolescentes que compartían un grupo de mensajes llamado las Gorreadas.
Dijo que existen conflictos previos pero que a raíz de dos testigos no quedan dudas que fue Domínguez la autora. Benítez fustigó al referir que “es todo tan confuso y se denota que se investigó muy mal desde entrada”.
Plumas de pato

Angélica Gómez Lozano, defensora, graficó. “Si tiene plumas de pato, pico de pato y hace el sonido de pato, yo averiguaría si es un pato. Al menos tengo que sospechar que es un pato. Yo tengo a una nena que aparece muerta y tengo que buscar si hay varias personas en el lugar y mínimamente se genera una confusión, tengo que buscar si hay hechos anteriores”.
Añadió que “descubrimos que (nombra a la sospechosa) tiene un arma, que hubo amenazas acreditadas a esa menor y que hubo un ataque acreditado a esa menor que apareció muerta. En enero hubo una pelea entre ellas. Hay una enemistad entre estas dos”, para averiguar si acaso no se está ante un hecho cuyo autor no es quien persigue la Fiscalía.
También insistió en que se está ante un panorama que obliga a los fiscales que están a cargo de la causa a replantear el rumbo de la pesquisa.  
Y añadió finalmente que hay cuatro testigos que señalan a la menor sospechada.
“Una sola persona sindica a Domínguez y esa persona es casualmente la la menor sospechada”. #

 

Enterate de las noticias de POLICIALES a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.
El audio autoincriminatorio de una adolescente fue analizado ayer. La Fiscalía dijo que está todo editado.
17 JUL 2017 - 21:35

En la mañana de ayer se reprodujo un discutido audio en el marco de la causa que investiga el asesinato de la adolescente Candela Rodríguez, ocurrido a fines de abril de este año en plena vía pública del barrio Luz y Fuerza de Trelew.  
En el mismo se pudo escuchar cómo una menor que poseía conflictos previos con la víctima, con tono de sorna, deslinda del hecho a la única acusada por la Fiscalía, Jorgelina Domínguez Reyes (27). No obstante ello, la jueza Ana Servent ordenó la mantención de la prisión preventiva y negó una detención domiciliaria tal como exigió la defensa pública penal para la acusada.
La Fiscalía reconoció que la voz del audio pertenece a una menor que en otras oportunidades cruzó amenazas con la víctima y que hasta se enfrentó a balazos con ella. La jueza escuchó atentamente la grabación. Sin embargo, los funcionarios de Fiscalía desacreditaron el contenido de la grabación y dijeron que la menor que habla fue amenazada. Ordenaron que Gendarmería perite el audio.
La Fiscalía sólo pudo argumentar que el audio fue editado.
La defensa de Domínguez exigió que cese la prisión preventiva de la acusada que permanece en sede de la Policía Federal.
Respecto del audio, se generó una compleja controversia. La Fiscalía reconoció que la voz pertenece a la menor señalada. Sin embargo arremetió con las evidencias que hasta ahora cuenta a la hora de sostener que la autora de los disparos que dieron muerte a la víctima fue Domínguez Reyes.
Empero, la Defensa puso sobre relieve que desde el hecho a la fecha, los fiscales no sumaron ningún elemento nuevo, el estudio de pólvora en las manos de la acusada dio negativo y que los procedimientos conjuntos con la Brigada de Investigaciones se realizaron de forma desprolija y que se agravó el manto de duda razonable, respecto de que la autora pudo ser la menor.
Habló Jorgelina

“En el audio se escucha que se ríe de lo que pasó.  Lo que ella dice fue así. No vine a mentirle, doctora. Supe desde el primer momento que había algo raro”, dijo la imputada.
“Todas  las entrevistas que muestra la Fiscalía de la Brigada, las hizo esta persona que ya me amenazó que las iba a pagar. Quiero que se sepa la verdad, porque sé que hay una persona que tiene que pagar y yo tengo que pagar también porque la llevé a ese lugar, pero no sabía que iba a matar a Candela”.
“Cuando me subí al auto, acababa de ver cómo mataban a una nena y cuando me subo al auto, (nombra a la menor) saca el arma y me la apoya en la espalda. Cuando me detienen, dije desde un primer momento que había sido ella la que disparó. Yo la iba a entregar. Le dije que no me iba a hacer cargo de la cagada que se mandó. Desde un primer momento lo dije pero no me escucharon”.
“El hecho fue a las 17.30 y a las 18.20 ya me estaban ingresando a la Comisaría. ¿Cómo  voy a tener tiempo para llegar a mi casa y orinarme las manos como dijeron para sacarme los rastros de pólvora? Fueron 20 minutos porque estuve como media hora esposada en la calle. No le pido mi libertad, porque soy consciente del daño que hice al haberla llevado al lugar. Pero mis cuatro hijos no lo tienen que estar pagando. Mi hijo más chico se me enfermó. Mi hijo de 10 años me dice que se quiere morir (se quiebra en llanto), y tengo miedo por mi familia. Mi mamá no da más”. Al insistir en que cese su prisión, exclamó: “No me voy a escapar y quiero afrontar este proceso, tengo mi consciencia tranquila de que soy inocente”.
Lisandro Benítez hizo una denodada defensa de su asistida y trajo a colación que hay una intencionalidad marcada de la Policía en torno a que Jorgelina Domínguez fue la testigo clave que contribuyó a la condena a efectivos por el caso Antillanca. Dio a entender que la Policía apuntó con animosidad sobre la única acusada.
Además planteó como grave que la Fiscalía ya haya tenido conocimiento previo de la existencia del audio y que no lo haya puesto de manifiesto. Comentó que se estaría ante un ocultamiento de prueba. Vale señalar que el audio trascendió por los medios y fue gracias a ese estrado que ayer se pudo conocer en audiencia oral y pública. La Fiscalía versionó sobre los lazos entre un grupo de adolescentes que compartían un grupo de mensajes llamado las Gorreadas.
Dijo que existen conflictos previos pero que a raíz de dos testigos no quedan dudas que fue Domínguez la autora. Benítez fustigó al referir que “es todo tan confuso y se denota que se investigó muy mal desde entrada”.
Plumas de pato

Angélica Gómez Lozano, defensora, graficó. “Si tiene plumas de pato, pico de pato y hace el sonido de pato, yo averiguaría si es un pato. Al menos tengo que sospechar que es un pato. Yo tengo a una nena que aparece muerta y tengo que buscar si hay varias personas en el lugar y mínimamente se genera una confusión, tengo que buscar si hay hechos anteriores”.
Añadió que “descubrimos que (nombra a la sospechosa) tiene un arma, que hubo amenazas acreditadas a esa menor y que hubo un ataque acreditado a esa menor que apareció muerta. En enero hubo una pelea entre ellas. Hay una enemistad entre estas dos”, para averiguar si acaso no se está ante un hecho cuyo autor no es quien persigue la Fiscalía.
También insistió en que se está ante un panorama que obliga a los fiscales que están a cargo de la causa a replantear el rumbo de la pesquisa.  
Y añadió finalmente que hay cuatro testigos que señalan a la menor sospechada.
“Una sola persona sindica a Domínguez y esa persona es casualmente la la menor sospechada”. #

 


NOTICIAS RELACIONADAS