“Quisimos pasar y ellos vinieron acá a amenazarnos. Me quisieron pegar, son muchos y nos amenazaron de muerte. Yo estoy muy asustada. Mirá cómo me dejaron el auto. Así no se puede. Son ellos sí (terroristas del RAM). Nos dijeron que no podemos parar porque ellos están reclamando que liberen a su jefe o a su líder no sé cómo le llaman. Que nosotros los tenemos que respetar porque es su forma de protesta, pero mirá cómo nos respetan ellos. Todos encapuchados con palos, con hachas, eran como cinco o seis y una mujer”, contó la víctima quebrantada en llanto.
La libertad con la que actúa este grupo violento causó miedo y desamparo en la ruta, tal como lo relataron los presentes. Se desconoce hasta ahora si las fuerzas estatales del orden están dispuestas a tomar el control de la zona de conflicto que el RAM ocupa violenta e ilegalmente.
“Quisimos pasar y ellos vinieron acá a amenazarnos. Me quisieron pegar, son muchos y nos amenazaron de muerte. Yo estoy muy asustada. Mirá cómo me dejaron el auto. Así no se puede. Son ellos sí (terroristas del RAM). Nos dijeron que no podemos parar porque ellos están reclamando que liberen a su jefe o a su líder no sé cómo le llaman. Que nosotros los tenemos que respetar porque es su forma de protesta, pero mirá cómo nos respetan ellos. Todos encapuchados con palos, con hachas, eran como cinco o seis y una mujer”, contó la víctima quebrantada en llanto.
La libertad con la que actúa este grupo violento causó miedo y desamparo en la ruta, tal como lo relataron los presentes. Se desconoce hasta ahora si las fuerzas estatales del orden están dispuestas a tomar el control de la zona de conflicto que el RAM ocupa violenta e ilegalmente.