Poseidón: la falta de obediencia de los empleados, clave para hallar la cocaína

El exjefe de planta de la pesquera de Puerto Madryn reveló que aunque no era una labor habitual, le ordenaron cambiar las tapas del cargamento de langostino para exportarlo a España. Pero al poner las cajas boca abajo, al revés de lo que les habían pedido a los trabajadores, la cocaína cayó.

09 AGO 2017 - 22:07 | Actualizado

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Una orden desobedecida permitió descubrir los 110 kilos de cocaína en la pesquera Poseidón. Así lo reveló Cristian Fabián “Pajarito” Torrado, que el 10 de junio de 2013 era jefe de planta en Puerto Madryn. El joven explicó que Ángelo Casas, su superior, le indicó que debían cambiar las tapas del cargamento de langostinos que había llegado de Mar del Plata para exportarlo a España.
La rutina empezó a las 6. El personal no abrió las cajas desde las solapas de su parte superior sino que las pusieron boca abajo para simplificar el trabajo: Yolanda Oropeza Álvarez fue la primera trabajadora a la que le cayó a los pies un paquete de droga. Habían pasado 20 minutos del inicio del trabajo.
Torrado pidió que siguieran pero cuando otro empleado apareció con otros cuatro ladrillos de polvo blanco, ordenó parar y no tocar más nada.
Ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, el marinero –en voz baja por una bronquitis aguda- explicó que llamó a Héctor Omar “Cura” Segundo, que no lo atendió. Enojado, Torrado sí pudo hablar con Daniel Errozarena y con el presidente de la firma, Alejandro Pennisi. “Lo cagué a puteadas, me desahogué y le dije de todo, me acordé de toda su familia. Él lloraba y lloraba”, dijo el extrabajador, que se recordó muy molesto por el problema en que estaba metido.
En el Casino de Oficiales de la U-6 de Rawson, Pennisi lloró sentado y en silencio al escuchar el relato.
Torrado se cruzó esa mañana con Nicolás Seoane. “Me preguntó quién había visto los paquetes y le dije que toda la planta. Él estaba nervioso y enojado”. Enseguida llegó a la planta Segundo con la Policía, despeinado y recién levantado. Hasta las 22 estuvieron desarmando lotes.
“Al cargamento no lo había tocado ni manipulado nadie desde que llegó, hasta la orden de Ángelo”. La droga fue hallada en las cajas de langostino L1, el más grande y de mejor calidad, a 40 grados bajo cero. Pero buena parte era pescado negro, afectado por la melanosis. En algunos casos alguien agregó colitas de langostino para completar el peso promedio de 2 kilos por unidad.
“No era normal”

En la planta no hacían control de calidad de los paquetes de terceros, sólo de la producción propia. “Todo el mundo decía que esa carga era de Baldino, del Mar Esmeralda”.
“No era normal poner tapas de Poseidón en un producto de un tercero y de mala calidad,  pero yo cumplía órdenes. Me sorprendí por el color del langostino, nunca vi una cosa así. Seoane decía que yo hacía todo mal pero cuando vi eso pensé: `¿Y èl? Mirá la porquería que trajo´”, en relación al cargamento. Yo me quería matar cuando empezamos a desarmar porque nunca en mi vida vi algo así”.
Torrado llevaba tres meses en la planta. “Después de que me fui se me cerraron un montón de puertas y ojalá no haya sido por lo que pasó”.
Altavoz

Aseguró que a Segundo casi no se lo veía en la planta. Iba no más de dos veces por mes y por cuestiones gremiales. No intervenía ni sabía del trabajo diario, y no daba órdenes. Pennisi sí estaba todo el día.
El testigo reveló que esa mañana hubo una llamada por el altavoz de un celular a “un gallego que reclamaba que le manden las cosas”. Escuchó hasta la Policía.
Y aseguró que el trabajo de empaquetar la droga en el langostino de un modo tan prolijo es un trabajo que no pudo hacerse en Poseidón. Había más de 100 empleados y alguien hubiera visto algo de una maniobra tal.
“Haga lo que deba”

Alberto Millatruz era jefe de Drogas Peligrosas cuando estalló el caso. También declaró ayer.
La mañana del 10 de junio de 2013 tenía una cumbre policial en Rawson y debió viajar urgente a Puerto Madryn. Héctor Segundo lo recibió y le mostró algunos panes de cocaína sobre el escritorio de una oficina. El “Cura” quiso mostrarle la cámara de frío Nº 5. “Le dije que ni la abra para esperar la orden de allanamiento”, contó.  “Eran muchísimas cajas y se encontró lo que se encontró”.
Explicó a los jueces el paso a paso de su investigación. En Mar del Plata ubicaron la imprenta que confeccionó los stickers usados para identificar el cargamento, idénticos a los hallados en la casa que alquilaban Salvador Parra Gómez y Alfredo Aranda Barberá. “Su dueño se acordaba de dos españoles que hablaban muy fuerte”, contó. Lo mismo le dijo la propietaria de otro local donde el dúo había comprado “muchísima cinta de embalar, algo que le llamó mucho la atención”. También identificaron a Juan Burgos, el taxista socio de ambos, que vivía en un barrio “peligroso para la Policía y difícil de allanar”.
Millatruz aseguró que en Poseidón, Segundo se mostró “siempre predispuesto a colaborar en todo” tras llamar a la Policía y que insistió para abrir la cámara de frío y revisar el resto. “Segundo estaba sorprendido y me dijo `Haga lo que tenga que hacer y llévese lo que tenga que llevarse´”.
Cuando los investigadores llegaron y preguntaron por el dueño de la planta, el “Cura” levantó su mano. “Eso me llamó la atención. Hice un montón de procedimientos de droga y cuando uno llega encuentra rechazo y piden que no revisen ni toquen; en este caso no”.
La contracara fue Nicolás Seoane: “Lo vi hablando mucho por teléfono y yendo de aquí para allá, saliendo afuera. Lo noté más nervioso que sorprendido y no era la actitud de Segundo”.
16 años

Paulo Núñez era el jefe de Drogas Peligrosas de Puerto Madryn. Contó que una vez en la planta de Poseidón, cerró la cámara de frío con candado, se guardó la llave y dejó custodia. “Tengo 16 años de experiencia en el tema y fue la primera vez que vi algo así”, dijo de las 366 cajas con estupefaciente.
El operativo fue el 10 de junio pero el día 11 lo llamaron por el hallazgo de otro ladrillo de cocaína que el primer recuento no había detectado.
Por su conocimiento del lugar, el tribunal convocó a Núñez para que el jueves de la otra semana, a las 11, participe de la inspección ocular en la planta, durante un procedimiento que se hará en la ciudad del Golfo.#

Las más leídas

09 AGO 2017 - 22:07

Por Rolando Tobarez  /  Twitter: @rtobarez

Una orden desobedecida permitió descubrir los 110 kilos de cocaína en la pesquera Poseidón. Así lo reveló Cristian Fabián “Pajarito” Torrado, que el 10 de junio de 2013 era jefe de planta en Puerto Madryn. El joven explicó que Ángelo Casas, su superior, le indicó que debían cambiar las tapas del cargamento de langostinos que había llegado de Mar del Plata para exportarlo a España.
La rutina empezó a las 6. El personal no abrió las cajas desde las solapas de su parte superior sino que las pusieron boca abajo para simplificar el trabajo: Yolanda Oropeza Álvarez fue la primera trabajadora a la que le cayó a los pies un paquete de droga. Habían pasado 20 minutos del inicio del trabajo.
Torrado pidió que siguieran pero cuando otro empleado apareció con otros cuatro ladrillos de polvo blanco, ordenó parar y no tocar más nada.
Ante el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia, el marinero –en voz baja por una bronquitis aguda- explicó que llamó a Héctor Omar “Cura” Segundo, que no lo atendió. Enojado, Torrado sí pudo hablar con Daniel Errozarena y con el presidente de la firma, Alejandro Pennisi. “Lo cagué a puteadas, me desahogué y le dije de todo, me acordé de toda su familia. Él lloraba y lloraba”, dijo el extrabajador, que se recordó muy molesto por el problema en que estaba metido.
En el Casino de Oficiales de la U-6 de Rawson, Pennisi lloró sentado y en silencio al escuchar el relato.
Torrado se cruzó esa mañana con Nicolás Seoane. “Me preguntó quién había visto los paquetes y le dije que toda la planta. Él estaba nervioso y enojado”. Enseguida llegó a la planta Segundo con la Policía, despeinado y recién levantado. Hasta las 22 estuvieron desarmando lotes.
“Al cargamento no lo había tocado ni manipulado nadie desde que llegó, hasta la orden de Ángelo”. La droga fue hallada en las cajas de langostino L1, el más grande y de mejor calidad, a 40 grados bajo cero. Pero buena parte era pescado negro, afectado por la melanosis. En algunos casos alguien agregó colitas de langostino para completar el peso promedio de 2 kilos por unidad.
“No era normal”

En la planta no hacían control de calidad de los paquetes de terceros, sólo de la producción propia. “Todo el mundo decía que esa carga era de Baldino, del Mar Esmeralda”.
“No era normal poner tapas de Poseidón en un producto de un tercero y de mala calidad,  pero yo cumplía órdenes. Me sorprendí por el color del langostino, nunca vi una cosa así. Seoane decía que yo hacía todo mal pero cuando vi eso pensé: `¿Y èl? Mirá la porquería que trajo´”, en relación al cargamento. Yo me quería matar cuando empezamos a desarmar porque nunca en mi vida vi algo así”.
Torrado llevaba tres meses en la planta. “Después de que me fui se me cerraron un montón de puertas y ojalá no haya sido por lo que pasó”.
Altavoz

Aseguró que a Segundo casi no se lo veía en la planta. Iba no más de dos veces por mes y por cuestiones gremiales. No intervenía ni sabía del trabajo diario, y no daba órdenes. Pennisi sí estaba todo el día.
El testigo reveló que esa mañana hubo una llamada por el altavoz de un celular a “un gallego que reclamaba que le manden las cosas”. Escuchó hasta la Policía.
Y aseguró que el trabajo de empaquetar la droga en el langostino de un modo tan prolijo es un trabajo que no pudo hacerse en Poseidón. Había más de 100 empleados y alguien hubiera visto algo de una maniobra tal.
“Haga lo que deba”

Alberto Millatruz era jefe de Drogas Peligrosas cuando estalló el caso. También declaró ayer.
La mañana del 10 de junio de 2013 tenía una cumbre policial en Rawson y debió viajar urgente a Puerto Madryn. Héctor Segundo lo recibió y le mostró algunos panes de cocaína sobre el escritorio de una oficina. El “Cura” quiso mostrarle la cámara de frío Nº 5. “Le dije que ni la abra para esperar la orden de allanamiento”, contó.  “Eran muchísimas cajas y se encontró lo que se encontró”.
Explicó a los jueces el paso a paso de su investigación. En Mar del Plata ubicaron la imprenta que confeccionó los stickers usados para identificar el cargamento, idénticos a los hallados en la casa que alquilaban Salvador Parra Gómez y Alfredo Aranda Barberá. “Su dueño se acordaba de dos españoles que hablaban muy fuerte”, contó. Lo mismo le dijo la propietaria de otro local donde el dúo había comprado “muchísima cinta de embalar, algo que le llamó mucho la atención”. También identificaron a Juan Burgos, el taxista socio de ambos, que vivía en un barrio “peligroso para la Policía y difícil de allanar”.
Millatruz aseguró que en Poseidón, Segundo se mostró “siempre predispuesto a colaborar en todo” tras llamar a la Policía y que insistió para abrir la cámara de frío y revisar el resto. “Segundo estaba sorprendido y me dijo `Haga lo que tenga que hacer y llévese lo que tenga que llevarse´”.
Cuando los investigadores llegaron y preguntaron por el dueño de la planta, el “Cura” levantó su mano. “Eso me llamó la atención. Hice un montón de procedimientos de droga y cuando uno llega encuentra rechazo y piden que no revisen ni toquen; en este caso no”.
La contracara fue Nicolás Seoane: “Lo vi hablando mucho por teléfono y yendo de aquí para allá, saliendo afuera. Lo noté más nervioso que sorprendido y no era la actitud de Segundo”.
16 años

Paulo Núñez era el jefe de Drogas Peligrosas de Puerto Madryn. Contó que una vez en la planta de Poseidón, cerró la cámara de frío con candado, se guardó la llave y dejó custodia. “Tengo 16 años de experiencia en el tema y fue la primera vez que vi algo así”, dijo de las 366 cajas con estupefaciente.
El operativo fue el 10 de junio pero el día 11 lo llamaron por el hallazgo de otro ladrillo de cocaína que el primer recuento no había detectado.
Por su conocimiento del lugar, el tribunal convocó a Núñez para que el jueves de la otra semana, a las 11, participe de la inspección ocular en la planta, durante un procedimiento que se hará en la ciudad del Golfo.#


NOTICIAS RELACIONADAS