Editorial / La Provincia sin Das Neves, los desafíos de Arcioni y los gestos del PJ

Leé La Columna del Domingo, el tradicional análisis de la edición impresa de Jornada.

26 AGO 2017 - 21:19 | Actualizado

La licencia que se tomó el gobernador Mario Das Neves hasta el 3 de septiembre podría haber sido un dato anecdótico si no hubieran hecho una pregunta durante la última conferencia de prensa realizada en un enorme Salón de los Constituyentes, desbordado de funcionarios y militantes, que mereció una respuesta absolutamente sincera y un llanto que conmovió hasta al más pintado.

Ya no hay misterios ni rumores que valgan a esta altura del partido. El estado de salud del gobernador no es un secreto para nadie. Todos quieren que Das Neves descanse, se recupere de la mejor manera y vuelva “con más fuerzas”, como dijo él. Pero el mejor gesto que puede tener el resto de los integrantes del Gobierno provincial es gestionar más y mejor para que la ausencia del líder pase inadvertida. Chubut tiene problemas muy serios y urgentes para resolver.

En este contexto no parece ser una buena coincidencia que quien tenga que cubrirle las espaldas a Das Neves durante su ausencia sea el candidato a diputado nacional del oficialismo. No es culpa del vicegobernador Mariano Arcioni que las cosas se hayan dado de este modo, pero tendrá que manejar los hilos con precisión para que no se mezclen los tantos.

Hay que decirlo: en el entorno del gobernador nunca miraron a Arcioni con absoluta confianza. Lo resistieron con más ahínco en la primera etapa de la gestión y lo recluyeron casi exclusivamente en la Legislatura o a actos de menor porte en el interior. Pero no tuvieron más remedio que acercarlo al círculo íntimo en los últimos tiempos, cuando los números de las encuestas le daban relativamente bien en Comodoro Rivadavia y había que buscar un candidato.

Lo cierto es que la apuesta no salió del todo bien, al menos hasta ahora. Aunque Arcioni fue el más votado –por algo más de 3.800 votos-, debe caminar hasta octubre tratando de no perder ni un sufragio, intentando conquistar votos en algunos sectores del peronismo que por algo no lo votaron en las PASO, y aguantando la presión triunfalista de Cambiemos. Y, lo más importante, a un sector importante del PJ que sin haber conseguido una “unidad” con mayúsculas, logró poner en la misma vereda a cinco de los seis precandidatos de agosto, esos que hoy por hoy tienen más de 90 mil votos en su haber.

De cualquier forma, el escenario electoral parece estar dividido en tres entre el dasnevismo, Cambiemos y el PJ-FpV. Lo que es seguro es que el 22 de octubre uno de esos tres sectores será el gran perdedor. La duda hoy es saber quién cargará con esa pesada mochila.
 
Gestos
 
Lo que se avanzó el miércoles pasado en Trelew en un par de horas de reunión de dirigentes del PJ es lo más parecido a la “unidad” que pueda conseguir hoy el peronismo de Chubut. Nadie puede asegurar que esto sea suficiente para que Ricardo Fueyo gane el 22 de octubre o logre una banca. Mucho menos, que los problemas internos del PJ ya estén resueltos. Pero es un pequeño gesto de los que tienen los votos contra los que todavía detentan la conducción formal del partido. Y esto es realmente inédito.

Ese reparto equilibrado de votos que hubo el 13 de agosto puso a un grupo bastante heterogéneo de dirigentes peronistas del mismo lado, más allá de las discrepancias ideológicas. Tanto, que el que hoy aparece como referente más influyente del peronismo chubutense, el intendente comodorense Carlos Linares, no tuvo más remedio que sentarse a plantear consensos básicos con este sector que está decididamente enfrentado al presidente del PJ, Ricardo Mutio, y toda la mesa de conducción partidaria.

Linares tiene objetivos que llegan a 2019, por eso eligió ser parte de esta “renovación” de cara a octubre. Si el peronismo finalmente logra sacarle una banca al dasnevismo y a Cambiemos, se vendrán cambios profundos en la conducción del PJ. Si no lo logra, la dispersión será profunda y los sueños de Linares se convertirán en una pesadilla política.

Lo que viene
 
Esta semana pasó inadvertido entre tantos temas políticos, pero el acuerdo firmado por la Provincia de Santa Cruz con la petrolera YPF para incentivar a un sector clave de la economía regional incluyó un detalle inédito que podría comenzar a incluirse en las futuras discusiones que incluyan a Chubut.

Se trata de una rebaja hasta el 5% en el pago de las regalías que deben liquidar las empresas, a cambio de sostener la producción y las fuentes de trabajo. El esquema es mucho más amplio y no puede reducirse solo a esto, pero es un ejemplo de lo que podría replicarse en nuestra provincia.

“No lo descartamos, lo empezamos a hablar el 11 de enero de 2016 y lo volvimos a poner arriba de la mesa en febrero y mayo”, dijo el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Sergio Bohe.

“No se trata de acotar a regalías más bajas solamente –aclaró- pero sí de llevar adelante un programa de estímulo de las inversiones”. Bohe, sin embargo, dijo que la situación de Chubut por ahora es diferente a la de Santa Cruz.

Sin embargo, el Gobierno provincial ya le había pedido a YPF que elabore un proyecto integral de desarrollo de un área petrolera y que implique desarrollo de reserva, como era la vieja YPF. “Pero no estamos hablando de un pozo o dos”, aclaró Bohe.

En junio pasado, la empresa de bandera presentó una propuesta por escrito y el Gobierno volvió a pedir un proyecto de desarrollo de producción en las áreas de YPF que, obviamente, deberá incluir incentivos. Con regalías deprimidas, resignar puntos en el pago del canon que pagan las petroleras puede parecer una mala opción. No, sin embargo, si esa baja equivale a aumentar la producción y garantiza los puestos de trabajo de miles de personas.#

Enterate de las noticias de PROVINCIA a través de nuestro newsletter

Anotate para recibir las noticias más importantes de esta sección.

Te podés dar de baja en cualquier momento con un solo clic.

Las más leídas

26 AGO 2017 - 21:19

La licencia que se tomó el gobernador Mario Das Neves hasta el 3 de septiembre podría haber sido un dato anecdótico si no hubieran hecho una pregunta durante la última conferencia de prensa realizada en un enorme Salón de los Constituyentes, desbordado de funcionarios y militantes, que mereció una respuesta absolutamente sincera y un llanto que conmovió hasta al más pintado.

Ya no hay misterios ni rumores que valgan a esta altura del partido. El estado de salud del gobernador no es un secreto para nadie. Todos quieren que Das Neves descanse, se recupere de la mejor manera y vuelva “con más fuerzas”, como dijo él. Pero el mejor gesto que puede tener el resto de los integrantes del Gobierno provincial es gestionar más y mejor para que la ausencia del líder pase inadvertida. Chubut tiene problemas muy serios y urgentes para resolver.

En este contexto no parece ser una buena coincidencia que quien tenga que cubrirle las espaldas a Das Neves durante su ausencia sea el candidato a diputado nacional del oficialismo. No es culpa del vicegobernador Mariano Arcioni que las cosas se hayan dado de este modo, pero tendrá que manejar los hilos con precisión para que no se mezclen los tantos.

Hay que decirlo: en el entorno del gobernador nunca miraron a Arcioni con absoluta confianza. Lo resistieron con más ahínco en la primera etapa de la gestión y lo recluyeron casi exclusivamente en la Legislatura o a actos de menor porte en el interior. Pero no tuvieron más remedio que acercarlo al círculo íntimo en los últimos tiempos, cuando los números de las encuestas le daban relativamente bien en Comodoro Rivadavia y había que buscar un candidato.

Lo cierto es que la apuesta no salió del todo bien, al menos hasta ahora. Aunque Arcioni fue el más votado –por algo más de 3.800 votos-, debe caminar hasta octubre tratando de no perder ni un sufragio, intentando conquistar votos en algunos sectores del peronismo que por algo no lo votaron en las PASO, y aguantando la presión triunfalista de Cambiemos. Y, lo más importante, a un sector importante del PJ que sin haber conseguido una “unidad” con mayúsculas, logró poner en la misma vereda a cinco de los seis precandidatos de agosto, esos que hoy por hoy tienen más de 90 mil votos en su haber.

De cualquier forma, el escenario electoral parece estar dividido en tres entre el dasnevismo, Cambiemos y el PJ-FpV. Lo que es seguro es que el 22 de octubre uno de esos tres sectores será el gran perdedor. La duda hoy es saber quién cargará con esa pesada mochila.
 
Gestos
 
Lo que se avanzó el miércoles pasado en Trelew en un par de horas de reunión de dirigentes del PJ es lo más parecido a la “unidad” que pueda conseguir hoy el peronismo de Chubut. Nadie puede asegurar que esto sea suficiente para que Ricardo Fueyo gane el 22 de octubre o logre una banca. Mucho menos, que los problemas internos del PJ ya estén resueltos. Pero es un pequeño gesto de los que tienen los votos contra los que todavía detentan la conducción formal del partido. Y esto es realmente inédito.

Ese reparto equilibrado de votos que hubo el 13 de agosto puso a un grupo bastante heterogéneo de dirigentes peronistas del mismo lado, más allá de las discrepancias ideológicas. Tanto, que el que hoy aparece como referente más influyente del peronismo chubutense, el intendente comodorense Carlos Linares, no tuvo más remedio que sentarse a plantear consensos básicos con este sector que está decididamente enfrentado al presidente del PJ, Ricardo Mutio, y toda la mesa de conducción partidaria.

Linares tiene objetivos que llegan a 2019, por eso eligió ser parte de esta “renovación” de cara a octubre. Si el peronismo finalmente logra sacarle una banca al dasnevismo y a Cambiemos, se vendrán cambios profundos en la conducción del PJ. Si no lo logra, la dispersión será profunda y los sueños de Linares se convertirán en una pesadilla política.

Lo que viene
 
Esta semana pasó inadvertido entre tantos temas políticos, pero el acuerdo firmado por la Provincia de Santa Cruz con la petrolera YPF para incentivar a un sector clave de la economía regional incluyó un detalle inédito que podría comenzar a incluirse en las futuras discusiones que incluyan a Chubut.

Se trata de una rebaja hasta el 5% en el pago de las regalías que deben liquidar las empresas, a cambio de sostener la producción y las fuentes de trabajo. El esquema es mucho más amplio y no puede reducirse solo a esto, pero es un ejemplo de lo que podría replicarse en nuestra provincia.

“No lo descartamos, lo empezamos a hablar el 11 de enero de 2016 y lo volvimos a poner arriba de la mesa en febrero y mayo”, dijo el ministro de Hidrocarburos de Chubut, Sergio Bohe.

“No se trata de acotar a regalías más bajas solamente –aclaró- pero sí de llevar adelante un programa de estímulo de las inversiones”. Bohe, sin embargo, dijo que la situación de Chubut por ahora es diferente a la de Santa Cruz.

Sin embargo, el Gobierno provincial ya le había pedido a YPF que elabore un proyecto integral de desarrollo de un área petrolera y que implique desarrollo de reserva, como era la vieja YPF. “Pero no estamos hablando de un pozo o dos”, aclaró Bohe.

En junio pasado, la empresa de bandera presentó una propuesta por escrito y el Gobierno volvió a pedir un proyecto de desarrollo de producción en las áreas de YPF que, obviamente, deberá incluir incentivos. Con regalías deprimidas, resignar puntos en el pago del canon que pagan las petroleras puede parecer una mala opción. No, sin embargo, si esa baja equivale a aumentar la producción y garantiza los puestos de trabajo de miles de personas.#


NOTICIAS RELACIONADAS