Cruzada solidaria por libros y juegos didácticos para el bibliomóvil de Pediatría del Hospital Zonal

El bibliomóvil que pertenece a pediatría del Hospital Zonal de Trelew está vacío. Por este motivo solicitan el aporte de los ciudadano. Hasta el 15 de octubre se recibirán en el Hotel Touring libros de cuentos de 0 a 14 años y juegos didácticos. “Es para aliviarle la estadía en el hospital a los niños”.

10 SEP 2017 - 20:44 | Actualizado

Un grupo de voluntarios que realizan tareas solidarias solicitan la colaboración de la comunidad. Es para abastecer de libros y juegos el “bibliomóvil” del sector de pediatría del Hospital Zonal de Trelew. Quien pueda realizar un aporte debe dirigirse al Hotel Touring hasta el 15 de octubre. La necesidad fue advertida por Alejandra Dzibuk, payamédica. “Nos ponemos a disposición del paciente y trabajamos con su imaginación” resumió su trabajo.

Dzibuk explicó que “los payamédicos intervenimos todos los jueves a las 17.30 en el servicio de pediatría. Gracias a nosotros, un grupo de personas se enteró de que el bibliomóvil estaba en malas condiciones y vacía en Pediatría. Por intermedio de ellos y gracias a la doctora Monomino, jefa de Pediatría, nos facilitó sacar el carro, acondicionarlo y ahora, solicitamos la colaboración de la comunidad para que donen juegos didácticos y libros: de 0 a 15 años, es una franja amplia, para que los chicos hagan más amena”, remarcó.

Aseguró que “el bibliomóvil queda siempre en el piso de pediatría. Nosotros, vamos a tener tratativas con las Damas Rosadas para que ellas las regenteen, que sea cuidado y lo utilicen”.

Respecto a su trabajo en particular, dijo: “Trabajamos con el ánimo del paciente. Tuvimos resultados muy buenos. Por más agresivo que sea el tratamiento, el niño puede tolerarlo más y su recuperación es más rápida. Utilizamos la payateatralidad. Nos ponemos a disposición del produciente y tratamos de jugar con la imaginación del paciente y él es que decide en lo que se transforma la habitación: puede ser su lugar de origen. El hospital es zonal y hay muchos chicos del interior de la provincia. Hacemos un río en la habitación, una colina, estamos en el campo, donde él quiere estar”.

Reveló que “muchas veces, las enfermeras esperan que lleguemos nosotros para aplicar los contrastes que no son ricos a los niños. Jugando, hacemos carreras y sin darse cuenta se lo tomaron y pueden trasladar a hacer los estudios”.

Considera que su trabajo “está cumplido” cuando “le dan el alta y cuando les arrancamos una sonrisa y quedan con el ánimo bien arriba para todo lo que tienen que soportar en el día. En Trelew somos 20. Estamos en distintos dispositivos, uno de ellos es el Hospital Zonal. Pueblo de Luis y Clínica San Miguel. Con muy buenos resultados. Los dispositivos llegan por notas formales. En la clínica San Miguel los sábados y Pueblo de Luis, los viernes. Tanto el personal como los pacientes esperan a los payamédicos esos días. Esta preestablecido con la institución. Es un trabajo serio”.

Y aclaró que “no ingresamos a la habitación sin saber el pase del paciente. Como trabajamos con la parte sana, la parte enferma la obviamos. Recuperamos lo sano para que contrarreste”.

Respecto a las donaciones para el “bibliomóvil”, Alejandra Dzibuk reiteró: “Se pueden acercar al hotel Touring. Desde el 1º de septiembre hasta el 15 de octubre. Vamos a publicar y que la gente que donó vean que las donaciones llegaron a los niños. Es amplia la franja. Toda mamá que tenga un juguete didáctico que no haya usado, que no lo tire. Que lo lleve al Touring. Es para que los chicos puedan soportar un poco mejor estar en el hospital”.

“Se alegran”

Graciela Lencina, otra de las integrantes del grupo voluntario explicó que “somos un grupo de gente amiga, de vez en cuando hacemos estas cosas para quienes presentan alguna demanda. Donde hay una necesidad vemos cómo podemos ayudar. Alejandra que es payamédica y es quien trajo la inquietud del carro”.

“Los chicos se aburren y a través de la lectura y el entretenimiento se alegran. No solo sufren el dolor de la enfermedad sino también el encierro. Decidimos pedirle la colaboración a la gente para llevar cosas a los chicos”.

Los payamédicos

Payamédicos es el nombre por el cual se conoce a los agentes de salud, que realizan actividades dentro de variados dispositivos utilizando la tecnica del payaso teatral desde la mirada de payamedicos, y poseen conocimientos de payamedicina. En la Argentina es una organización no gubernamental (ONG) dedicada a, entre otros objetivos, la «desdramatización del medio hospitalario».

La carrera de Payamédico es muy novedosa y reciente en comparación a otro tipo de profesiones, pero ha significado un gran avance en cuanto a la calidad de vida de los pacientes internados en clínicas y hospitales. El objetivo de los Payamédicos es, mediante técnicas de clown, entretener y hacer reír a las personas con afecciones tanto psíquicas como físicas para sobrellevar los síntomas.

Hay estudios científicos que aseguran que la risa es saludable y ayuda a curar. Y los payamédicos lo corroboran y lo demuestran cada vez que ingresan con algarabía a los espacios donde están los pacientes y por unos minutos logran que se abstraigan de su realidad, muchas veces dolorosa, y se sumerjan en un mundo de fantasía. Con sus coloridos atuendos, sus vistosas pelucas, su nariz de payaso y divertidos accesorios, despliegan alegría y ayudan a sanar, o por lo menos a paliar la situación adversa.

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10 SEP 2017 - 20:44

Un grupo de voluntarios que realizan tareas solidarias solicitan la colaboración de la comunidad. Es para abastecer de libros y juegos el “bibliomóvil” del sector de pediatría del Hospital Zonal de Trelew. Quien pueda realizar un aporte debe dirigirse al Hotel Touring hasta el 15 de octubre. La necesidad fue advertida por Alejandra Dzibuk, payamédica. “Nos ponemos a disposición del paciente y trabajamos con su imaginación” resumió su trabajo.

Dzibuk explicó que “los payamédicos intervenimos todos los jueves a las 17.30 en el servicio de pediatría. Gracias a nosotros, un grupo de personas se enteró de que el bibliomóvil estaba en malas condiciones y vacía en Pediatría. Por intermedio de ellos y gracias a la doctora Monomino, jefa de Pediatría, nos facilitó sacar el carro, acondicionarlo y ahora, solicitamos la colaboración de la comunidad para que donen juegos didácticos y libros: de 0 a 15 años, es una franja amplia, para que los chicos hagan más amena”, remarcó.

Aseguró que “el bibliomóvil queda siempre en el piso de pediatría. Nosotros, vamos a tener tratativas con las Damas Rosadas para que ellas las regenteen, que sea cuidado y lo utilicen”.

Respecto a su trabajo en particular, dijo: “Trabajamos con el ánimo del paciente. Tuvimos resultados muy buenos. Por más agresivo que sea el tratamiento, el niño puede tolerarlo más y su recuperación es más rápida. Utilizamos la payateatralidad. Nos ponemos a disposición del produciente y tratamos de jugar con la imaginación del paciente y él es que decide en lo que se transforma la habitación: puede ser su lugar de origen. El hospital es zonal y hay muchos chicos del interior de la provincia. Hacemos un río en la habitación, una colina, estamos en el campo, donde él quiere estar”.

Reveló que “muchas veces, las enfermeras esperan que lleguemos nosotros para aplicar los contrastes que no son ricos a los niños. Jugando, hacemos carreras y sin darse cuenta se lo tomaron y pueden trasladar a hacer los estudios”.

Considera que su trabajo “está cumplido” cuando “le dan el alta y cuando les arrancamos una sonrisa y quedan con el ánimo bien arriba para todo lo que tienen que soportar en el día. En Trelew somos 20. Estamos en distintos dispositivos, uno de ellos es el Hospital Zonal. Pueblo de Luis y Clínica San Miguel. Con muy buenos resultados. Los dispositivos llegan por notas formales. En la clínica San Miguel los sábados y Pueblo de Luis, los viernes. Tanto el personal como los pacientes esperan a los payamédicos esos días. Esta preestablecido con la institución. Es un trabajo serio”.

Y aclaró que “no ingresamos a la habitación sin saber el pase del paciente. Como trabajamos con la parte sana, la parte enferma la obviamos. Recuperamos lo sano para que contrarreste”.

Respecto a las donaciones para el “bibliomóvil”, Alejandra Dzibuk reiteró: “Se pueden acercar al hotel Touring. Desde el 1º de septiembre hasta el 15 de octubre. Vamos a publicar y que la gente que donó vean que las donaciones llegaron a los niños. Es amplia la franja. Toda mamá que tenga un juguete didáctico que no haya usado, que no lo tire. Que lo lleve al Touring. Es para que los chicos puedan soportar un poco mejor estar en el hospital”.

“Se alegran”

Graciela Lencina, otra de las integrantes del grupo voluntario explicó que “somos un grupo de gente amiga, de vez en cuando hacemos estas cosas para quienes presentan alguna demanda. Donde hay una necesidad vemos cómo podemos ayudar. Alejandra que es payamédica y es quien trajo la inquietud del carro”.

“Los chicos se aburren y a través de la lectura y el entretenimiento se alegran. No solo sufren el dolor de la enfermedad sino también el encierro. Decidimos pedirle la colaboración a la gente para llevar cosas a los chicos”.

Los payamédicos

Payamédicos es el nombre por el cual se conoce a los agentes de salud, que realizan actividades dentro de variados dispositivos utilizando la tecnica del payaso teatral desde la mirada de payamedicos, y poseen conocimientos de payamedicina. En la Argentina es una organización no gubernamental (ONG) dedicada a, entre otros objetivos, la «desdramatización del medio hospitalario».

La carrera de Payamédico es muy novedosa y reciente en comparación a otro tipo de profesiones, pero ha significado un gran avance en cuanto a la calidad de vida de los pacientes internados en clínicas y hospitales. El objetivo de los Payamédicos es, mediante técnicas de clown, entretener y hacer reír a las personas con afecciones tanto psíquicas como físicas para sobrellevar los síntomas.

Hay estudios científicos que aseguran que la risa es saludable y ayuda a curar. Y los payamédicos lo corroboran y lo demuestran cada vez que ingresan con algarabía a los espacios donde están los pacientes y por unos minutos logran que se abstraigan de su realidad, muchas veces dolorosa, y se sumerjan en un mundo de fantasía. Con sus coloridos atuendos, sus vistosas pelucas, su nariz de payaso y divertidos accesorios, despliegan alegría y ayudan a sanar, o por lo menos a paliar la situación adversa.


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