Trelew: vendía droga en las "Mil Viviendas" y usaba a un chico para distribuir, recaudar y vigilar
Se trata de Oscar Barra, que fue denunciado por los vecinos del barrio. Le imputan haber usado dos departamentos para poder evitar los allanamientos. Habría comerciado cerca de escuelas, de una parroquia y de un centro de salud. Un menor de 16 años sería parte del esquema de comercialización.
Por Rolando Tobarez.Un sujeto irá a juicio oral y público acusado de vender droga en el barrio Constitución de Trelew usando a un chico de 16 años para distribuir, recaudar y vigilar el negocio. El delito se agrava por haberlo ejecutado cerca de escuelas, una parroquia y establecimientos de salud y de reunión.
El imputado es Oscar Andrés Barra y está preso. Los hechos ocurrieron entre el 7 de febrero y el 27 de abril de este año en un departamento de las Mil Viviendas, Sector A, Escalera 21.
El expediente ya fue elevado al Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia por el juez de Rawson, Gustavo Lleral. La investigación fue del fiscal Fernando Gélvez.
Barra se habría dedicado en forma habitual a la compra-venta de estupefacientes, desde su domicilio de la Escalera 21 a través de “pasamanos” y con distintos consumidores. “Se habría valido en algunas ocasiones de menores de edad para realizar sus actos de comercio”, dice la acusación: los habría utilizado para observar, controlar personas y vehículos que fueran ajenos a ese Sector del barrio Constitución. “Los menores serían utilizados para ser `recaudadores´ de las presuntas ventas de estupefacientes e ´intermediarios´ para la comercialización de sustancias ilícitas”.
Detalle
Barra sería el propietario de otro departamento en la misma escalera y sector, que usaba para guardar la mayoría de la droga que comerciaba. “El sindicado se dirigiría de forma ocasional a este departamento, para proveerse y realizar la venta evitando de esta manera guardar todo en un mismo lugar”. Con esta maniobra se protegía de un eventual allanamiento y registro domiciliario sobre su vivienda original.
En la causa hubo 2 allanamientos: en su domicilio original se hallaron más de 8 mil pesos en efectivo, un celular, recortes de nylon negro, blanco y transparente –que suele usarse para el menudeo-, un recipiente de plástico transparente marca Macao con semillas de cannabis sativa y varios restos de porros.
Hallazgos
El segundo procedimiento, en su otro departamento, secuestró un envase cilíndrico con cogollos de marihuana; envoltorios de nylon con polvo blanco y sustancia vegetal; 48.300 pesos y 13 monedas de origen extranjero; un celular; dos balanzas; un pistolón calibre 36; una pistola 9 mm y una pistola semiautomática Bersa calibre 22; municiones; una notebook; una cámara fotográfica y dos plantas de 1,37 y 0,40 metros.
La investigación había comenzado con denuncias anónimas de los vecinos a la Comisaría Distrito Tercera: aseguraron que se vendía droga pero no quisieron involucrarse por temor a represalias. Entonces comenzó el trabajo de la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de la Policía.
Menudeo
La pesquisa verificó que Barra presuntamente vendía estupefacientes al “menudeo” a consumidores que iban a su departamento a comprarle. “Tal circunstancia fue demostrada en diferentes momentos y destacó el intercambio que protagoniza el incuso con un hombre con el torso desnudo, realizando el característico ´pasamanos´, que una vez efectuado, inmediatamente su adquirente se lleva a la nariz lo recibido, inhalando la sustancia”, escribó Gélvez.
“También el llevado a cabo en situación en que otra persona de sexo masculino vestida de negro se acerca a la vivienda de Barra y tras mantener un breve diálogo se da la entrega de un objeto que el encartado manipulaba con una de sus manos, retirándose el sujeto con sus manos en los bolsillos”.
Los policías que vigilaron el departamento verificaron la llegada de personas y vehículos, que tras un breve contacto con el acusado, inmediatamente se retiraban del lugar.
También advirtieron dificultades en la investigación por las características del barrio. “Por su conflictividad y urbanización, impedían una vigilancia de manera regular”. Igual se pudieron documentar los movimientos de Barra y sus clientes.
El menor
En cuanto al menor, de iniciales C.M.B., era cercano a Barra. En una ocasión se lo vio dejando su mochila a la vez que el sujeto le entregaba un paquete pequeño que el chico guardó en su bolsillo para internarse en otro sector del barrio. Llevaba constantemente una mano en el bolsillo del paquete.
Hay filmaciones donde el chico le entrega dinero a Barra, “un signo inequívoco de que este menor de edad puede ser recaudador de dinero producto de la venta de estupefacientes”.
“Hay que señalar la ostentación en el consumo de estupefacientes de Barra en el barrio Constitución, cuando se reunía con jóvenes a tal fin utilizando una tuquera. Ello confirma la efectiva disponibilidad de droga en posesión de Barra y que los movimientos detectados en su domicilio obedecían a un accionar lucrativo consistente en la venta”.
El departamento usado para la venta de droga se ubica a 127 metros de la parroquia San Cayetano; 126 metros de la Escuela Primara 164; a 260 metros de la Escuela Primaria 165; 240 metros de la Escuela Secundaria 720 y de la Escuela de Nivel Inicial 423; a 250 metros de la Asociación de Padres de Niños con Síndrome de Down; a 350 metros de la Escuela Primaria 201 y Jardín de Infantes 423 y 370 metros del Centro de Salud barrio Constitución “Jorge Morado”.
Ahora el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia deberá ponerle fecha al juicio oral y público.
Por Rolando Tobarez.Un sujeto irá a juicio oral y público acusado de vender droga en el barrio Constitución de Trelew usando a un chico de 16 años para distribuir, recaudar y vigilar el negocio. El delito se agrava por haberlo ejecutado cerca de escuelas, una parroquia y establecimientos de salud y de reunión.
El imputado es Oscar Andrés Barra y está preso. Los hechos ocurrieron entre el 7 de febrero y el 27 de abril de este año en un departamento de las Mil Viviendas, Sector A, Escalera 21.
El expediente ya fue elevado al Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia por el juez de Rawson, Gustavo Lleral. La investigación fue del fiscal Fernando Gélvez.
Barra se habría dedicado en forma habitual a la compra-venta de estupefacientes, desde su domicilio de la Escalera 21 a través de “pasamanos” y con distintos consumidores. “Se habría valido en algunas ocasiones de menores de edad para realizar sus actos de comercio”, dice la acusación: los habría utilizado para observar, controlar personas y vehículos que fueran ajenos a ese Sector del barrio Constitución. “Los menores serían utilizados para ser `recaudadores´ de las presuntas ventas de estupefacientes e ´intermediarios´ para la comercialización de sustancias ilícitas”.
Detalle
Barra sería el propietario de otro departamento en la misma escalera y sector, que usaba para guardar la mayoría de la droga que comerciaba. “El sindicado se dirigiría de forma ocasional a este departamento, para proveerse y realizar la venta evitando de esta manera guardar todo en un mismo lugar”. Con esta maniobra se protegía de un eventual allanamiento y registro domiciliario sobre su vivienda original.
En la causa hubo 2 allanamientos: en su domicilio original se hallaron más de 8 mil pesos en efectivo, un celular, recortes de nylon negro, blanco y transparente –que suele usarse para el menudeo-, un recipiente de plástico transparente marca Macao con semillas de cannabis sativa y varios restos de porros.
Hallazgos
El segundo procedimiento, en su otro departamento, secuestró un envase cilíndrico con cogollos de marihuana; envoltorios de nylon con polvo blanco y sustancia vegetal; 48.300 pesos y 13 monedas de origen extranjero; un celular; dos balanzas; un pistolón calibre 36; una pistola 9 mm y una pistola semiautomática Bersa calibre 22; municiones; una notebook; una cámara fotográfica y dos plantas de 1,37 y 0,40 metros.
La investigación había comenzado con denuncias anónimas de los vecinos a la Comisaría Distrito Tercera: aseguraron que se vendía droga pero no quisieron involucrarse por temor a represalias. Entonces comenzó el trabajo de la División Drogas Peligrosas y Leyes Especiales de la Policía.
Menudeo
La pesquisa verificó que Barra presuntamente vendía estupefacientes al “menudeo” a consumidores que iban a su departamento a comprarle. “Tal circunstancia fue demostrada en diferentes momentos y destacó el intercambio que protagoniza el incuso con un hombre con el torso desnudo, realizando el característico ´pasamanos´, que una vez efectuado, inmediatamente su adquirente se lleva a la nariz lo recibido, inhalando la sustancia”, escribó Gélvez.
“También el llevado a cabo en situación en que otra persona de sexo masculino vestida de negro se acerca a la vivienda de Barra y tras mantener un breve diálogo se da la entrega de un objeto que el encartado manipulaba con una de sus manos, retirándose el sujeto con sus manos en los bolsillos”.
Los policías que vigilaron el departamento verificaron la llegada de personas y vehículos, que tras un breve contacto con el acusado, inmediatamente se retiraban del lugar.
También advirtieron dificultades en la investigación por las características del barrio. “Por su conflictividad y urbanización, impedían una vigilancia de manera regular”. Igual se pudieron documentar los movimientos de Barra y sus clientes.
El menor
En cuanto al menor, de iniciales C.M.B., era cercano a Barra. En una ocasión se lo vio dejando su mochila a la vez que el sujeto le entregaba un paquete pequeño que el chico guardó en su bolsillo para internarse en otro sector del barrio. Llevaba constantemente una mano en el bolsillo del paquete.
Hay filmaciones donde el chico le entrega dinero a Barra, “un signo inequívoco de que este menor de edad puede ser recaudador de dinero producto de la venta de estupefacientes”.
“Hay que señalar la ostentación en el consumo de estupefacientes de Barra en el barrio Constitución, cuando se reunía con jóvenes a tal fin utilizando una tuquera. Ello confirma la efectiva disponibilidad de droga en posesión de Barra y que los movimientos detectados en su domicilio obedecían a un accionar lucrativo consistente en la venta”.
El departamento usado para la venta de droga se ubica a 127 metros de la parroquia San Cayetano; 126 metros de la Escuela Primara 164; a 260 metros de la Escuela Primaria 165; 240 metros de la Escuela Secundaria 720 y de la Escuela de Nivel Inicial 423; a 250 metros de la Asociación de Padres de Niños con Síndrome de Down; a 350 metros de la Escuela Primaria 201 y Jardín de Infantes 423 y 370 metros del Centro de Salud barrio Constitución “Jorge Morado”.
Ahora el Tribunal Oral Federal de Comodoro Rivadavia deberá ponerle fecha al juicio oral y público.