La alcaldía de París "blinda" la Torre Eiffel contra posibles atentados

Las obras para establecer un perímetro de protección frente a posibles acciones extremistas en la Torre Eiffel, que incluye la instalación de un muro de cristal antibalas, se iniciaron hoy con el objetivo de relanzar el atractivo del principal monumento y el más visitado de París.

18 SEP 2017 - 13:53 | Actualizado


El proyecto, que incluye el acondicionamiento de los jardines, tiene un presupuesto previsto de 25 millones de euros, de los cuales 20 se destinarán a la torre en sí misma.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto Dietmar Feichtinger y busca responder a una amenaza extremista que, desde la Eurocopa que Francia organizó en junio-julio de 2016, ya dio lugar a la colocación de barreras provisionales.

Como las barreras rompían la perspectiva de un monumento de las características de la torre, se decidió buscar una solución basada en las recomendaciones de la Prefectura de Policía y las autoridades de edificios históricos mejor integrado en el entorno urbano.

La decisión se tomó porque la amenaza extremista sigue siendo importante, señaló a la agencia de noticias EFE un portavoz de la alcaldía de París.

La sustitución de la estructura provisional por otra de carácter permanente se realizará sin interrumpir ni obstaculizar las visitas de los cerca de siete millones de turistas que todos los años pasan por allí, insistió la autoridad local.

La instalación propiamente dicha de los cristales antibalas de siete centímetros de espesor a prueba de tiros de kalashnikov y de la embestida de vehículos debe empezar el próximo 5 de octubre.

Se espera que el 14 de julio del año próximo todo el sistema esté en servicio para los tradicionales fuegos artificiales para conmemorar la Revolución Francesa tras la toma de la Bastilla y la caída final de la dinastía de los Borbones en Francia a manos del pueblo francés.

La barrera de cristal, de tres metros de altura, se situará en la parte delantera de la torre, en la fachada que da al río Sena, y en la trasera, hacia el Campo de Marte. 

El resto del perímetro se completará -en parte por razones presupuestarias- con vallas de 3,24 metros de altura que no impiden los disparos.

Todo el dispositivo es desmontable (en previsión de que terminen las condiciones de alerta que rigen en este momento), y se completa con un sistema de vigilancia con cámaras y la extensión de las ventas de billetes por Internet para disminuir las colas de entrada, uno de los puntos débiles.

Desde los ataques yihadistas del 13 de noviembre de 2015 (13-N), el número de visitantes a la torre decayó. Las nuevas medidas de protección pretenden permitir que se superen los 7,1 millones de personas que subieron a este ícono mundial de 324 metros de altura inaugurado en 1889.

Las obras para el perímetro de seguridad forman parte de una serie de transformaciones programadas para la Torre Eiffel y su entorno hasta 2031, a un costo de 300 millones de euros.

18 SEP 2017 - 13:53


El proyecto, que incluye el acondicionamiento de los jardines, tiene un presupuesto previsto de 25 millones de euros, de los cuales 20 se destinarán a la torre en sí misma.

El proyecto fue diseñado por el arquitecto Dietmar Feichtinger y busca responder a una amenaza extremista que, desde la Eurocopa que Francia organizó en junio-julio de 2016, ya dio lugar a la colocación de barreras provisionales.

Como las barreras rompían la perspectiva de un monumento de las características de la torre, se decidió buscar una solución basada en las recomendaciones de la Prefectura de Policía y las autoridades de edificios históricos mejor integrado en el entorno urbano.

La decisión se tomó porque la amenaza extremista sigue siendo importante, señaló a la agencia de noticias EFE un portavoz de la alcaldía de París.

La sustitución de la estructura provisional por otra de carácter permanente se realizará sin interrumpir ni obstaculizar las visitas de los cerca de siete millones de turistas que todos los años pasan por allí, insistió la autoridad local.

La instalación propiamente dicha de los cristales antibalas de siete centímetros de espesor a prueba de tiros de kalashnikov y de la embestida de vehículos debe empezar el próximo 5 de octubre.

Se espera que el 14 de julio del año próximo todo el sistema esté en servicio para los tradicionales fuegos artificiales para conmemorar la Revolución Francesa tras la toma de la Bastilla y la caída final de la dinastía de los Borbones en Francia a manos del pueblo francés.

La barrera de cristal, de tres metros de altura, se situará en la parte delantera de la torre, en la fachada que da al río Sena, y en la trasera, hacia el Campo de Marte. 

El resto del perímetro se completará -en parte por razones presupuestarias- con vallas de 3,24 metros de altura que no impiden los disparos.

Todo el dispositivo es desmontable (en previsión de que terminen las condiciones de alerta que rigen en este momento), y se completa con un sistema de vigilancia con cámaras y la extensión de las ventas de billetes por Internet para disminuir las colas de entrada, uno de los puntos débiles.

Desde los ataques yihadistas del 13 de noviembre de 2015 (13-N), el número de visitantes a la torre decayó. Las nuevas medidas de protección pretenden permitir que se superen los 7,1 millones de personas que subieron a este ícono mundial de 324 metros de altura inaugurado en 1889.

Las obras para el perímetro de seguridad forman parte de una serie de transformaciones programadas para la Torre Eiffel y su entorno hasta 2031, a un costo de 300 millones de euros.


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