Los delanteros de la CAI lograron al fin sacarse la mufa. Después de varias tardes de sequía, Fernando Pasquale y Matías Vargas pudieron soltar los gritos que tenían anudados en la garganta. El partido dio para relajar y para que se pueda recuperar la confianza. Y por dos, los dos puntas contribuyeron al holgado tanteador.
El ex-Italiano “mojó” tras pescar en el área, un buscapié del propio Vargas y a su vez, este resolvió en otra maniobra individual para vencer a Chaile. Con ese tranquilo 2-0 se le dio forma a un primer tiempo sin complicaciones. Estrella se las ingenió para no pasar por situaciones límite, se refugió en el fondo y cortó hasta donde le dieron las piernas.
Todo el peso recayó en la CAI que hizo de la pelota su posesión y que ejerció un dominio territorial.
El local debió estirar largamente la diferencia porque el 2-0 sonaba mezquino. Marchant estuvo cerca con un remate que acarició el poste mientras Estrella agotaba rápido su cuota de cambios: Cristian Ampuero y Benítez alteraron un poco el ataque e impusieron otro ritmo, sin herir pero con una mayor presencia ofensiva.
Igual el complemento no dio para mucho. La visita tomó coraje a pesar de sus limitaciones y en ese intento de reacción, la CAI terminó hundido en la misma confusión. El juego entró en pausa, se clausuraron las áreas y se vio poco, muy poco.
Firme en la punta
El tercer gol terminó gestándose en una contra. La armó Marchant por derecha, hubo un centro medido y oportunismo de Pasquale para cabecear de pique al suelo a los 29’. Y había para un par más: proyección a fondo del juvenil Knez y habilitación para Marchant con tiempo y distancia para definir, redondeando la goleada que estaba al caer. Enseguida a los 41’, el barilochense Vargas aportó su doblete, anticipando de zurda al arquero Chaile para el 5-0. Asi la CAI volvió a la punta, recuperó parte de la tranquilidad y volvió a ganar, con goles de los que de verdad, tienen que facturar.
Los delanteros de la CAI lograron al fin sacarse la mufa. Después de varias tardes de sequía, Fernando Pasquale y Matías Vargas pudieron soltar los gritos que tenían anudados en la garganta. El partido dio para relajar y para que se pueda recuperar la confianza. Y por dos, los dos puntas contribuyeron al holgado tanteador.
El ex-Italiano “mojó” tras pescar en el área, un buscapié del propio Vargas y a su vez, este resolvió en otra maniobra individual para vencer a Chaile. Con ese tranquilo 2-0 se le dio forma a un primer tiempo sin complicaciones. Estrella se las ingenió para no pasar por situaciones límite, se refugió en el fondo y cortó hasta donde le dieron las piernas.
Todo el peso recayó en la CAI que hizo de la pelota su posesión y que ejerció un dominio territorial.
El local debió estirar largamente la diferencia porque el 2-0 sonaba mezquino. Marchant estuvo cerca con un remate que acarició el poste mientras Estrella agotaba rápido su cuota de cambios: Cristian Ampuero y Benítez alteraron un poco el ataque e impusieron otro ritmo, sin herir pero con una mayor presencia ofensiva.
Igual el complemento no dio para mucho. La visita tomó coraje a pesar de sus limitaciones y en ese intento de reacción, la CAI terminó hundido en la misma confusión. El juego entró en pausa, se clausuraron las áreas y se vio poco, muy poco.
Firme en la punta
El tercer gol terminó gestándose en una contra. La armó Marchant por derecha, hubo un centro medido y oportunismo de Pasquale para cabecear de pique al suelo a los 29’. Y había para un par más: proyección a fondo del juvenil Knez y habilitación para Marchant con tiempo y distancia para definir, redondeando la goleada que estaba al caer. Enseguida a los 41’, el barilochense Vargas aportó su doblete, anticipando de zurda al arquero Chaile para el 5-0. Asi la CAI volvió a la punta, recuperó parte de la tranquilidad y volvió a ganar, con goles de los que de verdad, tienen que facturar.