Miguelito, de la incertidumbre a la recuperación

Es el niño accidentado hace más de un año y medio cuando viajaba a Punta Tombo. Permaneció meses internado en Argentina y lo trataron en Cuba. En Acapulco, donde reside su familia, hoy recupera la movilidad gracias al trabajo terapéutico de profesionales y la fe de sus padres.

Progreso paso a paso. Miguelito responde a la terapia física diaria en un proceso con gran esfuerzo.
24 SEP 2017 - 20:58 | Actualizado

Miguel Tello Cortes la sigue peleando. El 23 de marzo de 2016 sufrió un grave trauma cerebral cuando el auto que lo trasladaba desde Puerto Madryn a Punta Tombo se accidentó a pocos kilómetros de la reserva. Los primeros días fueron de incertidumbre absoluta, con numerosas intervenciones en el Hospital Zonal de Trelew y un extenso postoperatorio.

Desde Chubut fue a Buenos Aires para continuar su atención y tras cinco meses en un centro especializado en Cuba volvió a su casa, en las costas mexicanas del Océano Pacífico, donde todos los días es sometido a 7 horas de terapia física para lograr avances casi impensados en los días posteriores al accidente.

La cuenta “Soy Miguelito” en Facebook muestra en gran parte esos avances. El niño sostiene su cuello por sí mismo y realiza movimientos con la cabeza a diferentes estímulos, entre otros.

Jaime Tello, papá de Miguelito, mantuvo contacto desde México con Jornada y dijo sobre la salud de su hijo que “gracias a Dios ha tenido demasiados avances. Sólo basta ver la foto a su salida del (Instituto) Fleni” para notar su recuperación que incluyó durante los últimos meses ajustes graduales en la medicación y nuevos ejercicios





“Al llegar a la Acapulco se hizo cargo su neurólogo le hizo ajustes graduales en medicación un plan que ejecutaron perfectamente en Cuba acompañado por una maravillosa terapia. A fin de cuentas se le redujo la medicación en un 85%”, cuenta Jaime. El niño “ya come bien y en cuanto al sostén de cabeza y cuello se está trabajando para que sea autosuficiente al ciento por ciento. Pude cumplir con órdenes de bajar o subir cabeza y estar derecho. Lo mejor de todo es que la mejoría no se detiene y día con día avanza, gracias a Dios”.

Hace dos meses empezaron a trabajar con él los terapistas de Acapulco después de pasar cinco meses en el CIREN de La Habana, Cuba, donde fue sometido a tratamiento neurológico acompañado de terapia física. En la actualidad “Miguelito hace a diario 7 horas de terapia física, Y también casi está listo el sistema de torso y espalda” contó Jaime.

A un año y medio del accidente, los padres del niño mexicano sostienen que la familia tiene “una fe puesta en Dios totalmente y él nos guía y fortalece. Los maravillosos médicos y terapistas van por una rehabilitación total ya que hay movimiento voluntario en piernas, pantorrillas, manos y a nivel cerebral está muy lúcido”.

“Está totalmente lúcido y no le agrada que le tome fotos o videos, se desconcentra y deja de trabajar” afirmó Jaime, quien aseguró que “el equipo de rehabilitación en México como dije anteriormente es de ensueño; la doctora Magdalena Vázquez es premio nacional de rehabilitación y tiene una impecable trayectoria en su área. Y ella nos dona a diario una hora y media de terapia, en tanto que el profesor Octavio Sánchez Rizo es especialista en rehabilitación neurológica acuática y tiene protocolos de terapia en rehabilitación y asmática a nivel mundial, quien trabaja a diario de 4 a 5 horas de terapia física y acuática sin costo alguno”.

Cerca de sus afectos, Miguelito disfruta del acompañamiento de su familia, y de la lectura que sus primos le hacen mientras está en casa. “Le encanta que le lean todos los comentarios de gente que le escribe en su página” dice Jaime, quien agradece las permanentes muestras de afectos que desde Argentina llegan para su hijo, como también en los últimos días para los mexicanos, a partir del asolador terremoto que sacudió a ese país.#

La historia

Miguelito llegó a Madryn el 23 de marzo de 2016 en un crucero y buscaron una excursión a Punta Tombo, donde el niño esperaba cumplir el sueño de conocer los pingüinos.

En la agencia de turismo “Alora Viaggio” contrataron una excursión, pero a pocos kilómetros de la pingüinera el auto que trasladaba a la familia volcó.

Los ocupantes del auto sufrieron heridas de distintas consideración pero el más afectado fue el niño de cinco años, que padeció graves lesiones en su cráneo y estuvo varios días en estado vegetativo.

El ministro de Turismo de la Nación suspendió a la agencia de turismo y al poco tiempo su propietaria murió en un accidente de tránsito, sumando elementos trágicos a la historia.

Tras tres meses en Trelew, Miguelito fue a Buenos Aires y de ahí a Cuba. Ahora en su Acapulco natal continúa su recuperación.

Las más leídas

Progreso paso a paso. Miguelito responde a la terapia física diaria en un proceso con gran esfuerzo.
24 SEP 2017 - 20:58

Miguel Tello Cortes la sigue peleando. El 23 de marzo de 2016 sufrió un grave trauma cerebral cuando el auto que lo trasladaba desde Puerto Madryn a Punta Tombo se accidentó a pocos kilómetros de la reserva. Los primeros días fueron de incertidumbre absoluta, con numerosas intervenciones en el Hospital Zonal de Trelew y un extenso postoperatorio.

Desde Chubut fue a Buenos Aires para continuar su atención y tras cinco meses en un centro especializado en Cuba volvió a su casa, en las costas mexicanas del Océano Pacífico, donde todos los días es sometido a 7 horas de terapia física para lograr avances casi impensados en los días posteriores al accidente.

La cuenta “Soy Miguelito” en Facebook muestra en gran parte esos avances. El niño sostiene su cuello por sí mismo y realiza movimientos con la cabeza a diferentes estímulos, entre otros.

Jaime Tello, papá de Miguelito, mantuvo contacto desde México con Jornada y dijo sobre la salud de su hijo que “gracias a Dios ha tenido demasiados avances. Sólo basta ver la foto a su salida del (Instituto) Fleni” para notar su recuperación que incluyó durante los últimos meses ajustes graduales en la medicación y nuevos ejercicios





“Al llegar a la Acapulco se hizo cargo su neurólogo le hizo ajustes graduales en medicación un plan que ejecutaron perfectamente en Cuba acompañado por una maravillosa terapia. A fin de cuentas se le redujo la medicación en un 85%”, cuenta Jaime. El niño “ya come bien y en cuanto al sostén de cabeza y cuello se está trabajando para que sea autosuficiente al ciento por ciento. Pude cumplir con órdenes de bajar o subir cabeza y estar derecho. Lo mejor de todo es que la mejoría no se detiene y día con día avanza, gracias a Dios”.

Hace dos meses empezaron a trabajar con él los terapistas de Acapulco después de pasar cinco meses en el CIREN de La Habana, Cuba, donde fue sometido a tratamiento neurológico acompañado de terapia física. En la actualidad “Miguelito hace a diario 7 horas de terapia física, Y también casi está listo el sistema de torso y espalda” contó Jaime.

A un año y medio del accidente, los padres del niño mexicano sostienen que la familia tiene “una fe puesta en Dios totalmente y él nos guía y fortalece. Los maravillosos médicos y terapistas van por una rehabilitación total ya que hay movimiento voluntario en piernas, pantorrillas, manos y a nivel cerebral está muy lúcido”.

“Está totalmente lúcido y no le agrada que le tome fotos o videos, se desconcentra y deja de trabajar” afirmó Jaime, quien aseguró que “el equipo de rehabilitación en México como dije anteriormente es de ensueño; la doctora Magdalena Vázquez es premio nacional de rehabilitación y tiene una impecable trayectoria en su área. Y ella nos dona a diario una hora y media de terapia, en tanto que el profesor Octavio Sánchez Rizo es especialista en rehabilitación neurológica acuática y tiene protocolos de terapia en rehabilitación y asmática a nivel mundial, quien trabaja a diario de 4 a 5 horas de terapia física y acuática sin costo alguno”.

Cerca de sus afectos, Miguelito disfruta del acompañamiento de su familia, y de la lectura que sus primos le hacen mientras está en casa. “Le encanta que le lean todos los comentarios de gente que le escribe en su página” dice Jaime, quien agradece las permanentes muestras de afectos que desde Argentina llegan para su hijo, como también en los últimos días para los mexicanos, a partir del asolador terremoto que sacudió a ese país.#

La historia

Miguelito llegó a Madryn el 23 de marzo de 2016 en un crucero y buscaron una excursión a Punta Tombo, donde el niño esperaba cumplir el sueño de conocer los pingüinos.

En la agencia de turismo “Alora Viaggio” contrataron una excursión, pero a pocos kilómetros de la pingüinera el auto que trasladaba a la familia volcó.

Los ocupantes del auto sufrieron heridas de distintas consideración pero el más afectado fue el niño de cinco años, que padeció graves lesiones en su cráneo y estuvo varios días en estado vegetativo.

El ministro de Turismo de la Nación suspendió a la agencia de turismo y al poco tiempo su propietaria murió en un accidente de tránsito, sumando elementos trágicos a la historia.

Tras tres meses en Trelew, Miguelito fue a Buenos Aires y de ahí a Cuba. Ahora en su Acapulco natal continúa su recuperación.


NOTICIAS RELACIONADAS