China advierte a Taiwán que no permitirá "la tragedia de la secesión"

El gobierno chino advirtió de que "no permitirá que la tragedia de la secesión nacional se repita", al responder a una declaración del primer ministro de Taiwán, William Lai, quien durante su primer discurso ante el Parlamento afirmó que trabajará por un país "independiente y soberano".

27 SEP 2017 - 10:30 | Actualizado

"Los que dividan a China sufrirán por su propia acción", fue la rotunda declaración de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, que a través de su vocero, Ma Xiaoguang, aseguró que Beijíng se opone decididamente a cualquier forma de independencia de la isla, informó la agencia de noticias EFE.

Ma añadió que como parte inseparable del territorio chino, Taiwán nunca ha sido un país ni lo será y subrayó que las relaciones entre China y la isla no son las propias de dos Estados.

La posición del gobierno chino es una respuesta a las declaraciones que el primer ministro taiwanés brindó ayer ante el parlamento local, en las que defendió la soberanía de la isla, en una de las primeras ocasiones en las que un máximo responsable del gobierno habla abiertamente de independencia de ese territorio en un discurso oficial.

El primer ministro no tuvo reparos en hablar con claridad sobre su postura y declaró que "Taiwán es una nación soberana independiente llamada República de China" y que "tanto China como Taiwán son países independientes que no están subordinados el uno al otro".

La llegada al poder de Lai, que integra el independentista Partido Demócrata Progresista, en mayo del pasado año, provocó que China suspendiera prácticamente todos sus contactos con el gobierno de Taiwán.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ying-wen, se niega a acatar el "principio de una sola China", que implica que Taiwán es parte del gigante asiático, y que los anteriores líderes del gobierno isleño habían aceptado desde su formulación en 1992.

La disputa por la soberanía china sobre Taiwán lleva más de seis décadas, ya que su centralidad geopolítica se remonta al triunfo del Partido Comunista chino en 1949, que obligó a los líderes nacionalistas a refugiarse en la isla.

La tensión con China volvió a recalentarse desde la llegada al poder de Tsai a la presidencia en mayo de 2016 que, bregando por la independencia de Taiwán, desafió la declaración a través de la cual todos los países miembros de las Naciones Unidas, a excepción de una veintena de ellos, reconoció la soberanía china sobre la isla.

Con el diálogo bilateral estancado, el ascenso del Partido Democrático Progresista volvió a encender las alarmas en Beijíng, sobre todo por el papel jugado por Donald Trump antes de su llegada a la Casa Blanca, que en plena campaña electoral hizo un movimiento inédito para un mandatario norteamericano y la llamó por teléfono, un gesto que la presidenta taiwanesa retribuyó llamándolo luego de ser electo presidente.

Taiwán reactivó, tras un paréntesis de más de ocho años, su campaña de movilizar aliados para que apoyen su participación en las Naciones Unidas, de la que dejó de ser miembro en octubre de 1971, tras el reingreso de China.

Tsai reanudó la campaña iniciada por el presidente Lee Teng-hui en 1991, y que fue interrumpida por el mandatario Ma Ying-jeou, en 2008, tras declarar un pacto unilateral de no enfrentamiento diplomático con China.

En una misiva conjunta, entregada el martes al secretario general de la ONU, António Guterres, 12 aliados diplomáticos de Taiwán abogaron porque se permita una participación más activa de la isla en el organismo internacional, señaló hoy la diplomacia isleña en un comunicado.

27 SEP 2017 - 10:30

"Los que dividan a China sufrirán por su propia acción", fue la rotunda declaración de la Oficina de Asuntos de Taiwán del Consejo de Estado chino, que a través de su vocero, Ma Xiaoguang, aseguró que Beijíng se opone decididamente a cualquier forma de independencia de la isla, informó la agencia de noticias EFE.

Ma añadió que como parte inseparable del territorio chino, Taiwán nunca ha sido un país ni lo será y subrayó que las relaciones entre China y la isla no son las propias de dos Estados.

La posición del gobierno chino es una respuesta a las declaraciones que el primer ministro taiwanés brindó ayer ante el parlamento local, en las que defendió la soberanía de la isla, en una de las primeras ocasiones en las que un máximo responsable del gobierno habla abiertamente de independencia de ese territorio en un discurso oficial.

El primer ministro no tuvo reparos en hablar con claridad sobre su postura y declaró que "Taiwán es una nación soberana independiente llamada República de China" y que "tanto China como Taiwán son países independientes que no están subordinados el uno al otro".

La llegada al poder de Lai, que integra el independentista Partido Demócrata Progresista, en mayo del pasado año, provocó que China suspendiera prácticamente todos sus contactos con el gobierno de Taiwán.

La presidenta de Taiwán, Tsai Ying-wen, se niega a acatar el "principio de una sola China", que implica que Taiwán es parte del gigante asiático, y que los anteriores líderes del gobierno isleño habían aceptado desde su formulación en 1992.

La disputa por la soberanía china sobre Taiwán lleva más de seis décadas, ya que su centralidad geopolítica se remonta al triunfo del Partido Comunista chino en 1949, que obligó a los líderes nacionalistas a refugiarse en la isla.

La tensión con China volvió a recalentarse desde la llegada al poder de Tsai a la presidencia en mayo de 2016 que, bregando por la independencia de Taiwán, desafió la declaración a través de la cual todos los países miembros de las Naciones Unidas, a excepción de una veintena de ellos, reconoció la soberanía china sobre la isla.

Con el diálogo bilateral estancado, el ascenso del Partido Democrático Progresista volvió a encender las alarmas en Beijíng, sobre todo por el papel jugado por Donald Trump antes de su llegada a la Casa Blanca, que en plena campaña electoral hizo un movimiento inédito para un mandatario norteamericano y la llamó por teléfono, un gesto que la presidenta taiwanesa retribuyó llamándolo luego de ser electo presidente.

Taiwán reactivó, tras un paréntesis de más de ocho años, su campaña de movilizar aliados para que apoyen su participación en las Naciones Unidas, de la que dejó de ser miembro en octubre de 1971, tras el reingreso de China.

Tsai reanudó la campaña iniciada por el presidente Lee Teng-hui en 1991, y que fue interrumpida por el mandatario Ma Ying-jeou, en 2008, tras declarar un pacto unilateral de no enfrentamiento diplomático con China.

En una misiva conjunta, entregada el martes al secretario general de la ONU, António Guterres, 12 aliados diplomáticos de Taiwán abogaron porque se permita una participación más activa de la isla en el organismo internacional, señaló hoy la diplomacia isleña en un comunicado.


NOTICIAS RELACIONADAS