Así lo confirmó Gisel Canario, mamá de un alumno. “En marzo salió la licitación para agrandar la escuela con dos aulas, el comedor y un baño para discapacitados. En julio se volvió a llamar a los encargados. Estaban las autoridades del Ministerio. Se comprometieron que a partir del 11 de julio en 45 días iban a empezar con las obras. No hay nada hecho”, sostuvo.
“En el primer reclamo nos dijeron que luego de la apertura de sobres se tarda un tiempo, va a contaduría, etcétera. Siempre retrasan la obra. Se comprometían a llevar material, no nos pudimos comunicar con el subsecretario Carlos Plantey”, resaltó.
Su hijo cursa primer grado. “Yo no sabía si iba a poder entrar. Contaba con el radio y con la hermana que ya estaba en la escuela.
Tenía prioridad. Pero hasta el último día no sabía si había espacio para los nenes. Como empezaban las clases armaron una pequeña aula al costado de biblioteca con todos los libros, estanterías, mapas, un pizarrón chiquito comprado en librerías. Ahí empezó nuestra queja. Un delegado se comprometió a modificar todo para que estén más cómodos. Cuando lleguen el año que viene los otros chicos no hay más lugar”.
“Queremos una respuesta clara y que cumplan con lo que prometen. Por los chicos que están y vienen. Comen en el mismo lugar que hacen gimnasia. Los cursos 5º A y B están en el mismo aula. Queremos que estén más cómodos. No tienen espacio”.#
Así lo confirmó Gisel Canario, mamá de un alumno. “En marzo salió la licitación para agrandar la escuela con dos aulas, el comedor y un baño para discapacitados. En julio se volvió a llamar a los encargados. Estaban las autoridades del Ministerio. Se comprometieron que a partir del 11 de julio en 45 días iban a empezar con las obras. No hay nada hecho”, sostuvo.
“En el primer reclamo nos dijeron que luego de la apertura de sobres se tarda un tiempo, va a contaduría, etcétera. Siempre retrasan la obra. Se comprometían a llevar material, no nos pudimos comunicar con el subsecretario Carlos Plantey”, resaltó.
Su hijo cursa primer grado. “Yo no sabía si iba a poder entrar. Contaba con el radio y con la hermana que ya estaba en la escuela.
Tenía prioridad. Pero hasta el último día no sabía si había espacio para los nenes. Como empezaban las clases armaron una pequeña aula al costado de biblioteca con todos los libros, estanterías, mapas, un pizarrón chiquito comprado en librerías. Ahí empezó nuestra queja. Un delegado se comprometió a modificar todo para que estén más cómodos. Cuando lleguen el año que viene los otros chicos no hay más lugar”.
“Queremos una respuesta clara y que cumplan con lo que prometen. Por los chicos que están y vienen. Comen en el mismo lugar que hacen gimnasia. Los cursos 5º A y B están en el mismo aula. Queremos que estén más cómodos. No tienen espacio”.#