Esta semana el Congreso brasileño decide el futuro de Temer

El presidente de Brasil, Michel Temer, enfrentará esta semana en el Congreso una nueva votación que decidirá si le levanta o no la inmunidad para que la Corte Suprema juzgue las denuncias formuladas en su contra en el marco del Lavo Jato, aunque los votos de la bancada oficialista y sus aliados pondrían a salvo al mandatario por segunda vez desde que asumió el cargo tras la destitución de Dilma Rousseff.

23 OCT 2017 - 11:45 | Actualizado


Temer llega fortalecido a la decisión sobre su futuro, que deberá ser votada en plenario por los diputados el miércoles, debido a que la semana pasada la comisión de Constitución y Justicia de la cámara baja -el paso previo a la votación en el recinto- ya se pronunció a favor de rechazar las denuncias por asociación delictiva y obstrucción a la Justicia formuladas en su contra ante la Corte Suprema por la Fiscalía General del país.

Los cargos contra el líder conservador fueron presentados por el ex fiscal general Rodrigo Janot, el 14 de septiembre pasado, tres días antes de finalizar su mandato al frente del Ministerio Público, lo que fue la segunda denuncia que formuló contra Temer en poco más de tres meses ante la máxima instancia jurídica brasileña.

Para que el Congreso le quite la inmunidad al mandatario y así la denuncia sea investigada por la Corte Suprema, son necesarios el voto favorable de dos tercios de los diputados, es decir 342 de un total de 513. Sin embargo, ese paso es considerado poco probable, ya que Temer cuenta con una amplia base de aliados en el Congreso que conforman las bancadas oficialistas en ambas cámaras, consignó la agencia de noticias DPA. 

En junio pasado, Temer se convirtió en el primer presidente brasileño acusado de "corrupción" durante su mandato. No obstante, en la votación del 2 de agosto último, Temer logró un contundente triunfo al obtener 263 votos a favor para que la primera denuncia en su contra, por corrupción pasiva y lavado de activos, no fuera investigada por la Corte Suprema.

Asimismo, el propio Temer actuó en persona para inviabilizar rápidamente esta segunda acusación ya que, según la prensa local, él mismo se reunió con varios representantes de la cámara baja para garantizar su apoyo.

Además, Temer autorizó el viernes último que nueve ministros de su gabinete retomen sus mandatos como diputados para asegurarse más votos a favor en el recinto, luego de que algunos congresistas de los aliados Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Demócratas (DEM) demostraran su disposición a votar por la apertura del juicio días atrás.

Es que si la oposición venciera, Temer tendrá que tomar licencia para que se le inicie un juicio.

La segunda denuncia de Janot contra el presidente de Brasil es por asociación delictiva e incluyó a otros seis miembros de su Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), entre los que se encuentran el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, y Wellington Moreira Franco, ministro jefe de la Secretaría General de la presidencia. 

De acuerdo con la acusación, Temer forma parte de lo que la fiscalía calificó como el "PMDB de la Cámara", una "organización criminal" formada por diputados del partido del presidente que participaban en una trama de sobornos controlada desde el Parlamento. 

Así como la primera denuncia, la segunda acusación de la Fiscalía está basada en el testimonio del empresario Joesley Batista, dueño del gigante del sector de la carne JBS, que llegó entonces a un acuerdo de colaboración con la Justicia ("delación premiada") para evitar ir a juicio.

Batista admitió que su grupo empresarial J&F pagó sobornos durante años al partido de Temer para asegurarse su apoyo político. Sin embargo, la justicia anuló en septiembre el acuerdo de "delación premiada" de Batista por acusaciones de que el empresario ocultó información y, junto a otro directivo de JBS, Ricardo Saud, fue incluido en la nueva denuncia por obstrucción a la Justicia contra Temer.

La denuncia contra el presidente brasileño está enmarcada en el caso Lava Jato, una megacausa que investiga la red de corrupción política y empresarial desde hace más de tres años. 

Temer, que según las últimas encuestas publicadas tiene una aprobación de entre el tres y el cinco por ciento de la población, niega todos los cargos y por lo tanto se niega a una eventual dimisión.

23 OCT 2017 - 11:45


Temer llega fortalecido a la decisión sobre su futuro, que deberá ser votada en plenario por los diputados el miércoles, debido a que la semana pasada la comisión de Constitución y Justicia de la cámara baja -el paso previo a la votación en el recinto- ya se pronunció a favor de rechazar las denuncias por asociación delictiva y obstrucción a la Justicia formuladas en su contra ante la Corte Suprema por la Fiscalía General del país.

Los cargos contra el líder conservador fueron presentados por el ex fiscal general Rodrigo Janot, el 14 de septiembre pasado, tres días antes de finalizar su mandato al frente del Ministerio Público, lo que fue la segunda denuncia que formuló contra Temer en poco más de tres meses ante la máxima instancia jurídica brasileña.

Para que el Congreso le quite la inmunidad al mandatario y así la denuncia sea investigada por la Corte Suprema, son necesarios el voto favorable de dos tercios de los diputados, es decir 342 de un total de 513. Sin embargo, ese paso es considerado poco probable, ya que Temer cuenta con una amplia base de aliados en el Congreso que conforman las bancadas oficialistas en ambas cámaras, consignó la agencia de noticias DPA. 

En junio pasado, Temer se convirtió en el primer presidente brasileño acusado de "corrupción" durante su mandato. No obstante, en la votación del 2 de agosto último, Temer logró un contundente triunfo al obtener 263 votos a favor para que la primera denuncia en su contra, por corrupción pasiva y lavado de activos, no fuera investigada por la Corte Suprema.

Asimismo, el propio Temer actuó en persona para inviabilizar rápidamente esta segunda acusación ya que, según la prensa local, él mismo se reunió con varios representantes de la cámara baja para garantizar su apoyo.

Además, Temer autorizó el viernes último que nueve ministros de su gabinete retomen sus mandatos como diputados para asegurarse más votos a favor en el recinto, luego de que algunos congresistas de los aliados Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB) y Demócratas (DEM) demostraran su disposición a votar por la apertura del juicio días atrás.

Es que si la oposición venciera, Temer tendrá que tomar licencia para que se le inicie un juicio.

La segunda denuncia de Janot contra el presidente de Brasil es por asociación delictiva e incluyó a otros seis miembros de su Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), entre los que se encuentran el jefe de Gabinete, Eliseu Padilha, y Wellington Moreira Franco, ministro jefe de la Secretaría General de la presidencia. 

De acuerdo con la acusación, Temer forma parte de lo que la fiscalía calificó como el "PMDB de la Cámara", una "organización criminal" formada por diputados del partido del presidente que participaban en una trama de sobornos controlada desde el Parlamento. 

Así como la primera denuncia, la segunda acusación de la Fiscalía está basada en el testimonio del empresario Joesley Batista, dueño del gigante del sector de la carne JBS, que llegó entonces a un acuerdo de colaboración con la Justicia ("delación premiada") para evitar ir a juicio.

Batista admitió que su grupo empresarial J&F pagó sobornos durante años al partido de Temer para asegurarse su apoyo político. Sin embargo, la justicia anuló en septiembre el acuerdo de "delación premiada" de Batista por acusaciones de que el empresario ocultó información y, junto a otro directivo de JBS, Ricardo Saud, fue incluido en la nueva denuncia por obstrucción a la Justicia contra Temer.

La denuncia contra el presidente brasileño está enmarcada en el caso Lava Jato, una megacausa que investiga la red de corrupción política y empresarial desde hace más de tres años. 

Temer, que según las últimas encuestas publicadas tiene una aprobación de entre el tres y el cinco por ciento de la población, niega todos los cargos y por lo tanto se niega a una eventual dimisión.


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