Las plagas de langostas sigue acechando al norte argentino
El Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) elaboró un plan de acción en conjunto con el gobierno de Santiago del Estero, que permitirá controlar el avance de la plaga de la langosta en esa provincia, informó hoy el organismo de control.
El presidente del Senasa, Jorge Dillon, y el ministro de Producción santiagueño, Luis Germid, firmaron el Plan de Lucha contra la langosta (Schistocerca cancellata) con el fin de coordinar acciones tendientes a su control y los roles de cada organismo en el territorio provincial.
Dillon aseguró a la prensa que "el Senasa coordinará los tratamientos de control con el ministerio provincial, realizará la capacitación a productores y técnicos de la zona, informará periódicamente al resto de las instituciones sobre la situación de la plaga, sus movimientos, posibles nuevos ingresos a la provincia y atenderá la denuncias".
Por su parte, el ministerio santiagueño colaborará con el monitoreo de mangas que ingresan o se generan en la provincia, como así también en los lugares de desove, con actividades que se realizarán junto con el Senasa al igual que la coordinación y evaluación de tratamientos oficiales.
Los objetivos del Plan consisten en trabajar en forma coordinada con las distintas instituciones vinculadas a la situación de la plaga, a los efectos de controlar la población de langostas en sus distintos estadios: adultos, huevo y juveniles.
Participarán, además el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Comité Provincial de Sanidad Vegetal (Coprosave), la Facultad de Agronomía y Agroindustria de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y asociaciones de productores.
La acción conjunta se da en el marco de la Emergencia Fitosanitaria dispuesta por el gobierno nacional hasta el 31 de agosto de 2019 en todo el territorio argentino.
Esta langosta, del tipo migratorio, afectó este año varias zonas de la provincia y su mayor incursión se dio durante los primeros meses del año, cuando una manga de insectos de grandes proporciones afectó más de 700.000 hectáreas de 10 provincias, entre ellas, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, Tucumán y Salta en lo que, desde Confederaciones Rurales Argentina (CRA), no dudaron en calificar como "la peor plaga de los últimos 50 años".
El presidente del Senasa, Jorge Dillon, y el ministro de Producción santiagueño, Luis Germid, firmaron el Plan de Lucha contra la langosta (Schistocerca cancellata) con el fin de coordinar acciones tendientes a su control y los roles de cada organismo en el territorio provincial.
Dillon aseguró a la prensa que "el Senasa coordinará los tratamientos de control con el ministerio provincial, realizará la capacitación a productores y técnicos de la zona, informará periódicamente al resto de las instituciones sobre la situación de la plaga, sus movimientos, posibles nuevos ingresos a la provincia y atenderá la denuncias".
Por su parte, el ministerio santiagueño colaborará con el monitoreo de mangas que ingresan o se generan en la provincia, como así también en los lugares de desove, con actividades que se realizarán junto con el Senasa al igual que la coordinación y evaluación de tratamientos oficiales.
Los objetivos del Plan consisten en trabajar en forma coordinada con las distintas instituciones vinculadas a la situación de la plaga, a los efectos de controlar la población de langostas en sus distintos estadios: adultos, huevo y juveniles.
Participarán, además el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), el Comité Provincial de Sanidad Vegetal (Coprosave), la Facultad de Agronomía y Agroindustria de la Universidad Nacional de Santiago del Estero, y asociaciones de productores.
La acción conjunta se da en el marco de la Emergencia Fitosanitaria dispuesta por el gobierno nacional hasta el 31 de agosto de 2019 en todo el territorio argentino.
Esta langosta, del tipo migratorio, afectó este año varias zonas de la provincia y su mayor incursión se dio durante los primeros meses del año, cuando una manga de insectos de grandes proporciones afectó más de 700.000 hectáreas de 10 provincias, entre ellas, Santiago del Estero, Chaco, Córdoba, Tucumán y Salta en lo que, desde Confederaciones Rurales Argentina (CRA), no dudaron en calificar como "la peor plaga de los últimos 50 años".